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ABC MADRID 20-08-1996 página 72
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ABC Pág. 72 ESPECTÁCULOS Festival de Bayreuth MARTES 20- 8- 96 La Prensa quiere destronar a Mortier del Festival de Salzburgo Viena. S. E. Los egos desproporcionados y los celos de algunos artistas están siendo aprovechados por parte de la Prensa de Viena para destronar al incómodo director del Festival de Salzburgo, Gérard Mortier, informa Efe. Tras una larga e intensa polémica, lanzada desde algunos medios periodísticos, Mortier consiguió prolongar su contrato con el festival hasta el año 2001. El éxito de algrunas de sus producciones de! ste año, entre ellas un nuevo Fidelio bajo la batuta de Georg Solti y la dirección escénica de Herbert Wernicke, o el Quaíuor por la fin du temps de Messiaen, y el Pierrot Lunaire de Schoenberg, bajo la dirección musical de Mathis Dulack y la escénica de ChV- ristoph Marthaler, no han acallado a los detractores de Mortier. El hecho de que dos famosos directores de orquesta, el italiano Riccardo Muti y el austríaco Nikolaus Hamoncourt, así como el director de la sección teatral de Salzburgo, el alemán Peter Stein, abandonaran a Mortier y su festival, ha sido utilizado por los enemigos de Mortier para redoblar sus ataques contra éste. Paradójicamente, los mismos críticos que elogian a Harnon court desde que éste decidió dejar el festival por desacuerdos con su director, antes le atacaban. Harnoncourt estuvo además vetado en la época Karajan y fue precisamente Mortier quien le rescató. Y quienes ahora defienden al director teatral Peter Stein criticaron en sil día a Mortier, que le trajo a Salzburgo al igual que hizo con Harnoncourt, por pagarle demasiado. Los críticos de Mortier han intentado igualmente sacar de qui. eio, según el semanario Profil la espantada de Muti para avivar aún más la polémica sobre el conflicto existente entre el director del Festival y los músicos de la Filarmónica de Viena. A través de su director, Werner Ressel, la Filarmónica llegó a insinuar la posibilidad de norenovar su contrato con un festival del que la orquesta es en cierto modo imagen de marca. Por otra parte, el francés Patrice Chéreau, director del Don Giovanni de Mozart, presentado este año en Salzburgo, entusiasmó este fm de semana al pú 1 blico del festival en su doble faceta de actor y director de la obra teatral En la soledad de los campos de algodón Levine concluye con éxito la tetralogía de El anulo de los nibelungos Jane Martin sustituyó a Scliwanewilms en el papel de Gutrune Bayreuth. Menene Gras Balaguer La última representación de la Tetralogía de fue en conjunto e individualmente la actuación El anillo de los nibelungos de Wagner, en el de todos los intérpretes y del propio director, Festival de Bayreuth, alcanzó un gran éxito Levine, que nadie, entre el público, osó cuestioque, en última instancia, hizo pasar por alto los nar las ovaciones entusiastas que se dedicaron a incidentes que casualmente se produjeron. Tal los cantantes y a la orquesta al final de la obra. La unanimidad se manifestó consecutivos, ponía de relieve el cena del primer acto del con pruebas de entusiasmo sufi- gran cambio musical que se pro- Crepúsculo trenzan los desticientes como para entender que duce en El crepúsculo de los nos, hasta que la cuerda se el público se marchaba satisfe- dioses con respecto al Oro del rompe, y se acelera el fin de los cho y olvidaba el pequeño con- Rhin y a La walkiria por dioses. tratiempo de no poder escuchar cuanto en estas dos óperas preDe acuerdo con Boulez, Hans la voz de Anne Schwanewilms domina aún el recitativo, aun- Mayer señala que esta obra es en el papel de Gutrune. En su lu- que no negativamente en el sen- una tragedia analítica, destagar cantó Jane Martin. cando, por una parte, el papel tido tradicional, a causa de la A pesar de todo, dominaron las complejidad del propio argu- que desempeñan las normas, cuyo saber en tanto que conoactuaciones estelares, como la mento. cimiento, compara con el de de Eric Halfvarson, Deborah PoMime, y, por otra, la conciencia laski o el mismo Wolfgang SchDesarrollo dramático trágica de la propia música, permidt. Polaski (Brunhilde) y (Siegfried) hicieron una inEn El crepúsculo según ceptible en los medios expresiterpretación impecable. Boulez, gracias a la desaparición vos que emplea, adecuándose a En lo que respecta a Eric Half- de los grandes relatos que la estructura del mito y a la funvarson, éste también volvió a hacían los personajes, concebi- ción dramática que debe ejercer. Levine parece tener en cuenta sorprender en el papel de Hagen. dos a su vez en calidad de narradores de una acción que no todos estos aspectos de un modo Fue la suya una magnífica actuación tanto en el dúo con Sieg- puede transcurrir en el escena- implícito al dirigir a la orquesta fried en el primer acto, como en rio por su amphtud y ramifica- y a los intérpretes, porque sólo el tercero, cuando agita a las ma- ciones, las fronteras entre pala- una comprensión global de la essas contra Siegfried, antes de bra y música se desvanecen, en tructura dramática y musical traicionarlo y darle muerte por la medida en que se produce una puede dar lugar a unos resulta- dos como los conseguidos. Hay la espalda. Sólo o en compañía integración total entre ambas. de Gunther (Falk Struckmann) Boulez, por otra parte, insiste una figura, no obstante, que merece ser nombrada por su esplénsu aliado natural, que también también en la importancia de los dida actuación aquí, interpretuvo una buena intervención, tres grupos de mujeres que tando a Waltraulte, cuando sudestacó también por su gesticu- aparecen en El anillo cuya plica a Brunhilde que devuelva función es articular el desarrollo el anillo, al igual que también se lación dramática. En un texto titulado Comen- dramático, en función de la ac- ha de destacar a las tres normas. tarios sobre mitología e ideo- ción y del poder del saber. Se Francés Ginzer, Birgitta Svenlogía de 1980, Fierre Boulez, trata de las hijas del Rhin, las den y Ulla Sipole, junto a las hidespués de dirigir El anulo en walkirias, hijas de Wotan, y las jas del Rhin, Joyce Guyer, Sarah Bayreuth durante varios años normas que, en la primera es- Fryer y Jane Turner, cuya intervención ha sido más brillante Jazz que en El oro del Rhin Tampoco se puede olvidar a los coros de Norbert Balatsch. Tete Montoliú: noches de Clamores Madrid. Luis Martín Desde esta noche y a través de una decena de jomadas, que culminan el próximo 31 de agosto. Tete Montoliú, nuestro pianista más internacional, recala en la escena madrileña del Club Clamores. Resuelve así la temporada en el género una de sus reglas más preciadas, cual es la contribución del local breve al desarrollo de este arte grande, y satisface de paso, y de cerca, el deseo de cuantos parroquianos han contemplado durante todo el año cómo Tete recibía homenajes multitudinarios, en ocasiones, desde lejos. Acorta distancias, en efecto, la dinámica del club y es bueno que así suceda con quien, como el mago barcelonés del blues, posee itinerario tan apretado que hace particularmente innecesario cualquier comentario sobre su contenido. Poco, a fin de cuentas, es posible añadir ya sobre quién lo ha vivido todo a través de varias etapas del jazz, en las que habitan los nombres de Albert Mangelsdorff, Kenny Dorham, Chet Baker, Dexter Gor- don, Roland Kirk, Anthony Braxton, Ben Webster, Elvin Jones o Archie Sheep. Con todos ha confraternizado Tete, y es esta cosa que deja demostrada en esos materiales de ilusión que ya palpitan en los discos que comienzan a ser editados por el pianista con el nombre de The music I like to play a modo de prolongación de esas piezas que, junto al bajista Mario Rossy, interpretará en sus clamorosas veladas. En cuanto a los decorados de Rosalie, éstos evolucionan favorablemente, aproximándose al desenlace trágico y adaptándose al tejido dramático desde la abstracción geométrica, que caracteriza su configuración, alcanzando el momento culminante en la escena en que Hagen mata a Siegfried, y los árboles secos se doblan coincidiendo con la progresión de la música y a la par que el coro le pregunta a Hagen qué ha hecho, muy poco antes de la Trauermarsch y en la escena en que Brunhilde devuelve el anillo al Rhin, mientras arde el Walhala, como se representa en la pantalla elevada, al fondo del escenario, con un movimiento de color rojo, imitando las llamas. Esta producción se representará una vez más antes de acabal el festival.

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