Ana Pedrero
Cazatormentas
Perdidos los terrores infantiles, quizá lo único que me quede por encajar sin miedo es la propia vida
Ana Pedrero
Perdidos los terrores infantiles, quizá lo único que me quede por encajar sin miedo es la propia vida
Ana Pedrero
Mi Zamora Vacía está llena de casas que quieren ser habitadas, pueblos que esperan la alegría de los niños en sus calles
Ana Pedrero
Esta calma chicha de lo cotidiano hoy se quiebra en la invisible línea que separa la vida de la muerte, la pena de la alegría, el duelo de la celebración
Ana Pedrero
Ahí sigue una comunidad de mujeres atrincheradas en rebeldía, aunque sea de puertas para adentro, y el asunto pide a gritos que sea Torrente quien lleve la investigación
Ana Pedrero
Miguel Manzano (1934-2024)Revolucionó en 1968 la música de la liturgia con cánticos como '¡Qué alegría cuando me dijeron!', 'A ti levanto mis ojos' o 'Desde lo hondo'
Ana Pedrero
Vivimos en la invisible línea que separa lo real de la ficción, la cordura de la locura, la calma de la violencia
Ana Pedrero
España es como un inmenso armario de verano-invierno radical donde a los que campamos por el lado moderado de la vida nos han robado la voz
Ana Pedrero
Celtas Cortos cumple cuarenta años y nos recuerda que aquellos veinteañeros que éramos somos ya unos puretillas
Ana Pedrero
Así, encrespados, crispados y como en una permanente sacudida eléctrica, están los ánimos en esta sociedad cada vez más polarizada
Ana Pedrero
Una soberana mierda es que no sean capaces de hablar de aquello que no comparten ni entienden con un mínimo de respeto hacia millones de personas
La de 2024 será la primera Pasión sin el escultor e imaginero, que es homenajeado durante estos días en su Zamora natal
Ana Pedrero
Veinte años después, el 11M continúa siendo una obligación con la vida por los que ya no viven; una deuda con la libertad de un país que no puede doblegarse a ningún asesino
Ana Pedrero
Atrás quedan los años en que el feminismo unía a hombres y mujeres en lo justo, antes de que las absurdas políticas que imperan lo fracturasen y prostituyesen
Ana Pedrero
Yo no sé cómo se cuantifica el dolor de quienes lo pierden todo, aunque en Valencia, como en Zamora, haya víctimas del fuego que no tienen indemnización que los devuelva a la vida
Ana Pedrero
«Queda su memoria, su heroica entrega, dos familias destrozadas, dos viudas sin marido, dos madres sin hijos, tres hijos sin padres y la impotencia de los compañeros y mandos»