ABC SEVILLA 18-09-1991 página 52
- EdiciónABC, SEVILLA
- Página52
- Fecha de publicación18/09/1991
- ID0003620620
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52 ABC REPORTAJE MIÉRCOLES 18- 9- 91 Una expedición española buscará los Los investigadores esperan encontrar importantes vestigios de la histórica nave capitana Ambicionada desde siempre por arqueólogos y aventureros de todo el mundo, casi inmersa en la nebulosa de lo imposible, como si nunca hubiera existido, la nao Santa María que capitaneó Colón en el descubrimiento de las Indias, está a punto de convertirse de nuevo en una r e a l i d a d a d q u i r i e n d o p a r a siempre el peso y la identidad que la Historia, vengativa, le arrebató en la fatídica noche del día de Navidad de 1492. Un equipo de la División de Arqueología Naval de la Sociedad Estatal Quinto Centenario, departamento que encabeza el capitán de fragata Enrique Lechuga, tiene previsto comenzar el próximo mes de noviembre los trabajos de localización y posible excavación de los restos de la nave en Cabo Haitiano, al norte de la isla de Haití. El proyecto Santa María que dirige Joaquín Cazorla, está considerado por su responsable como la investigación de mayor solvencia científica de cuantas se han realizado nunca para hallar el paradero de la nave que cambió el rumbo de la Historia. El proyecto está basado en un estudio histórico sobre la escasa información aportada por el desaparecido diario de navegación de Cristóbal Colón, en las transcripciones de Fray Bartolomé de las Casas y del hijo del Almirante, Fernando Colón, y en un análisis geológico de la línea de costa haitiana. Ambos ejes de investigación han facilitado información inédita sobre el lugar y las circunstancias de la varada de la Santa María posibilitando un alto porcentaje de éxito en el hallazgo de sus restos, según Cazorla. S a m m u e l E l l i o t M o r i s o n la de mayor credibilidad científica, que en 1938 estudió la navegación de las tres n a v e s del D e s c u b r i m i e n t o desde Palos de Moguer a Guanahaní. Madrid. Pedro Corral Noche de luna llena. La mar está mansa como el agua de una escudilla. Llegan de la tierra inhóspita, a babor, ecos de vida desconocida. Sólo un mozo vela por el sueño del Almirante descubridor del Nuevo Mundo y de toda la tripulación... Un crujido leve, seguido de otro más fuerte y, después, un choque final. La nave se escora. El Almirante, apenas abandona la toldilla, da las el día 24 había plenilunio total, por lo que la varada se produjo en la marea máxima del año. Y además- continúa Cazorla- hubo oposición entre el sol y la luna, circunstancia que se produce cada diecinueve años, por lo que la marea no podía estar más alta. ¡Colón tenía que esperar seis m e s e s a o t r a m a r e a máxima para sacar de varada la Santa María e incluso, si se me apura, diecinueve años para que se volverían a dar las mismas condiciones! El relato de Colón sobre las distancias que separan la Santa María tanto del poblado indio de Guacanagarí como de la Niña ha proporcionado datos esenciales para establecer una zona de incertidumbre en la que se puede encontrar hoy la nao. Tras fracasar en el intento de remolcar la Santa María con los bateles y barcas de la propia nao y de la Niña habiendo aligerado la cubierta y cortado el palo mayor, el Almirante envía a un oficial, Diego de Arana, para pedir auxilio a los indígenas de Guacanagarí. Bahía Caracol Según explica Cazorla, el marino norteamericano cometió dos grandes fallos al situar el lugar de varada de la Santa María El primero de ellos- d i c e- fue fiarse de una nota nota marginal del descubridor de la transcripción de Fray Bartolomé de las Casas, Martín Fernández de Navarrete, quien aseguraba que la nao había encallado en la Bahía de Caracol, a diez kilómetros de Cabo Haitiano. El segundo, más grave si cabe, fue no aplicar el cambio del calendario juliano al gregoriano en 1582, por lo que nunca pudo saber ni la verdadera posición de la luna ni el estado de la marea el día que varó la nave El estudio histórico sobre el diario de navegación de Colón, en las versiones de De las Casas y de Fernando Colón, se ha centrado en la singladura de la Santa María y la Niña por la costa norte de Haití, entre los días 24 y 25 de diciembre de 1492, desde que parten del Mar de Santo Tomás hasta el accidente de la nao en Cabo Haitiano. Todos los datos que no salgan de estos documentos son pura fantasía, porque el único testimonio que tenemos de lo que sucedió es el de Colón, aunque las transcripciones de su diario sean versiones cortadas y resumidas subraya Cazorla. La varada en la línea de restingas (arrecifes de coral) de Cabo Haitiano se produjo a las cuatro de la madrugada del día 25 de diciembre. La reconstrucción de la situación a s t r o n ó m i c a de esa j o r n a d a ha aportado la respuesta definitiva a la pregunta de por qué Colón no pudo salvar la Santa María y decidió abandonarla. Los investigadores españoles han topado aquí con una de esas insólitas combinaciones del azar que produce escalofríos: sin ese caprichoso juego del destino, la Santa María no estaría en el lugar donde ahora España va a intentar recuperarla. Distancias claves Colón apunta tres veces en su diario que la distancia desde Cabo Haitiano al poblado es de tres leg u a s y s e ñ a l a t a m b i é n q u e la Santa María está a legua y media La última En tierra firme Nuestra investigación es una extraña mezcla de los más refinados procedimientos de la estadística matemática y del cálculo de probabilidades con verdades de Perogrullo afirma Cazorla, quien sitúa el paradero de la nao de Colón en un lugar de tierra firme de la Bahía de Cabo Haitiano, sepultada bajo toneladas de sedimentación de origen fluvial, a una profundidad de no más de nueve metros. L o s f r a c a s o s de a n t e r i o r e s proyectos de búsqueda no han arredrado al equipo de investigadores españoles, quienes se muestran virtualmente convencidos de haber corregido los errores de las expediciones precedentes, en especial la de La suerte de Colón Según el estudio del catedrático de Astronomía Miguel Sevilla de Lerma, de la Facultad de Matemáticas de la Universidad Complutense, 1) Un rey amigo. El día 21 de diciembre de 1492, la Santa María y la Niña en su ruta por el norte de La Española, llegan al Mar de Santo Tomás, en busca de un poblado cuyo rey les ha enviado mensajero. La Pinta había emprendido el regreso a España. 2) Hacia Cabo Santo. A primeras horas del día 24, el Almi- rante manda zarpar del Mar de Santo Tomás hacia la bahía de Cabo Santo, hoy Cabo Haitiano. No hay a p e n a s v i e n t o A las once de la noche la nao está a una legua de Cabo Santo. 3) La varada de la nao. En la madrugada del 25, cuando la tripulación duerme, salvo un mozo de guardia, la Santa María