ABC SEVILLA 31-08-1990 página 51
- EdiciónABC, SEVILLA
- Página51
- Fecha de publicación31/08/1990
- ID0003575220
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-VIERNES 31- 8- 90 SUCESOS ABC 51 Los Izquierdo, cuyas cuentas han sido bloqueadas por orden judicial, hacían prácticas de tiro en su casa El padre de dos de las víctimas de Puerto Hurraco acudió al juzgado con un cuchillo La gente corrió asustada y el hombre fue reducido por la Policía Castuera (Badajoz) Ricardo Domínguez Eran las doce menos diez de la mañana del jueves cuando las hermanas Izquierdo- -Angela y Luciana- -quienes habían viajado desde Madrid en tren hasta Badajoz durante toda la noche, ¡legaban al Juzgado de Castuera. Las mujeres, que vestían de negro, iban a bordo de un Opel Kadett del Cuerpo Nacional de Policía. Delante de ellos abría camino un Renault 4 de la Guardia Civil y, como cierre de comitiva, un coche Z de la Policía. La salida del automóvil y la entrada al Juzgado puede calificarse de apoteósica por cuanto las mujeres tuvieron que ser protegidas por las Fuerzas del Orden Público ante la multitud de fotógrafos, periodistas y curiosos que se agolpaban ante las puertas del Palacio de Justicia. Hubo insultos, gritos, empellones, codazos... hasta que... finalmente, los inspectores lograron hacer entrar a empujones a las hermanas Izquierdo para ser presentadas, tras su extrañísima ausencia, ante el juez Casiano Rojas, quien poco antes había interrogado al marido de Emilia Izquierdo. hacer con las hermanas, si ponerlas en libertad o internarlas en un centro penitenciario o psiquiátrico, el señor Sena Arguelles señaló que lo primero es tomar declaración a las mismas para saber lo que dicen y nosotros poder deducir de sus propias declaraciones y contrastarlas con las de sus hermanos A medida que va transcurriendo el tiempo van caldeándose los ánimos o, mejor dicho, el ambiente. Por ello, a eso de las dos menos veinte de la tarde la puerta del Juzgado de Castuera es un impresionante hervidero humano que se ha desbordado sobre todo por la chiquillería que, ociosa por estar aún de vacaciones de verano, había encontrado un espectáculo gratuito. Era pues la España diferente que, en contrapunto a la tragedia ocurrida en la noche del domingo, había organizado un jolgorio popular, sobre todo cada vez que las cámaras de televisión tomaban algún plano. Pero el punto culminante, y asimismo en contrapunto a todo este jolgorio, se registraría a eso de las dos cuando Antonio Cabanillas, padre de las dos niñas asesinadas en Puerto Hurraco, hace acto de presencia en la plaza y se ve asediado por los informadores que insistentemente le piden declaraciones. Y cuando todo parece que va a discurrir con relativa tranquilidad, el asedio es tan fuerte que tiene que intervenir la Policía Municipal que llega hasta él incluso subiéndose encima de los automóviles allí estacionados. No acabará aquí la cosa ya que, en un determinado momento, y cuando la fuerza pública invita a Antonio Cabanillas a introducirse en un turismo para sacarlo de toda aquella multitud, un agente de la Policía realiza un improvisado y rápido cacheo y descubre que Antonio llevaba oculto entre sus ropas un im- Al llegar a Castuera, Angela y Luciana izquierdo, fuertemente custodiadas por las Fuerzas del Orden, fueron llevadas al Palacio de Justicia, donde prestaron declaración ante el juez Casiano Rojas presionante cuchillo de no menos de 25 centímetros de hoja. Se hace la desbandada general, ya que los allí presentes creyeron que era este hombre el que, por su cuenta, había decidido sacar el arma. Gritos, chillidos: ¡asesino, asesino! y, de nuevo, la fuerza pública que realiza un registro en el automóvil de Antonio, donde se descubre una navaja y un martillo de los denominados de bellota. Finalmente, y a bofetadas, puñetazos, empujones y puntapiés, el hombre es llevado prácticamente en volandas entre guardias civiles, policías nacionales, policías secretos y municipales y un sinfín de brazos de no se sabe quien, que le introducen en el Juzgado. Un punto oscuro A la una menos veinte hacía acto de presencia y ofrecía una improvisada rueda de prensa en plena vía pública el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, Jorge Sena Arguelles, y a las preguntas de los informadores sobre un punto oscuro en todo este asunto, matizó que aún no había podido hablar con el juez y no conocía nada sobre el mismo. En otro momento, el señor Sena, al ser interrogado sobre la relación que podrían tener los sumarios que se van ahora a desempolvar tanto respecto a la muerte de un Cabanillas como del incendio de una casa en Puerto Hurraco- -en el informe técnico del caso se señala que fue provocado con un bidón de gasolina- el fiscal jefe matizó que posiblemente habría alguna relación y aunque creía que la palabra desempolvar no era muy correcta la realidad es que iban a sacar estos sumarios, ya concluidos, de los archivos para unirlos a este nuevo sumario como piezas de convicción. Finalmente, a la pregunta de qué se iba a Ahora que sufra el pueblo Mientras, a medida que transcurren los días se van conociendo nuevos detalles sobre la detención de los hermanos izquierdo. En este sentido, ABC ha podido saber que en el momento de ser capturados, una persona les dijo: No tenéis corazón a lo que Antonio respondió: Ya he vengao la muerte de mi madre. Durante seis años he estado sufriendo, ahora, que sufra el pueblo Asimismo, en el interior de la casa de los Izquierdo, cuando fue registrada por la Guardia Civil, fueron encontrados al menos trescientos cartuchos de postas, así como una docena de impresionantes cuchillos. Como detalle anecdótico cabe señalar que la familia Izquierdo hacía prácticas de tiro en su propia casa, hasta el punto de haberse encontrado varios techos agujereados. Además, por orden judicial, han sido bloqueadas las cuentas y bienes de los Izquierdo, e incluso las 19.000 pesetas que uno de ellos portaba al ser capturado. El juez ordenó el ingreso en el psiquiátrico de las hermanas Izquierdo Castuera (Badajoz) Efe El juez que instruye las diligencias del suceso de Puerto Hurraco, Casiano Rojas, informó hoy de que ha ordenado la detención y reclusión de Luciana y Angela Izquierdo en el Hospital Psiquiátrico de Mérida. Luciana y Angela, hermanas de los presuntos autores de la matanza en la que perdieron la vida el pasado domingo siete personas, prestaron hoy declaración en el Juzgado de Castuera. Por otra parte, Rojas decidió igualmente ordenar la prisión provisional para Antonio Cabanillas, padre de las dos niñas muertas en el suceso, y que fue retenido esta mañana por fuerzas de seguridad en el Juzgado de Castuera tras encontrársele un arma blanca. El juez señaló que la declaración efectuada hoy por las dos hermanas Izquierdo fue extensa y difícil con muchos puntos oscuros que contrastar por lo que decretó que fueran detenidas y examinadas en el centro psiquiátrico de Mérida, en el que ya estuvieron ingresadas en una ocasión. Luciana y Angela Izquierdo no aportaron datos concretos sobre el suceso en el interrogatorio que se prolongó durante todo el día de hoy, señaló Rojas, quien precisó que las mujeres no cayeron en ninguna contradicción y se refirieron a su intención de entrevistarse con el presidente del Gobierno, Felipe González. El juez señaló que durante el interrogatorio, las hermanas Izquierdo acusaron a la Guardia Civil de la muerte de su madre en el incendio que se produjo en su vivienda de Puerto Hurraco hace seis años, mientras exculparon a los vecinos de la pedanía de este hecho. Con respecto a Antonio Cabanillas, Rojas manifestó que fue detenido por un supuesto delito contra la vida en grado de tentativa y que, en el momento en que fue sorprendido con el arma blanca, no estaba bebido. El juez agregó que probablemente suspenda mañana los interrogatorios aunque manifestó su intención de volver a tomar declaración a las hermanas Izquierdo en el plazo de 72 horas. Sobre el paradero de la tercera hermana de los supuestos autores del delito, Emilia Izquierdo, Rojas precisó que se encontraba localizada y que será llamada a declarar próximamente junto con su marido, Leopoldo Sánchez.