«Siempre hay una mínima esperanza de que una última dieta nos va a funcionar»
La dietista-nutricionista Melyssa Chang publica 'Come sin culpa', un libro en el que te ayuda a olvidarte para siempre de las dietas
Cómo hacer dieta sin ponerse a dieta: aprende a llevarte bien con la comida

Hoy en día se sigue hablando de dietas milagrosas: la dieta del potito, la dieta de la piña, dieta del huevo duro... Ninguna de ellas promete una bajada de peso - el motivo principal por el que muchas personas inician una de ... ellas-, y en caso de prometerlo, no lo cumplen. ¿De qué sirve perder kilos en un tiempo determinado si no vamos a ser capaces de mantenerlo en el tiempo?
El libro 'Come sin culpa', de la dietista-nutricionista Melyssa Chang, es el fruto de sus años de práctica. Una guía compasiva y comprensiva llena de recursos que van a transformar tu vida liberándote de la culpa para que puedas encontrar la paz en la alimentación. Y que te alejes de una vez de las dietas que no hacen nada por ti salvo desanimarte y te obligan a darte atracones de comida de vez en cuando.
Así, por fin podrás:
- Entender por qué las dietas nunca te han funcionado y por qué nunca te van a funcionar.
- Comprender qué le sucede a tu cuerpo después de las dietas y cómo puedes ayudarlo a sanar.
- Reconectar tus señales de hambre y saciedad.
- Conocer la nutrición con un enfoque realista donde no existen las restricciones.
- Superar tu miedo a los alimentos para poder dejar de clasificarlos como «buenos» y «malos».
- Se sigue hablando de dietas y hay quienes aseguran que estas funcionan. ¿Por qué ocurre?
La industria del cuidado personal y la belleza mueve más de 30 billones de dólares al año. Si dejasen de mandarnos mensajes de que nuestros cuerpos son insuficientes habría muchas empresas y familias que se irían a la quiebra. El dinero lo mueve todo en la sociedad en la que nos movemos. En esto están implicadas farmacéuticas que crean medicamentos para la pérdida de peso, clínicas de cirugía estética, productos adelgazantes, gimnasios, etc. Sin embargo, todavía no he conocido una persona que haya perdido peso y lo haya mantenido durante más de 18 meses.
SI fuese cierto que los productos de adelgazamiento funcionasen utilizaríamos todos el mismo. Cuando digo funcionar es que mantengan nuestra salud mental y física, además de la pérdida de peso deseada.
- Tú, en cambio, has lanzado un libro para desestimarlas. ¿Por qué todavía hay quienes confían en ellas y van probando unas y otras?
Siempre hay una mínima esperanza de que una última dieta nos va a funcionar. Nos han hecho creer que es nuestra culpa que una dieta fracase, sin embargo, la culpa es de la pauta o del producto que consumes. Sí, claro que se puede perder peso, pero quizás no la cantidad de peso que te prometen, ni con la rapidez que te prometen. Hay otras muchas variables que tienen más impacto en la pérdida de peso que no son sólo lo que comes, como nuestro entorno, accesibilidad a los alimentos, nuestra genética, etc.
- ¿Cuáles son las conductas con la comida poco saludables que no deberíamos tener?
Las conductas de alarma que nos pueden llevar a tener una mala relación con la comida son:
- Contar calorías
- Leer etiquetas
- Tener alimentos prohibidos que si los comemos nos hacen sentir culpables
- Eliminar grupos enteros de alimentos porque pensamos que nos harán perder la salud al consumirlos
- Compensar después de comidas copiosas
- Utilizar el ejercicio como herramienta de compensación y no desde el disfrute y salud
- Preocupación extrema por nuestro físico y pensar en la delgadez como un estado de felicidad
-¿Qué papel juega la saciedad en nuestra alimentación? ¿Qué señales hay que atender para saber si estamos saciados o no?
La saciedad es una parte del comportamiento con la comida que nadie nos ha enseñado. Nacemos con el poder de decidir cuánto necesitamos comer, pero desde muy pequeños empiezan a darnos mucha más comida de la que necesitamos en los biberones de leche (por ejemplo), nos ofrecen comida cuando no la estamos pidiendo, nos obligan a terminarnos el plato de comida, aunque digamos que ya estamos llenos. Si decimos que algo nos gusta, también estamos obligados a comerlo, y así nos van quitando el poder intuitivo con el que nacemos.
El primer paso para poder saber cuándo estamos saciados es encontrar estos pequeños traumas de pequeños que nos llevan a quedar más saciados de lo que nos gustaría. Una vez trabajado, las señales físicas pueden variar mucho de una persona a otra. La saciedad la vamos a identificar con la sensación de llenado gradual de nuestro estómago, también la reconocemos como un aumento en la concentración, mejora del humor, mayor energía al ir finalizando la comida, entre otros.
- Hablemos de hambre. ¿Qué tipos existen y cómo reconocerlos? A veces tenemos un problema, nos sentimos mal y creemos que lo que necesitamos es comer.
Existen 4 tipos de hambre:
Fisiológica: comer como necesidad, instinto biológico. Cuando nos faltan nutrientes, se activan en nuestro cuerpo una serie de mecanismos que nos llevan a alimentarnos. Es vital hacerle caso a este tipo de hambre.
De sabor: comer porque algo me atrae o porque la ocasión lo merece. Ejemplo: vas a casa de un familiar y comes por educación, no por hambre real. Esto es algo normal. El problema es que para algunas personas, cualquier transgresión alimentaria es una derrota y esto les puede llevar a 'tirar la toalla' y comer en exceso.
Práctica: comer aunque no tenga hambre por planificación. Ejemplo: vas a una actuación que dura de 20:00h a 23:00h. Aunque no tengas hambre, puede ser práctico cenar a las 19:00h para evitar tener hambre después.
Emocional: comer para silenciar sentimientos desagradables como soledad, aburrimiento, rabia..., o para potenciar los sentimientos agradables como alegría. Ejemplo: comer tras una discusión o comer para celebrar una buena noticia.
- Se habla mucho de peso y en tu libro mencionas uno: el peso predeterminado. ¿Cuál es?
El peso predeterminado es aquel en el que mi cuerpo se va a sentir cómodo y puede mantener la salud. No va a ser un peso en el que pueda enfermar. Se dice que es aquel que le permite realizar todas sus funciones correctamente y puede varias entre +-2kgs
- En las comidas y cenas sociales, solemos comer mucho más de lo que estamos acostumbrados y eso hace que después tengamos molestias. ¿Cómo frenarlo?
La forma en la que trabajamos esto en consulta es identificando las señales de hambre y saciedad correctamente en tu día a día para que, cuando salgas a comer fuera con muchas distracciones a tu alrededor, sea un proceso mucho más automatizado y sin esfuerzos. Podemos acabar más llenas de lo que acabamos normalmente, y eso no está mal pero que sea una elección voluntaria y que no te des cuenta cuando ya has acabado y estés arrepentida.
Sobre la autora

Melyssa Chang es una dietista-nutricionista apasionada. Especializada en nutrición deportiva y patologías digestivas, se dedica a ayudar a mujeres de todo el mundo a liberarse de la culpa, la obsesión...
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