ABC SEVILLA 13-10-2002 página 68
- EdiciónABC, SEVILLA
- Página68
- Fecha de publicación13/10/2002
- ID0004129881
Ver también:
68 Cultura DOMINGO 13 10 2002 ABC SARA HUETE Artista y bibliotecaria Creo que he dejado de ser una intrusa en el mundo del arte La surrealista artista santanderina, que nunca ha pasado por ninguna facultad de Bellas Artes, expone en Sevilla. Estudió filosofía pura y comenzó su pasión por los collages y las instalaciones gracias a los recortables que su padre le compraba de pequeña TEXTO: MARTA CARRASCO FOTO: MILLÁN HERCE Sara Huete junto a una de sus obras, que pueden contemplarse en la galería sevillana de Rafael Ortiz SEVILLA. Sara Huete es bibliotecaria y parece que se ha comprado las gafas para parecerlo. Pero luego, cuando se contempla su obra, hay una mujer distinta a los que se piensa sobre el arquetipo de la bibliotecaria metida entre incunables. La obra que la santanderina Sara Huete presenta en la galería sevillana Rafael Ortiz, rebosa ironía, originalidad, pasión por la perfección y, sobre todo un fino sentido del humor. Son collages, instalaciones, obras en las que, usando en la mayoría de los casos recortables primorosamente recuperados o páginas de antiguas revistas que mezcla con otros elementos, componen cuadros limpios, expresivos y en ocasiones hasta con enormes dosis de ternura. Ahora su creación está evolucionando también hacia la fotografía y nuevas tendencias del fotomontaje. -Parece que le gustan los materiales para sus obras con cierta dosis de melancolía. -Algo así podría ser. Yo ahora estoy trabajando con muchos grabados antiguos, con revistas como la Ilustración Española, combinándola con objetos muy habituales, muy domésticos que nadie piensa que pueden ser usados de esa forma. -Contemplo uno de sus cuadros. Dos bailarinas antiguas y sobre sus cabezas varios cascabeles. El título es Cabecitas locas ¿Íronía o despecho? -Ironía sobre todo, porque es una forma mía de ser y además, sentido del humor. Siempre he querido incluso sacar las cosas serias fuera de contexto. Es usar un material antiguo, que saco de su época, le añades una frase hecha, unos versos de alguien como Cernuda o Pessoa, y claro, la ironía se da casi por hecha. Son imágenes divertidas, y todo lo que quieres contar casi te lo da el material. ¿Cree que la creación contemporánea tiene más de comicidad que de tragedia? -No se, quizás sí, porque se está utilizando el humor no sólo en artes plásticas, sino también en literatura y en el cine, porque es más fácil comunicar con el público. Para mí, al trabajar con material que me encuentro, es algo que siempre da mucho juego. ¿Es verdad que nunca ha tenido los pinceles en sus manos? -Absolutamente verdad. No he estudiado Bellas Artes. Estudié Filosofía Pura y empecé recortando con los recortables que mi padre me compraba. Me gustaba mucho el surrealismo y los collages de la época, desde Picasso hasta Hamilton, y me gustaba ver cómo componían obras. De repente un día me ví trabajando, ¡vamos! seriamente trabajando, y dedicándome casi a ello. -Parece una forma muy original de transformar la filosofía en algo tangible. -Pues sí, porque en mí va unido, ya no sólo la filosofía, sino también el texto, lo literario, y al unir la literatura y la imagen encuentras que nunca colisionan. A veces parto de un texto y luego busco la imagen que la represente. ¿Se siente una intrusa en las artes plásticas? -Al principio sí, pero creo que he dejado de ser una intrusa en el mundo del arte. Todo empezó cuando hice una colectiva en Santander y mi obra le gustó a un galerista. Ahora ya conozco a algunos pintores, tanto autodidactas como los estudiosos de Escuelas. Pero mi mundo era otro, el de las Letras, aunque ya me siento artista. ¿Se encuentra más cerca de Duchamp que de Kant? -Sí, en algún sentido si. Me inspiro más viendo artes plásticas que leyendo filosofía. Aunque a Kant sí le he utilizado alguna vez para inspirarme. -Al trabajar en una biblioteca, ¿no le entra nada por el cuerpo cuando mutila una publicación antigua? -No podría maltratar un libro, pero yo lo que utilizo son revistas antiguas que ya están muy machacadas, o incluso que son páginas sueltas. Pero un libro. no, no me atrevería a tocarlo. ¿Todavía le da pudor exponer su obra? -Si, aunque me voy acostumbrando. Pero recuerdo que al principio, cuando hice mi segunda o tercera exposición, le decía a la galerista que no dijera quien era yo. Me daba pánico que me conocieran aunque es algo que se está convirtiendo en inevitable. COMPRAMOS CASAS Y FINCAS HISTÓRICAS EN MADRID, CASTILLA- LEÓN, CASTILLA- LA MANCHA Y EXTREMADURA 679 99 31 22