ABC MADRID 24-05-2005 página 44
- EdiciónABC, MADRID
- Página44
- Fecha de publicación24/05/2005
- ID0004921970
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44 Sociedad MARTES 24 5 2005 ABC Consumo investiga agencias de promociones publicitarias que imitan documentos oficiales Estudia si hay publicidad engañosa y si es lícito que simulen símbolos institucionales b El Instituto Nacional de Consumo, la Guardia Civil y la Agencia de Protección de Datos han iniciado investigaciones para determinar si se trata de una estafa ISABEL AGUILAR MADRID. Una promoción publicitaria que hace uso de símbolos institucionales ha colmado la paciencia tanto de la Comunidad de Madrid como del Instituto Nacional de Consumo que, en colaboración con la Guardia Civil y la Agencia de Protección de Datos, han abierto una investigación a agencias de promociones que supuestamente imitan documentos oficiales. Se trata de una carta que imita burdamente algunos emblemas de la región, como la bandera roja con estrellas- -aunque en lugar de siete aparecen cinco- -y el membrete, que incluye el nombre de Comunidad de Madrid El arte de la persuasión Las técnicas empleadas para que este tipo de documento llegue a resultar creíble son de lo más variopintas. Así, en este caso, se alude en el encabezado a dos artículos del reglamento notarial- -el 199 y el 211- -que según fuentes del Instituto Nacional de Consumo no dicen nada y se usan para otorgar seriedad a la nota, ya que sólo hacen referencia a la acreditación de la firma del notario Son estrategias que crean dudas e inducen a error pero sus promotores suelen actuar al filo de la ley sin sobrepasarlo por lo que generalmente es difícil achacarles algún delito que no sea el de publicidad engañosa empleada para captar la atención de los compradores potenciales. Algo similar ocurre con aseveraciones como ha sido agraciado totalmente gratis, sin sorteo y sin compromiso de compra... que pretenden hacernos creer que el regalo ya es nuestro y luego hay que someterse a una serie de interrogatorios inacabables, acudir a tediosas charlas en las que el objetivo es anestesiar a los asistentes con mensajes de venta a discreción o, como en este caso, el valor del premio no es siempre tal, ya que oscila entre una cantidad sensiblemente inferior y la indicada, a la que posteriormente hay que aplicar una serie de gastos administrativos. Son muchas las denuncias que los ciudadanos presentan ante los organismos públicos encargados de velar por sus derechos como consumidores. La directora general de Consumo de la Comunidad de Madrid, Carmen Martínez de Sola, asegura que no es la primera vez, ni será la última, que se reciben quejas relativas a este tipo de promociones por lo que envía un mensaje de alerta y advierte que ellos pueden investigar y finalmente sancionar a Promoción que investiga Consumo, en cuyo encabezado se aprecian elementos que imitan un documento oficial las empresas fraudulentas pero no pueden evitar que los ciudadanos resulten estafados. to por turnos de un inmueble. Este proceso de venta también motiva abundantes quejas y reclamaciones por parte de los usuarios que invierten en él, ya que suele generar insatisfacciones El modo en que estas empresas consiguen la información de sus destinatarios es otro aspecto que merece una investigación rigurosa, ya que una base ABC La multipropiedad, el telón de fondo Martínez de Sola subraya que es la venta de viviendas en multipropiedad el gran tema que suele estar detrás de este tipo de promociones, o lo que es lo mismo, el derecho de aprovechamien- de datos dispuesta a vender nuestro nombre y dirección y un sistema aleatorio de selección es lo único que hace falta para que llegue a nuestro domicilio una carta o citación de este estilo. Según Martínez de Sola, el sistema de protección de datos es vulnerado constantemente por lo que hay que llamar la atención de los usuarios para que cuando firmen algún documen- CONFIESO QUE HE PICADO JOSÉ MANUEL NIEVES o hice, lo confieso. Fue hace años, pero lo hice. Malgasté toda una mañana de sábado tras el fantasma de una semana gratis, con todos los gastos pagados, en un paradisíaco apartamento en la playa. Sólo había que ir a la maldita reunión a recoger el premio, con billete de avión incluido. Eso y llevarse, L además, el bonito reproductor de CD portátil, estéreo y con radio incorporada. Nada más llegar me di cuenta de que algo andaba mal. El formulario tenía cuatro hojas, cuatro, y algunas de las preguntas eran de esas que sólo se contestan en presencia de un abogado. En la sala, semillena, medio centenar de personas se miraban de reojo, con desconfianza, como preguntándose si tanta suerte era posible, si habría suficientes viajes para todos. La reunión sólo empezó cuando los organizadores consideraron que había gente suficiente. Había que comprar un piso. Bueno, un trozo de piso, el derecho a tener un piso, pero sólo durante unos días cada año. En ningún lugar del folleto que apareció días antes en mi buzón se decía nada de compras. Sólo una carta para mí, con mi nombre y apellidos, con mis premios, con el sorteo ante notario, con el apremio de acudir personalmente... Me levanté para irme y, de inmediato, me hicieron gestos de que esperara, para no interrumpir. La buena educación ante todo. Me lo tragué, lo admito. Las dos horas completas. Estoy mejor ahora que lo he dicho.