BLANCO Y NEGRO MADRID 12-10-1930 página 79
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página79
- Fecha de publicación12/10/1930
- ID0005194538
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GRAN CRÓNICAS DE SOCIEDAD MUNDO Lo Subrayado en la Semana A primera impresión de un Madrid verdadero, del Madrid que pueda atraer a un cronista de sociedad, se entiende, la tuve el pasado domingo en una contrabarrera de la plaza de toros. El cartel era de tronío, y toda esa gente que ha regresado ya del veraneo, pero a la que no logra verse reunida por ninguna parte, estaba allí, atraída por aquella fiesta de toros, en donde la luz era una fiesta más. P or un momento hasta me creí trasladado a la pasada feria de Sevilla al ver en su barrera del 9, bonita y tostada de sol, a la duquesa de Peñaranda, venida a Madrid desde su casa del barriode Santa Cruz, con el único y exclusivo objeto de ver torear a dos gitanos. Unas barreras más allá estaba también la recién casada marquesa de Manzanedo, y en casi todas las localidades preferentes de la plaza se veían rostros conocidos. Era la vuelta, la verdadera vuelta al hogar; una fecha que marcaba la iniciación de otra temporada que comienza ahora, después de los días de playa y la agitación incesante del verano. Corrida de toros dd pasado domingo: un cronista de sociedad tiene que estar agradecido al espectáculo que tú representabas. Porque el cronista, que no había salido de Madrid durante la canícula, se vio y se L deseó durante julio y agosto para encontrar un motivo a sus crónicas. Y tú has sido el primero, espectáculo de una corrida de toros, que ha venido a traerle como una rendíjita de luz abierta a la esperanza. Cierto que una plaza de toros no es un salón precisamente. Pero, al fin y al cabo, el salón propiamente dicho no son tampoco los muebles que lo componen, sino las personas que le dan el tono. Después de este preámbulo taurino es n ecesario recurrir a las provincias de España para tropezarse con la información de actualidad. En Comillas, por ejemplo, y en la residencia de los marqueses de Casa Lamadrid, se ha celebrado la boda de su encantadora hija María Benita López Sert con D. Francisco Duelos, perteneciente a distinguida familia sevillana. Es grato para estas columnas de BLANCO Y NEGRO, acogedoras siempre de toda belleza, dar hoy a la publicidad las fotografías de dos hermanas en quienes la juventud y la gracia van unidas a esa alegría, que sabe sonreír porque puede enseñar unos dientes blancos y perfectos. Trátase de las señoritas Caridad y Pilita Despujol, hijas del gobernador de Barcelona. Que el lector por sí propio elija el adjetivo más de su gusto, ya que yo he buscado inútilmente BODA r E LA SEÑORITA DE tiOPEZ SERT CON El. SR. DUCLOS. (FOTO GARCÍA)