ABC MADRID 13-10-1997 página 137

A la derecha, tres de los componentes del grupo, sorprendidos ante la reacción de sus fans. Arriba, la mutitud de admiradoras que se concentraron en el hotel donde se hospedaban. Sobre estas líneas, miembros del S M J atienden a una joven A TR Backstreet Boys, obligados a suspender su concierto de Madrid por el histerismo de sus fans AS seis de la mañana del domingo, y ante el escenario en el que Backstreet Boys tenían que actuar por la tarde- en un concierto organizado por unos grandes almacenes- comenzaban a despertarse quienes habían pasado la noche allí, luchando por conseguir el mejor sitio, por estar más cerca. Las doce del mediodía, y en la misma plaza, frente al mismo escenario madrileño, el S AMUR (con toda la plantilla de voluntarios trabajando) había atendido ya a unas trescientas jóvenes. No pudo ser. La realidad numérica de los asistentes superó las expectativas más optimistas acerca delpoder de congregación del grupo musical. De cinco a seis mil LUNES 13- 10- 97 L fans se esperaban; unos diez mil intentaban controlar las fuerzas de seguridad cuando, cinco horas antes del comienzo del concierto, se anuló la actuación. Backstreet Boys han conocido el éxito hace apenas dos años, pero tienen la llave de ese triunfo millonario que arrastra masas, y de quinceañeras enamoradas, preferentemente. Las recetas mágicas del éxito musical juvenil empiezan a ser un secreto a voces. Una pizquita de baile (con el oportuno contoneo que las vuelve locas) cuarto y mitad de romanticismo, una ramita de acordes y el buen sabor que da a este suculento plato que los mozos que cantan estén de buen ver, y sean para todos los gustos. Como las Spice Girls pero sin picante. Y en macho. Los cinco componentes del grupo estadounidense no daban crédito a sus ojos- menos aún a sus oídoscuando, asomados a la ventana del hotel para saludar a sus fans, las paredes de la habitación retumbaron sonando a marabunta enloquecida. A gritos de pasión, de histeria, de amor loco profesado por nadie sabe a ciencia cierta cuántos mües de fans. Esta es la primera vez que Backstreet Boys han tenido que suspender un concierto. Claro que suelen formarse aglomeraciones en los países que visitamos, pero como esto, jamás. Es alucinante decían ellos, y volvían la mirada hacia la calle. Ellas, decepcionadas, se han quedado sin concierto, pero sólo de aio- mentó, porque los BSB (como los llaman los entendidos en la materia) se han comprometido a volver y cantar para todas- y todos, que también hay chicos entre sus seguidores- en un lugar más adecuado para reunir al mayor número de personas posible. Mareos, ahogos, aplastamientos, desvanecimientos. Y llantos, y cientos de cámaras de fotos y bolígrafos buscando una imagen junto a cinco chicos que casi no alcanzan los veinte años, y buscando su autógrafo. Sólo eso cuesta a veces la felicidad. Elena BRAVO TOMÁS p ABC I 37