ABC SEVILLA 21-10-1950 página 6
- EdiciónABC, SEVILLA
- Página6
- Fecha de publicación21/10/1950
- ID0002704966
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FINALES DEL AÑO SANTO LA SEPULTURA DE S A N P E D R O L A letra impresa y la radiodifusión hicieron trascender en su día a todo el orbe cristiano la noticia sensacional, suscitando la devota expectación del pueblo fiel y la curiosidad de historiadores y arqueólogos. Había sido hallada la sepultura del Príncipe de los Apóstoles. La noticia hubo, sin duda, de precipitarse, pues hasta ahora no alcanzó su confirmación autorizada. Al parecer, el hallazgo se había producido con ocasión de ciertas excavaciones. practicadas en el subsuelo del Vaticano. Pero, ¿qué excavaciones fueron éstas y en qué lugar, concretamente, habíanse llevado a cabo? Para la información del lector, conviene aducir algunos antecedentes his 1 Jesucristo de entrega las llaves del Cielo a SanPedro (Cimborrio Sixto IV, en las grutas d e l Vaticano. Siglo X V dro conservada en el Vaticano, en lugar no preciso. Mucho debió pesar esta creencia, cuando en el siglo IV, Constantino, al edificar la primitiva basílica de San Pedro, hubo de elegir un emplazamiento técnicamente incómodo, en el flanco de la colina, que imponía la ejecución de enormes obras de desmonte, por una parte, y de relleno, por otra. Igualmente resulta bien significativo que a la elección no obstara la necesidad de remover una gran necrópolis, protegida por las leyes romanas, que quedó terraplenada y sumergida desde entonces. El actual San Pedro, el de Bramante y Miguel Ángel, ocupa en Roma, como es sabido, el emplazamien I G r e c o q u e s e c o n s e r v a e r le C a t e d r a l o a n P c í r c óloo rV; to de la primitiva bade Toledo. sílica constantiniana del siglo IV. Los arquitóricos y aludir, igualmente, a antiguas y tectos renacentistas, después de haber demolido la venerable construcción hasta envenerables tradiciones. Un texto del siglo III recoge las pala- rasarla al nivel del suelo, dispusieron el bras de Gayo, sacerdote romano, atestl- enlosado del nuevo templo a tres metros, guandp la existencia de esas tradiciones aproximadamente, sobre el pavimento del que señalaban la colina vaticana como lu- antiguo. El espacio intei- medio, abovedado, gar donde podían venerarse los trofeos forma los subterráneos conocidos por cripdel Vicario de Cristo. ¿Significaba el tér- tas o grutas del Vaticano. En ellas, según mino trofeos tanto como tumba, o ha- costumbre secular, se labraron las tumbas cía referencia sólo a algún monumento de muchos Papas y personajes ilustres. Al conmemorativo del sitio en que Pedro pa- ej- ecutarse las- obras, antes de la última deció su martirio? La circunstancia de lo- guerra mundial, para emplazar el mausocalizarse este martirio en el ciroo erigido leo de Pío XI, hubo necesidad de rebajar el al pie de la colina, en los días de Nerón, suelo de la gruta, pues la altura del monurelacionada con el hecho de la contigüi- mento proyectado así lo exigía. Los descudad de este paraje con una necrópolis pa- brimientos arqueológicos a que se llegó en gana- -luego aprovechada para enterra- el curso de estos trabajos decidieron al Vamiento de los cristianos- afianzo la creen- ticano a emprender excavaciones sistemácia popular sobre una tumba, de San Pe- ticas. Comenzadas hace unos diez años, fueron ya terminadas, sin duda, definitivamente, efectuándose el vaciado sin comprometer, por. otra parte, la solidez del edificio. E n 1941 las excavaciones alcanzaron, escribe el arqueólogo Paul Lemerle, el suelo virgen, precisamente en la zona que despierta mayor curiosidad, la atribuida a la tumba del Apóstol, de la Confesión nombre con que es conocida. No obstante, del deseado descubrimiento no se hicieron hasta ahora declaraciones formales. Los órganos del Vaticano han guardado una prudente reserva, en tanto que la Prensa americana y europea extraviaba la opinión con sus informaciones desprovistas de fundamento oficial. A l mensaje radiado por Su Santidad Pío XII en 1942, no ha seguido ningún otro. Se sabe tan sólo que las excavaciones en las grotte véchie han hecho posible llegar a los cimientos de la basílica de Constantino, pero no identificar los muros del circo de Nerón- -no obstante haberse probado que se encuentran muy próximos- permitiendo, -asimismo, estudiar interesantísimos restos arqueológicos del arte funerario de la Boma imperial. De los resultados de las obras en la zona de la Confesión grotte nuove poco o nada se conoce en suma. En su mensaje de 1942, el Santo Padre sí alude, subrayando la alusión, a un importante monumento de forma simple en una de cuyas paredes sé aprecian grafías cristianas. ¿Qué puede pensarse de la significación de este monumento en relación con las noticias propaladas? La solemne proclamación del hallazgo, anunciado en la Prensa desde hace mucho tiempo, aun no fué hecha. Declina ya el Año Santo, sin que a sus celestes horizontes de gracia haya asomado todavía el orto de la feliz nueva, largamente anhelada por la cristiandad. La sepultura del Pescador sigue ignorada. Pero él, en tanto, reivindicó para los siglos, en la Santa Iglesia, el mejor y más vivo monumento a su memoria, el monumento donde por Eterna Palabra le fué conferida la función de piedra fundamental, Cefas contra la que los poderes tenebrosos jamás habrán de prevalecer. Rafael I AFPON