Colaborador
Colaborador de ABC
Buenos días, vietnam
Hablaba de Dios como quien se hubiera sentado con Él
Guillermo Garabito
«Nunca llueve cuando debe», le escuché hace años decir una vez a un pastor. Y desde entonces, cada vez que jarrea, pienso si debía o no debía llover hoy
Guillermo Garabito
Ser cofrade de acera en la mejor Semana Santa del mundo no se hereda, pero es un papel imprescindible para que se obre el milagro de cada primavera
Guillermo Garabito
Porque al morir una ferretería, último diccionario de una España que se acaba, la ciudad se vuelve nueva, como si hubiese que repoblarla
Guillermo Garabito
El nacionalismo es esa última opción desesperada, primo hermano de un prestamista
Guillermo Garabito
Hacerse mayor consiste en mirar el parte meteorológico en la pantalla del móvil cada mañana como si una expedición entera dependiese de tu previsión
Guillermo Garabito
Está claro que en este país, funcionarios a la cabeza, nos sobra prepotencia y nos falta humildad
Guillermo Garabito
Pienso en los pobres porque la pobreza me violenta de una forma que no consigo explicar
Guillermo Garabito
Feijóo, Napoleón autonómico, que después del fracaso de las generales de julio necesita una mayoría absoluta o eso cree él
Guillermo Garabito
Ahora que el amor es execrable, disfuncional, burocrático, que todo son 'ex' y rupturas televisadas y monetizadas
Guillermo Garabito
Rogamos mantengan la calma y el orden en todas las ciudades españolas mientras las autoridades competentes y el presidente de la nación tratan de evaluar el grado exacto de la amenaza
Guillermo Garabito
Félix Cano pintó Castilla como sólo la entiende el que se va lejos de aquí
Guillermo Garabito
Durante toda la adolescencia le escuché a un profesor de matemáticas que éramos la peor clase que había tenido en su vida
Guillermo Garabito
Se le mete mano al cartel y se prueba con cosas nuevas porque en realidad lo que no se atreven es a darle un cambio a la Semana Santa
Guillermo Garabito
Los poetas son la mirada de lo que por cotidianidad se nos escapa
Guillermo Garabito
El tiempo libre, a grandes rasgos, es ya sólo una franquicia que monetizar en serie en Valladolid o en Madrid
Guillermo Garabito
Mirar como si aún quedasen esculturas por descubrir, edificios por admirar y alguna leyenda de dudoso valor histórico que nos pudiera estremecer
