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ABC MADRID 24-02-2003 página 35
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ABC LUNES 24 2 2003 Madrid 35 Si fuera una persona, estaría entrando en la edad adulta. La Comunidad de Madrid, veinte años después de nacer sobre el papel, se ha consolidado por su gran peso político y económico. En el proceso de elaboración de su Estatuto, se entremezclan, con diferentes papeles, nombres como los de Joaquín Leguina, José Borrell, Luis María Huete, Isaac Sáez, José Acosta y hasta José María Aznar Veinte años de autonomía POR: SARA MEDIALDEA FOTOGRAFÍA: ABC Un pequeño despacho de la madrileña calle Gurtubay sirvió de escenario para elaborar las bases del Estatuto de Autonomía de Madrid, de cuya puesta en marcha se cumplen ahora 20 años. Entre aquellas paredes, representantes de PSOE y de UCD compactaron las ideas clave sobre las que posteriormente debatieron también con AP y PCE. Eran tiempos de consenso, y todas las formaciones perseguían un mismo objetivo: la autonomía para Madrid. Jueves, 25 de junio de 1981, doce y media de la mañana. En el castillo de Manzanares el Real se reunió el pleno de la Diputación provincial de Madrid, con un único punto en el orden del día: iniciar el proceso hacia la autonomía. A la cabeza estaba su presidente, José María Rodríguez Colorado. Por el PSOE, intervino su portavoz, José Borrell; por el PCE, Luis Larroque; por parte de UCD, el portavoz fue Emiliano Rodríguez. Javier Menor intervino también desde el grupo mixto. La propuesta se aprobó por 48 votos a favor, una abstención y dos ausencias. Dos años después, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el texto del Estatuto, que entraba en vigor el 3 de marzo de 1983, tras un nuevo pleno de la Diputación, esta vez en el palacio de Miguel Ángel, 25- -hoy Delegación de Gobierno- Al mismo asistieron como invitados senadores y diputados como José Prat, José Acosta, Carlos Ruiz Soto, Isaac Sáez o José Gil. Y también los tres cabezas de lista a las primeras elecciones autonómicas en Madrid: Joaquín Leguina por el PSOE, Luis Guillermo Perinat por Alianza Popular y Lorenzo Hernández por el PCE. La razón: Todos creían que Madrid se los comería Como curiosidad, Huete explica que en esta primera redacción del Estatuto no se habló de la bandera de Madrid; eso no se planteó hasta más adelante Espíritu de consenso La redacción del estatuto por este grupo duró alrededor de cuatro meses, en los que primó el entendimiento. Una vez elevado el texto a las jerarquías de los partidos, apenas hubo correcciones. Todavía se vivía, entre los partidos políticos, el ambiente de consenso que reinaba cuando se elaboró la Constitución española Pero además, lo que se introducían allí no eran dogmas, sino cuestiones muy técnicas y había un acuerdo prácticamente general en que Madrid alcanzara también su autonomía. Tras la publicación del Estatuto de autonomía se produjeron, en ese mismo año 1983, las primeras elecciones autonómicas en Madrid, que ganó Joaquín Leguina, pro el PSOE. En ese primer mandato fue también entonces cuando Esperanza Aguirre, ahora candidata a presidenta de la Comunidad, entró en el Ayuntamiento Otro protagonista de excepción que conserva recuerdos de la elaboración del Estatuto de Autonomía de Madrid el diputado nacional del PSOE José Acosta. Con el inicio del proceso constitucional, las regiones comenzaban a fijar posiciones: en Castilla- La Mancha, en Castilla- León, todos querían constituirse en comunidad autónoma. ¿Pero y Madrid qué? Leguina vota la constitución de la Mesa del primer Parlamento regional Madrid limita... La superficie de la Comunidad de Madrid es de algo más de 8.000 kilómetros cuadrados, equivalente a 800.000 campos de fútbol o a todas las islas Canarias juntas. Sus cinco millones largos de habitantes le suponen ocupar el puesto número 107 en el ranking mundial. Tiene más población que Noruega, y más que cinco comunidades autónomas juntas: Aragón, Asturias, Baleares, Canarias y Cantabria. De cada 100 taxis que hay en España, 22 circulan por la Comunidad de Madrid. Los 2.800 kilómetros de sus carreteras puestos en línea recta, llegarían hasta Varsovia. Y los 6.000 kilómetros de tuberías de distribución domiciliaria de agua permitirían ir de Madrid a Oslo y volver. Huete aún recuerda cómo fueron aquellas negociaciones: hubo algunos puntos de debate encendido, como por ejemplo lo relativo al nombre que se le daba a la autonomía: había quien proponía llamarla diputación pero eso recordaba al pasado; otros apostaban por distrito capital pero al final triunfó la denominación de comunidad autónoma de Madrid en varias: Madrid norte, sur, este y oeste; se optó por la primera vía. Número de diputados Igualmente, se abrió el debate sobre el número de diputados por la autonomía madrileña. Optamos por uno por cada 40.000 habitantes, lo que daba un total de 103 en aquel momento Para llegar a este acuerdo, se tuvo en cuenta lo que pasaba en otras comunidades en La Rioja, por ejemplo, había uno por cada 6.500 habitantes. En Navarra, uno por cada 8.500. En Cantabria, uno por cada 10.500. En Murcia, uno por cada 18.500. En Castilla- La Mancha, uno por cada 28.500. En Andaulicía, uno por cada 50.000 A la hora de redactar el Estatuto de Madrid, el equipo técnico encargado de ello tuvo ocasión de tomar referencias de lo que ya se había hecho en el reto de las comunidades ya conformadas. De hecho, las primeras en hacerse con un estatuto de autonomía fueron el País Vasco y Cataluña, en el 79. En el 81 lo tuvieron Galicia, Andalucía, Asturias y Cantabria. Y en el 82, otras siete comunidades se incorporaron. Las cuatro últimas, incluida Madrid, lo hicieron en 1983. Fuimos los últimos, entre otras cosas- -recuerda Huete- -porque nadie quería quedarse con nosotros: ni Castilla- La Mancha ni Castilla- León deseaban incorporarnos a sus autonomías Ponencia con Aznar Nadie quería a Madrid: temían que el peso de la capital les desbordara Como recuerda Acosta, decidimos intentar, en una reflexión sobre todo del PSOE, que Madrid fuera una comunidad autónoma más Los trabajos en este sentido se iniciaron en torno a 1979, cuando Carlos Revilla presidía la diputación provincial Realizaron estudios sobre los pasos a seguir, y así se llegó al castillo de Manzanares el Real, en 1981. Acosta tenía entonces 32 años. El café para todos también afectó a Madrid. El estatuto inició su proceso legislativo en las Cortes. Acosta recuerda que en la ponencia constitucional estaba como ponente, por parte de AP, un joven José María Aznar y otros históricos como Simón Sánchez Montero, por el PCE. La autonomía se hizo en Madrid por necesidad pero ahora es más que una autonomía, más que una comunidad histórica: es- -añade el diputado socialista- -el rompeolas de todas las Españas Testigo directo Lo que pasó entre ambas fechas lo conoce a fondo Luis María Huete, diputado regional en la actualidad, ex teniente de alcalde y ex alcalde de Madrid, que fue uno de los redactores del borrador del Estatuto que dio lugar al texto definitivo. Hubo un primer pacto entre el PSOE y UCD sobre el anteproyecto del Estatuto. Una vez elaborado- -añade- se pasó el texto a PCE y AP para que hicieran sus aportaciones Los trabajos se llevaron adelante en un despacho del letrado de las Cortes Manuel Fraile Cruilles, situado en la calle Gurtubay Por parte de UCD, la negociación la llevaban adelante José María Fluxá y el propio Luis María Huete. Por el PSOE, recuerda, Juan Lobato y Julio Rodríguez. Los jefes eran Domenech por UCD, y José Acosta por el PSOE Ante ellos rendía cuentas esta comisión de técnicos encargada de elaborar el borrador de Estatuto. Pese a los 20 años transcurridos, Circunscripción única Otra discusión se centró en torno a si convenía hacer una circunscripción única o se dividía el espacio geográfico

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