BLANCO Y NEGRO MADRID 04-07-1959 página 14

BRUSELAS CEREMONIA EL PRINCIPE CONTESTO UN S I TAN FUERTE Y DECIDIDO, QUE HIZO SONREÍR DULCEMENTE A LA NOVIA Por CARMEN LAFORET REPORTAJE QRAFICO DE NUESTRO REDACTOR ENVfADO ESPECtAL ENRIQUE RIBAS Bruselas, 2. (Crónica telefónica ele nuestra enviada especial. -Bruselas amaneció nublada, amenazando lluvia y. con un viento frío que agitaba miles de banderas belgas, italianas y congolesas, miles y miles de plantas verdes, grandes paños granates que cubrían las tribunas colocadas en los alrededores de Santa Gúdula, la hermosa y antiquisima catedral de Bruselas, que data de los siglos XI y xiii. El enorme baldaquino, bajo el que debían pasar más tarde los principes al subir la gran escalinata de la catedral, agitaba también su seda roja. Sobre las dos torres de la catedral ondeaban dos banderas: la de Bélgica y la de Italia. A la- diez d esta mañana, 2 de julio de iflSÍ) en el Palacio de Bruselas, se comenzó la ceremonia del matrimonio civil de los príncipes Paola Ruffo de Calabria y Alberto de Bélgica. Pero las calles estaban llenas de gentes desde el amanecer. Los uniformes azules y los cascos de piel de los caiballeros de la escolta real, formados impecablemente frente al palacio, los gendarmes y policía, los marinos de gala, los adornos en oro de tantos uniformes y, sobre todo, la expectación y amor de todo un pueblo, vencían la tristeza del cielo. BODA FAMILIAR Machos aparatos para televisión y radio estaban instala dos en camiones. Los fotógrafos, en cambio, encontraban serias dificultades para moverse entre el gentío, y algunos, entre ellos el de BLANCO Y NEGRO, pasaron toda la noche en la calle para no perder los mejores puestos. En el imatrimonio de los principes ha habido una falta de organización en estos detalles, debido quizá, a la mucha precipitación con que se ha preparado. Quizá se deba también a que el interés que despiertan los jóvenes principes so brepasa todo lo imaginado. Mientras el pueblo se entusiasma como en la boda de unos reyes, el Goibierno y la Familia Real haii combina do una boda que, aumiue principesca en el lujo de las escoltas y los vestidos, es a un tiempo estrictamente familiar; y ásf ptfdimos verlo al observar el cortejo, por otra parte tan lucido. Pero si vimos en este cortejo varios reyes y reinas, fueron solamente los parientes más intimoí del principe A las 2 de la madrugada los bfuselenses están ya en la oalie. Miles de personas pasaron la noche al raso