BLANCO Y NEGRO MADRID 23-03-1913 página 39

CTnhai iVX Un ritmo de miaueto hay en tu. paso, duquesa. Dicen tus labios de fresa la música de un soneto. Eres gentil figulina, muñequita perfumada, eres sutil y taimada, artificiosa y felina. Eres blanca y eres blonda, una visión que se esfuma, inquieta como la espuma, tan fugaz como la onda. Eres penumbra y albura, eres placer y dolor. Eres odio, eres amor, regocijo y desventura. Eres como floración, y eres como un erial. Eres buena flor del mal, i eterna contradicción! Eres luz y eres fragancia. Eres el alma encantada, tornadiza y complicada y sentimental de Francia. Tu actitud ceremoniosa tiene un compás de gavota y tu reir una nota musical y milagrosa, que sabe poner remedio por tu femenina ley á la dolencia de un rey abrumado por el tedio. Sabes componer mil tretas para deleite y placer y te dignas proteger por tu ornato á los poetas. Es tu vida Un bello instante al sol regio de un blasón que ilumina la ilusión de una aventura galante. Fuiste reina de París, porque im día quiso el Hado que luciera en tu tocado una egregia flor de lis. Y al igual de la Giocconda, tienes como Monna Lisa, una hermética sonrisa bajo una mirada honda. Naciste para el deleite y supiste conservar tu insaciable sed de amar hasta el día de tu muerte, i Oh! fué un día que llovía, y Luis, desde una fenestra, displicente, con la diestra, tu cadáver despedía. Ni una lágrima, ni un llanto... Sólo pudo conmover tu desgracia al buen Voltaire que te había amado tanto... Un ritmo de minuete hay en tu paso, duquesa. Dicen tus labios de fresa la música de un soneto. ANTONIO R O L D A N