ABC MADRID 19-01-2003 página 54
- EdiciónABC, MADRID
- Página54
- Fecha de publicación19/01/2003
- ID0004830287
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54 Cultura DOMINGO 19 1 2003 ABC Ramón en su Torreón reconstruye el despacho errante de Gómez de la Serna Un libro prologado por J. M. Bonet ilustra el ámbito privado del autor ha reconstruido el Torreón de Ramón Gómez de la Serna, que podrá ser visitado en la planta segunda durante tres años ABC MADRID. Cuenta el prologuista de Ramón en su Torreón que éste es un libro de details exacts sobre un microcosmos, sobre un mundo en miniatura, sobre un lugar mítico, mágico, legendario: el Torreón del genial escritor madrileño, con el que arranca nuestra modernidad Se trata del despacho de Ramón Gómez de la Serna, otra de sus obras maestras que fue construyendo y reconstruyendo de acuerdo con su propia peripecia humana. Prosigue Bonet: Torreón propiamente dicho sólo hubo uno, el del número 6 de la calle Velázquez, donde hoy se alza la parte del hotel Wellington construida en los años sesenta. Y sin embargo, desde la calle de la Puebla hasta el número 1974- 76 de la bonaerensa calle de Hipólito Yrigoyen, pasando por el chalet de la calle María de Molina 44, y por el piso del 38 de la calle Villanueva, Ramón no hizo sino ir modificando un proyecto de interior que con muy pocas variantes fue siempre el mismo Donado al Ayuntamiento de Madrid por la viuda del polifacético escritor en 1967, aún conoció diversas vicisitudes, hasta el punto de que podemos hablar de un despacho errante Instalado en 1972 en la Casa de la Carnicería, luego vuelto a meter en cajas; instalado en 1980 en el Museo Municipal; vuelto a meter luego en cajas; reinstalado ya en los años noventa en un nuevo espacio de esa pinacoteca; vuelto a meter luego en cajas; presentado en 2002 en el CARS dentro de la exposición Los ismos de Ramón Gómez de la Serna y un apéndice circense y vuelto a meter luego en cajas hasta ahora En fin, el libro que la Fundación Web El Museo Reina Sofía Gabinete en el Reina Sofía El estudio de Ramón ha sido reconstruido en la segunda planta del Museo Reina Sofía de Madrid, donde permanecerá tres años, prestado por el Ayuntamiento. La Fundación Wellington acaba de publicar Ramón en su Torreón libro espléndidamente ilustrado cuyo texto ha sido escrito por el director del CARS, Juan Manuel Bonet. Cuatro Torreones fueron habitados por el escritor, aunque sólo hubo uno al que propiamente se le puede llamar así. Torreones o celdas los tuvo en la calle de la Puebla; en un chalet de tres plantas en la calle de María de Molina, 44; en el número 6 de la calle de Velázquez (hoy Hotel Wellington) en el número 38 de la calle Villanueva; y en la calle Hipólito Yrigoyen 1974- 76, de Buenos Aires, que puede definirse como la versión definitiva y que fue donado por la viuda del escritor, Luisa Sofovich, al consistorio madrileño, que lo recibió en 1967. Fue instalado en la Casa de la Carnicería en 1972; luego metido en cajas; y reconstruido en el Museo Municipal en los años ochenta y noventa. rías en el Rastro. Ramón, con una asiduidad incalificable, una asuididad de murciélago- -refiere y cita Bonet- -baja al Rastro y se convierte en notario de aquel pozal de cosas de aquel lugar de imágenes y de asociaciones de imágenes de aquellas cosas que considera maravillosas asociadoras de ideas Mediante el procedimiento de la lista, de la enumeración caótica, muy apropiado para ello, nos coloca delante del montón de cosas de los amontonamientos de objetos que caracterizan al Rastro, gruta de mar o tienda de mar que es lo mismo, playa cerrada y sucia de la gran ciudad La muñeca de cera protagoniza los Torreones. En el primitivo despacho de la calle de la Puebla- -cuenta Bonet- -habitó fugazmente, según diversos testimonios, la primera muñeca de cera del escritor, adquirida en el Rastro, un día que lo visitaba en compañía de su inseparable Tomás Borrás. Usted no ignora- -le dirá Ramón a Santiago Vinadrell- -mi pasión por las figuras de cera ni mi convicción de que no habrá Historia de España hasta tanto no tengamos un Museo de figuras de cera Ramón Gómez de la Serna y la muñeca de cera llington acaba de publicar nos muestra el abigarrado y modernista espacio vital en el que el mayor protagonista de la vanguardia más autóctona creó su obra. Un mundo de recortes de revistas y objetos inútiles, inverosímiles, pero inmaculados, fruto de sus cace- ALFONSO SÁNCHEZ PORTELA Con una asiduidad de murciélago, Ramón baja al Rastro y se convierte en notario de aquel pozal de cosas