ABC MADRID 22-04-1999 página 76

76 I ABC SOCIEDAD JUEVES 22- 4- 99 La matanza del colegio de Denver sume a los norteamericanos en el horror y la culpa La Policía encontró en los alrededores del TVece asesinatos, el suicidio de los dos high school treinta bombas caseras criminales y 28 heridos, resultado del caso Víctimas inocentes, terror, explosiones, disparos, histeria, niveles de odio y crueldad imposibles de explicar. No se trata de barbarie en los Balcanes, sino de otro colegio público en los Estados Unidos convertido en zona de guerra. Aunque el presidente Clinton no quiera utilizar la palabra epidemia, el baño de sangre cometido Para las gentes de este país, el conflicto en Kosovo se ha detenido en seco. No es que la OTAN haya dejado de atacar, es que la guerra la tienen dentro de casa, en un lugar tan poco propicio para este tipo de violencia obscena como una zona residencial de clase media a las afueras de Denver. Las autoridades han utilizado repetidamente la expresión de campo de batalla para describir el interior del colegio público Columbine hasta las 11: 30 del martes xm perfecto hlgh school con 1.800 alumnos matriculados. Washington. Pedro Rodríguez por dos estudiantes suicidas en el colegio Columbine ha seguido un guión ya tan habitual como doloroso, cuyos protagonistas siempre son muchachos violentos y con fácil acceso a todo tipo de armas. En esta ocasión, el asalto de Colorado se ha convertido en la mayor matanza escolar de toda la historia norteamericana. campo de minas. Durante su preparado asalto, los jóvenes atacantes utilizaron y esparcieron decenas de bombas caseras, cuya receta y planos se puede encontrar a través de Internet en cuestión de segundos. Tras ima primera jomada de rastreo, las autoridades han localizado treinta de estas cargas sin detonar, además de una bomba trampa instalada en el coche utilizado por uno de los asaltantes. Entre cadáveres Los cadáveres han pasado la noche en el colegio, mientras un nutrido grupo de paRegueros de sangre dres anhelantes, angustiaEsparcidos por el comedos e, indudablemente llorodor, la biblioteca y las aulas, sos, esperaban el müagro la Policía se ha encontrado que desgraciadamente no llecon trece cadáveres, im gó nunca, en las cercanías VÉK maestro y el resto estudiandel high school AUí pretes con menos de un mes de Dos jóvenes ante un cartel en el que puede leerse: Estas flores y oraciones guntaban una y otra vez soclases para terminar el cur- son para las víctimas inocentes y sus familias, no para los dos monstruos bre los chicos, sobre si haso. A esta cifra de víctimas bían logrado o no salir con mortales se suman 28 heridos El par de precoces asesinos, te matanzas de este tipo, con un vida de aquella carnicería, de con lesiones por bala, media doce- con acceso a múltiples armas au- resultado hasta esta semana de aquel desastre provocado por dos na de eUos en estado de máxima tomáticas, ha sido identificados decenas de heridos más catorce individuos, cuya actuación será gravedad. Entre libros de texto y como Eric Harris, de 18 años y estudiantes y maestros muertos. sin duda ahora objeto de diversos Los trabajos de identificación y estudios psiquiátricos. un completo arsenal, equipos Dylan Klebold, de 17. Sus nom SWAT (policías de éÚte y asal- bres se suman a los de otros ado- retirada de todas las víctimas Los artifícieros se han tomado to) se han topado también con los lescentes tan típicos de Estados mortales se han demorado más su tiempo examinando todas y cacuerpos de la pareja de estudian- Unidos- incapaces de realizar el de 24 horas. El centro escolar, da ima de las cientos de taquillas tes compinchados en esta mi- más mínimo juicio moral- y que además de mortal galería de tiro, que están a disposición de los esdesde 1997 han protagonizado sie- ha quedado convertido en im tudiantes. Los agentes también sión suicida Dispararon sobre un chico negro sólo porque era negro El testimonio de los supervivientes no deja mucho lugar a dudas de que Eric Harris y Dylan Klebold disfrutaron con cada minuto de su terrible matanza. Un gran número de testigos confirmaron cómo la pareja de asaltantes soltaba carcajadas y gritaba enérgicamente mientras provocaba un infierno entre sus compañeros de colegio. Tal y como ha recordado Crystal Woodman, ima estudiante que estaba en la biblioteca del instituto, cuando empezó el asalto; la actitud de los jóvenes denotaba que estaban haciendo algo divertido, gritando: ¿Qmén va a ser el próximo? Según explicó Crystal, cada vez que disparaban, la pareja de asesinos gritaba de satisfacción como si hubieran esperado toda su vida para hacer esto Como jugueteando con sus víctimas al gato y al ratón, uno de los asaltantes se habría acercado a una mesa bajo la que un alumno se intentaba refugiar. Tras decir el equivalente en inglés a cu cu el tirador acribilló al estudiante como si de un juego de mortal escondite se tratara. Josh Lapp, otro estudiante, manifestó que ahora tiene miedo de estar solo en la oscuridad. Me sentí como si hubiera vuelto otra vez a la infancia y fuera un niño muy pequeño Una compañera suya relató, entre lágrimas, cómo los agresores blandieron un revólver en su cara mientras reían. Luego, dispararon sobre un chico negro, sólo porque era negro Los asaltantes mostraron especial saña contra jovencitas, minorias raciales y estudiantes con aficiones atléticas; sus blancos principales, según los testigos. Los asesinos tenían fama de no estar integrados en las diversas actividades del colegio, además de expresar comentarios racistas contra compañeros negros e hispanos y contra los miembros del eqmpo de fútbol americano del colegio. La oficina del sheriff local ha confirmado la habilidad demostrada por estos jóvenes asesinos para fabricar objetos explosivos, sin que sus familias intervinieran. De hecho en las casas y los vehículos utilizados por los estudiantes, los artificieros han desactivado diversos artefactos. Dentro del colegio, las autoridades se han topado con bombas de relojería, cargas incendiarias y artefactos diseñadas para dañar al mayor número de, personas posible. Uno de los diseños más repetidos por los asaltantes equivale a una especie de granada de mano, cargada con metralla y pequeños contenedores de gas butano.