BLANCO Y NEGRO MADRID 12-08-1972 página 21
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página21
- Fecha de publicación12/08/1972
- ID0005233561
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U N SOLDADO C U A L Q U I E R A Violentas erupciones en el Sol U NA serie de gigantescas erupciones en la superficie del Sol, las más violentas después dé las registradas en el año 1964, han sido detectadas el pasado 2 de agosto por el laboratorio astronómico norteamericano de Boulder, en California. Estas perturbaciones, que tienen la apariencia de mancl as en la superficie solar, se desarrollan en el transcurso de varios días hasta alcanzar su intensidad máxima. Tales manchas o zonas de actividad, que alcanzan superficies de millones de kilómetros cuadrados, son el punto de origen de campos magnéticos intensos que, en su última fase, lanzan al espacio interplanetario una gran masa de gases. Estos gases están compuestos por partículas dotadas de una potentísima energía- protones y partículas nalfa asi como de núcleos atómicos más o menos pesados. Las citadas partículas son lanzadas al espacio a una increíble velocidad y pueden alcanzar zonas de la Tierra en el transcurso de pocos Siias o, incluso, de horas, siendo absorbidas por el campo magnético terrestre y por ía propia atmósfera. De esta forma, ios seres humanos quedamos perfectamente protegídos contra esta especie de bombardeo solar ipL carro está junto a él, pero inmóvil. No hay- lucha, sino quietud. Los aviones han silenciado, también, sus motores, y desde el espacio no bajan hasta la tierra bombas por toneladas- -buena medida para la destrucción- -para abrir, es un decir, el camino de la victoria. Está en Quang Tri. Entre hierros y tierra calcinada. Su cuerpo, tendido, no es la imagen del reposo del guerrero, sino de su dolor. Está en Quang Tri, carhpo de batalla donde a diario mueren centenares de soldados. Ha sido herido en el exterior de una ciudadela del siglo XIX. En el exterior, si, aunque a 690 kilómetros de donde él se halla, exactamente en Saigón, unos gobernantes se atrevieran a brindar por una victoria que nunca existió. Es uno de los 20.000 sudvietnamitas que han participado en una ofensiva fracasada. Tal vez tiene treinta años, quizá menos. En cualquier caso, nació en un país en guerra. Vio la luz en el Sur, y esa puede ser la única razón de que luche contra el Norte. Quién sabe si tiene noticias de una conferencia pacificadora que dura ya tres años, y que se celebra en París. Puede que ignore que algunos proyectan provocar lluvias torrenciales, modificar el clima de, su patria. Hay asuntos que no le comunican. Algunos, si. Le han dicho, por ejemplo, que ganar la batalla en la que participa será como cavar la tumba del Gobierno de Hanoi. Pero él no ve más que tumbas de seres humanos. De soldados que manejan armas o que, como el norteamericano que aprieta su mano, consuelan al caído. El calor de una mano le hace pensar en una vida que sistemáticamente le es negada. El guerrero espera una ambulancia, pero, en realidad, espera la hora, el minuto, el segundo, quizá, en que a un hombre le dejen serlo, y reposar como tal, sintiendo muy cerca una solidaridad que no tenga que nacer de la compasión. -T. L. S. Los astrónomos han deducido que el Sol posee un ciclo de actividad sobre su superficie que se repite cada once ar os. Durante este periodo d tiempo, la actividad solar alcanza un momento álSirio de erupciones, para después ir decreciendo su número y llegar a un mínimo y, a continuación, volver a aumentar. Los años 1968, 1969 y 1970 fueron de actividad máxima, pero más calmados que ios años de climax del ciclo precedente, lo que, sin duo á, ha lacilitadQ al hombre la conquista de la Luna. Las erupciones solares de gran violencia pueden ser peligrosas para ios astronautas, en especia! cuando alcanzan la superficie l u n a r donde no existe campo magnético ni atmósfera que tes proteja. Ü L 63 por 100 de los 123 al deanos marroquíes sometidos a una reciente encuesta, en la que se les preguntaba si creían q u e el hombre había puesto el pie en la Luna, han contestado que se trataba de una noticia falsa. Sin embargo, la mayor parte de los encuestados habían oído hablar acerca de estos alunizajes a través de las emisoras de radío, ya que en su mayoría son analfabetos y no pueden leer los periódicos. Algunos de los jóvenes preguntados han manifestado que vieron los paseos lunares de los astronautas por la televisión, pero opinan que se trataba de trucos del cine americano. El área de la encuesta ha sido la zona montañosa del Atlas, habitada por campesinos bereberes, muchos de los cuales han contestado a los encuestadores con grandes risas. Un anciano, que ha realizado su obligada y tradicional peregrinación a La Meca en avión a reacción, ha afirmado que los vuelos espaciales hasta la Luna son totalmente Imposibles. La Luna está demasiado lejos ha Muchos marroquíes no creen que ei hombre ha llegado a la Luna manifestado una joven campesina. Otra ha dicho: Si el hombre pudiese ir a la Luna, también podría revivir a los muertos Un muchacho que ha terminado sus estudios de segunda enseñanza comentó: i Vi a Neil A r m s t r o n g por la televisión cuando saltaba del módulo lunar, pero aquello no era realmente la Luna. Sin embargo, estoy convencido que desde el punto de vista científico es posible el viaje a la Luna, y el Corán no lo prohibe, aunque nos advierte que no creamos cosas de este mundo que no veamos con nuestros propios ojos. Es como creer en los falsos profetas y se pueden perder cuarenta días de oraciones Es- te joven de veintidós años tampoco cree en los satélites artifípiales, que en la actualidad están situados en órbita alrededor de la Tierra. Los he visto, pero no voy a creer que sean satélites artificiales porque lo digan los periódicos. La conclusión más paradójica que se ha sacado de esta encuesta es que los pocos aldeanos bereberes (un 20 por 100 de los preguntados) que consideran ciertas las informaciones acerca de la llegada del hombre a la Luna, creen, asimismo, que han sido los astronautas rusos, y no los norteamericanos, los únicos que hasta ahora han puesto el pie en la superficie, árida y desolada, del satélite natural de nuestro planeta. Y esto no parece ser debido a que sus simpatías se inclinen a favor de la Unión Soviética, ya que en la referida encuesta también se les preguntaba por cuál de las tres mayores potencias se inclinaban sus preferencias: el 42 por 100 contestó que por Estados Unidos, el 31 por 100, a favor de Rusia, y un 13 por 100, a favor de China. 21