BLANCO Y NEGRO MADRID 08-10-1966 página 76

¿ftk 1 I -í i -C T? f dM Estas dos fotos corresponden a momentos en que Hess se hallaba en la cima de su poderío político. Hitier le había designado ¿ESTA LOCO? medida que avanzamos, A vuelven más amenazadoras: las advertencias se Atención, peligro No acercarse, los guardias disparan a dar Imposible llegar más lejos. Las ametralladoras, de las torres de vigilancia giran apuntándonos, los centinelas dan la alarma, los máuseres nos enfilan. Además, ¿quién se arriesga a franquear esta barrera de alaníbres espinosos por la que pasa una corriente de alta tensiáo, y esta franja de césped cuya corta hierba apenas oculta el suelo minado? Esto es Spandau, la antigua prisión níilitar alemana convertida desde 1947 en la cárcel de los criminales de guerra. El gigantesco edificio de ladrillo está ahí. Siniestro, con su muro circular de cuatro metros y n edio de altura y ciento ochenta metros de longitud, esmaltado de torretas y pasarelas: en el centro de una yerma tierra de nadie, donde los habitantes de los suburbios de la zona británica cultivan como pueden unas legumbres y, durante el verano, vienen a beber cerveza. 76 HESS, EL Los perros ladran y tiran furiosamente de sus cadenas. Es necesario batirse en retirada y ganar la iglesia de Santa Eduvigis, muy próxima, donde desde lo alto del campanario y con la complicidad del campanero, nos acercamos, gracias a nuestros prismáticos, al hombre que buscamos. Este hombre aparece de pronto en la ventana de una celda. Cara muy pálida, cabeza rasurada con reflejos blancos, mirada atónita, estupefacta. ¿Quién es capaz de reconocer en este anciano vestido con uniforme de penado al brillante Rudolf Hess, que fue el delfín de Hitier y el tercer hombre- -después del Führer y Goering- -del III Reich? UNA AVENTURA FANTÁSTICA QUE NADIE HA OLVIDADO De los miles de criminales de guerra que pasaron por allí, él es el último que queda en esta fortaleza