Guillermo Garabito

España, 1898

Cataluña es esa novia que nunca le gusta nada, que quiere que no la quieran, sin quererse marchar

Guillermo Garabito

Hacia lo salvaje

Siguen siendo lo mismo: animales, salvajes, sin doblez, sin seguridad social y sin compasión

buenos días, vietnam

Las lágrimas de la reina

Guillermo Garabito

Que a Sofía se le escapen las lágrimas en público, cuando a ella nunca se le escapó nada, le hace a uno estremecerse

Guillermo Garabito

A este lado del Pisuerga

Valladolid es un amor que va del blanco y negro al tecnicolor cada octubre cuando se inaugura Seminci

Guillermo Garabito

¡Tierra a la vista!

En octubre sigue ahí la ciudad, más salvaje, por domesticar

Guillermo Garabito

Desayuno en Tiffany's

Días en los que te da tiempo a desayunar, a leer periódicos que se hornearon para ti, frente a esos otros desayunos rápidos de zumo de limón y agua tibia, que es la fórmula para la eterna juventud

Guillermo Garabito

Renfe: Baja Velocidad

Vivo preocupado porque Renfe funciona mal y yo, si se acaban los trenes, no sabría dónde escribir. Me tocaría buscarme un café como a los articulistas del siglo pasado

Guillermo Garabito

Un acta fija

decidió agarrarse al acta de procurador como esos niños que salen corriendo con el balón en las manos cuando el partido se les pone en contra a la hora del recreo

Guillermo Garabito

Intelectuales de salón

Al intelectual de guardia se le descubre porque escribe palabras gruesas, pero después hablan con afección

Guillermo Garabito

Un país a la carta

Lo de Puigdemont es igual que si mañana un autónomo fugado dice que mejor le desmantelen Hacienda porque cada trimestre ahoga más

Guillermo Garabito

Sepultados en papel

Los muertos nos llegan por las mañanas a través de los periódicos, que a uno le amplían el mundo. Un catalejo por el que cabe la actualidad, que hoy son muertos en Marruecos y mañana Dios dirá

Guillermo Garabito

No hay alternativa

Lo que preocupa es Feijóo, que no iba a negociar con los enemigos de España pero se sentó rápidamente con el PNV

Guillermo Garabito

Si Dios quiere

Ahora no me queda más remedio que ser adulto sin ese salvoconducto que es una abuela

Guillermo Garabito

Así en los bares como en las urnas

A Feijóo, después de pinchar en hueso, que más que hueso es cartílago electoral, todo lo que le queda es dar putivueltas, que son esas vueltas que se dan sin ninguna finalidad

Guillermo Garabito

Últimas tardes de julio

Valladolid se ha quedado sola como aquellas estudiantes que dejaban algo para septiembre, una asignatura o la vida y yo no me he marchado porque no.