ABC MADRID 19-04-2000 página 41
- EdiciónABC, MADRID
- Página41
- Fecha de publicación19/04/2000
- ID0002222138
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ABC MIÉRCOLES 19- 4- 2000 CULTURA UN ESPACIO HISTÓRICO EN LOS MUSEOS CAPITOLINOS 41 Después de 21 años de investigaciones, ha sido reconstruido el lugar donde se guardaban las tres mil tablas en las que estaban contenidas las leyes romanas, que aún hoy sustentan el ordenamiento jurídico de nuestra cultura Roma recupera el Tabularium, el archivo que custodió las leyes de toda su civilización En la época de esplendor de la Roma republicana, las tres mil tablas de bronce que recogían sus leyes y decretos se custodiaban como un auténtico tesoro en la colina más noble de la ciudad. Al cabo de 21 años de pesquisas arqueológicas y excavaciones, el Museo Capitolino abrirá al público el Tabularium, archivo de estado de aquella superpotencia, y los restos del templo del Jove de los infiernos ROMA. Juan Vicente Boo corresponsal a inauguración tendrá lugar el próximo 21 de abrü, 2.753 aniversario de la la fundación de Roma por los míticos Rómulo y Remo, precisamente, a los pies de esa colina donde se sucedieron los monumentos con el paso de los siglos. Entre las maravUlás del Capitolio figuraba el Tabularium, compendio de las leyes de Roma y pieza clave de im asombroso Estado de Derecho hasta que la dictadura müitar de Julio César asestó el golpe mortal a la República y dio paso al Imperio. Las tres mü tablas de bronce fueron destruidas por un incendio el año 69 después de Cristo, pero el emperador Vespasiano las reconstruyó a partir de las copias que se conservaban lejos, sobre todo en Hispahia según explicó la profesora Anna SommeEa, directora de la restauración. Con el paso de los siglos, las tablas del derecho terminarían convertidas en cañones y otros objetos poco cívicos. Tan sólo se ha conservado una, precisamente, el nombramiento imperial de Vespasiano, el primer resta u ador. Tras la construcción del senado medieval y del ayimtamiento renacentista sobre las ruinas del Tabularium, el archivo quedó reducido a ima galería donde se guardaban trastos inútües y que, según el alcalde Francesco RuteUi, tuvo como función más noble la de aparcamiento del automóvü oficial de algunos de mis antecesores La restauración ha sacado a la luz vestigios de la antigua grandeza: frisos, fragmentos de mosaico e incluso los restos de una antigua deidad. Se trata del Jove de los inñemos un dios maligno al que los romanos ren- L La descomunal efigie de Constantino preside la sala de Los Horacios y los Curiacos en los Museos Capitolinos, cuyo Tabularium fue inaugurado ayer por el presidente italiano Cario Azeglio Ciampi y por el alcalde Francesco Ruteli Tabulae: las tablas de la ley El Tabularium es el gran edificio de piedra cuya fachada todavía domina, imponente, el lado occidental del Foro de Roma, separándolo de la hondonada que ocupa la Plaza del Campidoglio, famosa por exponer la estatua ecuestre de Marco Aurelio. Por ello, está situado entre el Monte del Capitolio, al sur, donde se elevaba el famoso templo de Júpiter; y la Acrópolis de Roma, al norte, sobre la que hoy se eleva la iglesia de Santa María de Araceli. El Tabulariiim fue construido en época del dictador Süa, tras un incendio ocurrido el año 83 a. de C, por Quinto Lutacio Catulo, im importante personaje que fue cónsul el año 78 a. de C, para que sirviera como archivo público del Estado romano. En efecto, su nombre procede de que en él se guardaban las tabulae, o tablas legislativas, en las que estaban escritos los edictos y leyes de Roma, y que se grababan en tablas o en planchas, como la famosa Ley de las Doce Tablas, que se fundían en bronce para asegiorar su perduración eterna. El edificio, todavía bastante bien conservado, mide casi 75 metros de largo. Está hecho con bloques de tufo, ima piedra volcánica oscura traída de canteras próximas a Roma, en el río Annio. Está estructurado como una larga fachada en forma de pórtico, elevado sobre un basamento con arcos encuadrados por fuertes columnas dóricas de piedra caliza con capiteles de travertino, lo que da lugar a un bello juego de claroscuros. Por eUo tuvo un fuerte influjo en la arquitectura romana posterior, por ejemplo en el Coliseo, y de nuevo se imitó en el Renacimiento, cuando la Plaza del Campidoglio, a la que da por su parte opuesta al Foro, fue remodelada por Miguel Ángel y constituye uno de los lugares más beUos de Roma, sede actual del Aytintamiento de la ciudad y de los Museos Capitolinos. Martín ALMAGRO GORBEA dían culto simultáneamente al Jove bueno cuya estatua visible estaba justo encima. La reapertura del Tabularium completa la recuperación de espacios arqueológicos bajo la espléndida plaza diseñada por Miguel Ángel, que hoy se alza en lo alto del Capitolio. El antiguo archivo no conserva las tablas, pero sí una vista espectacular sobre los foros, hoy también en ruinas, excepto el vecino arco de Septimio Severo. La galería atesora el recuerdo de la primera gran Roma y la proximidad a otros dos lugares importantes: el Erarivim, donde se guardaban los dineros, y el Asylimi, donde se tramitaba la documentación de los extranjeros. Era una civilización refinada bajo el gobierno de un Senado de tradición bipartidista, al igual que la superpotencia de nuestros días. Hace dos mü años, el tira y afloja político se libraba entre los optimates conservadores, y los populares refomistas. Su debate daba lugar a las leyes y éstas, a la civilización occidental. La visita al Tabularium será, a partir del 21 de abril, un viaje a la nostalgia del primer gran Estado de Derecho.