ABC MADRID 13-11-1996 página 128

A la izquierda, el director del Circo Americano, Arturo Castilla hace entrega a Su Santidad el Papa Pablo VI de un cáliz de oro, como obsequio para las iglesias humildes. Sobre estas líneas, Castilla saluda al público desde la pista de su circo, al terminar una de las actuaciones. Abajo, de izquierda a derecha, Antonio Díaz Miguel, Paula Martel, Artiu- o Castilla y Concha Velasco en la Casa de ABC Un gran señor del Circo L gran sueño de Arturo era Edetardegran Circofijo, que Castilla deenladisponer un permanente Madrid. Esta otoñal en la el aire Villa y Corte está lavado por la primera nevada de la sierra, nos llega la inesperada y dura noticia de que Arturo Castilla no verá cumplido su gran sueño. Como un saltador circense que mide la fuerza de su tercer salto mortal este gran señor del Circo se ha derrumbado de repente. Todos los Circos del mundo estarán hoy de luto. Castilla era una figura universal. Para cuantos tenemos como Arturo en el corazón algo del payaso y algo del gran volatinero la desapararición de este fenomenal gigante del cielo circense es como si una gran carpa se derrumabra de reprente. El recuerdo inagotable del Circo Price está grabado junto al nombre ilustre de Arturo Castilla. El nombre de aquella original tropilla de payasos que Arturo animó junto a sus hermanos, Los Cape Dieron un nuevo estilo a las gracias de los tontos y los listos. Poblaron el Circo de Price de domadores saltinbanquis de insuperables. Nunca olvidarán cuantos le amaron sus singulares creaciones del artista como lo fue De Madrid al cielo ahora cuando las más altas condecoraciones internacionales homarán su último lecho. Aquella Evita de su gran época del Monumental, que fue su última etapa dibuja la gran personalidad de éste consagrada por París. Entre las evocaciones de Bufallo Bill y el recuerdo de Raquel Meyer, la larga y fecunda vida de Castilla fue una lección renacentista del talento para la risa, para la poesía, para la cultura. Tres cuartos de siglo quedan marcados por aquel payaso de su juventud y este pensador y literato que en estos años últimos coronaba una vida fecunda. Cuando el sueño de Arturo Castila, un circo permanente para Madrid, sea el Gran Circo Castilla, de Madrid. Lorenzo LÓPEZ SANCHO MIÉRCOLES 13- 11- 96 Su estela queda viva entre nosotros el mazazo de la IMPRESIONADO todavía porrecuerdos imbonoticia de la desaparición de Arturo Castilla, pasan por mi innumerables rrables en nuestra dilatada amistad. Decir que fue un gran caballero no es sino descubrir su paso por esta vida. Todo cuanto hizo, todo, estuvo impregnado de la seriedad, imaginación y eficacia que caracteriza al gran hombre del espectáculo. Lo fue. Circo, variedades, teatro... cualquier género contó con su atención y gran aportación. 128 ABC Nuestra Asociación de Productores Teatrales lo tuvo como presidente durante varios años. Su estela de hombre conciliador y gran compañero está viva entre nosotros. Cuantos le tratamos quedamos huérfanos de lo que representó. Yo, además, lo estoy de su amistad, fraternal, inolvidable. Siempre estará en mi corazón y sus consejos presentes en la continuidad del mundo del teatro que tanto amó. Enrique CORNEJO