Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 15-06-1996 página 79
ABC MADRID 15-06-1996 página 79
79/136
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 15-06-1996 página 79

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página79
Más información

Descripción

SÁBADO 15- 6- 96 CULTURA ABC Pág. 79 Muere Gesualdo Bufalino en un accidente de carretera en el corazón de Sicilia Con 75 años, era el novelista más relevante de las últimas décadas Roma. Pedro Corral El escritor Gesualdo Bufalino, considerado el años de edad, acababa de publicar su última nomayor novelista italiano actual, murió ayer en el vela, Thomas y el fotógrafo ciego que considecorazón de Sicilia, victima de un accidente de raba su testamento literario y vital, en el que el tráfíco en las cercanías de su localidad natal, personaje, que vive encerrado en im sótano, conComiso, donde residía. El autor, que contaba 75 templa la vida desde el lado oscuro del umbral. La carretera de Comiso a Vittoria en la que tuvo lugar el accidente mortal del autor de Las mentiras de la noche discurre entre extensiones de olivos y frutales. s un dolor terrible, es una emoción muy fuerte enteEn este tiempo ya están los campos rarse de la muerte de un escritor tan importante y lúresecos, con el brillo seco, apagado, cido. La noticia se convierte casi en una maldición que que los vientos africanos dejan en hiere a toda la literatura italiana. Gesualdo Bufalino era un la retina del conductor que cruza continuador de Leonardo Sciascia, y ha sido siempre una perlas tierras extremas del sur de Sicisona que se ocupó de una manera especialmente intensa y lia. Ésa es la ime en del escenario profunda de su isla, de Sicilia- En sus libros, muy profundos y de la muerte de Bufalino que tengo hermosos, supo convertir esa isla en metáfora del mundo. grabada, ya fatalmente, desde aquel verano del 92 en que recorrí Antonio TABUCCHI en coche el mismo trayecto en compañía del escritor, sentado aquel día en el asiento de la muerte, Esta última novela era para Bu- en soledad, como un lamento, como seguramente estaría ayer, falino una suerte de testamento ü- como xm toque a muerto. cuando viajaba a Vittoria, guiado terario, pero sobre todo un testaLa vida de Bufalino, su infancia por su chófer, Carmelo Bruno, que mento vital. Yo estoy viviendo ya y adolescencia, su juventud y masalvó la vida, para ir a casa de unos como mi personaje decía el escri- durez, su vejez y muerte, han queamigos con los que, al llegar el tor, apenas recuperado de su re- dado ya para siempre encerradas buen tiempo, solía pasar las tardes ciente operación a corazón abierto, entre las callejuelas y plazas calcien tertulia. enclaustrado, como lo estuvo toda nadas de ese pueblo siciliano de su vida, en realidad, en el corazón cinco, seis mil habitantes, con cade Comiso, su localidad natal. En sas arracimadas sobre una monCon ritmo barroco su casa, con la vista a un parque de taña sedienta que en la temporada Bufalino, parapetado tras sus árboles raquíticos, polvorientos, mi de lluvias deja escapar m hilo de eternas gafas oscuras, me contaba llamada repicaba ayer por la noche saliva verdosa sobre el que cruza el historias de la mafia, de su mili en la guerra, de su cautiverio por los alemanes, de su tisis de posguerra, de su mujer enferma, de sus propios achaques de corazón, del esualdo Bufalino era sici- mundo sicüiano, si no un afán de cual fue operado hace unos meses. f- liano. Eso significa en él conseguir una visión fataüsta del Iba distraído, enfrascado en sus reV ic como en tantos otros que mundo y la más absoluta inmoviülatos, degustando los giros, las buscaba una patria imaginaria, dad de la Historia. Tanto Verga metáforas, las imágenes que se en- esa especie de centro que ha mar- como Pirandello o Lampedusa enroscaban al movimiento de sus ma- cado a todos los escritores de la cuentran sus centros, sus patrias nos, con elritmobarroco de su üte- isla. Bufalino extrajo su patria imaginarias en Francia o en Esratura. Tenía en los últimos tiem- imaginaria de Francia, que era paña, en la idea de una sociedad pos la cara afilada, el pelo ralo, el para él no sólo una patria literaria distinta de la siciliana. cuerpo escurrido. Su figura no sino también lingüística. Su búsConsiderando al hombre que Bupudo resisth- el golpe frontal contra queda le pone en cierto sentido fahno era, siento una gran pena el otro coche y falleció a últimas cerca de una manera de entender porque su vida ha estado marcada horas de la tarde en el hospital de la lengua que él había encontrado por la mala suerte y el dolor y eso Vittoria. en Baudelaire y Rimbaud. La tenía es algo que trasparece en toda su El escritor acababa de publicar perfectamente asimilada y la mo- obra. Creo que este ñn imprevisto en ItaUa su última novela, Tho- dulaba con su enorme cultura clá- de su vida en un accidente supone mas y él fotógrafo ciego la histo- sica. Además, esta modulación un sello cruel. Bufalino fue un gran ria de un hombre que vive ence- tiene mucho de juego y por tanto escritor y su ausencia empobrece rrado en un sótano de un edificio de una gran riqueza sintáctica y lé- el panorama literario italiano porun ciudad cualquiera, y que con- xica que le aportó un estilo de tipo que la verdadera importancia de templa la vida a través de im venta- barroco, alegórica y simbólica- este autor está en el lugar que nuco, alcanzando a ver solamente mente también barroco. Sciascia ocupa en la tradición de mi país. las piernas de los transeúntes, casi posee también esa patria imagina- Bufalino era la absoluta adhesión a como en una especie de caverna ria, aunque la encontrara en un lu- la hteratura. Su compenetración platónica según relataba el pro- gar diferente, en la búsqueda de con la página no tiene comparación pio Bufalino. El personaje de la no- un orden, de una comunicación posible, toda su obra rezuma algo de palimpsesto no cancelado, algo vela, un periodista, sólo tiene con- absoluta. tacto con un fotógrafo ciego, figura Los dos escritores están en ima que permitía que toda la tradición inspirada en el francés Kadar, y su extremadura geográfica y cultural, de la literatura italiana, entendida experiencia es la de un hombre que también por ello en un extremo en su forma más amplia, vibrase en escribe su diario, mientras asiste lingüístico. En este sentido Bufa- cada página. La emoción me hace como espectador a la existencia de lino y Sciascia realizan un movi- imposible rematar el discurso. los demás, desde el lado oscuro del miento contrario al de Giovanni umbral entre la vida y la muerte. Verga. En éste hay un repliegue al Vincenzo CONSOLO Metáfora del mundo Gesualdo Bufalino puente de la carretera de Comiso a Ragusa. Nacido en Comiso el 15 de noviembre de 1920, Bufalino quemó sus naves frente a aquel pequeño universo local, para no. regresar jamás de donde nunca marchó. Comiso fue exactamente el motivo por el que, afinalesde los setenta, es descubierto para la literatura el oculto escritor Gesualdo Bufalino, gracias a la editora Elvira Sellerio y a otro gran novelista siciüano, Leonardo Sciascia, también apasionado de esos pueblos duros, sufrientes de aquella tierra, como bien dejó testificado en Las parroquias de Regalpetra recreación de su Racalmuto natal. E Sciascia A las manos de Sciascia y de Sellerio llega un catálogo sobre una exposición de viejas fotografías de Comiso, con un prólogo formidable del que es autor un desconocido profesor de instituto del pueblo que ronda los sesenta. La sorpresa de ambos ante ese texto es tal que Elvira Sellerio asegura a Sciascia que alguien que escribe así, como ese tal Bufalino, debe tener alguna novela escondida. Sciascia se encarga de hacer las averiguaciones, pero Bufahno niega, diciendo que sólo tiene traducciones del francés. Pero esa primera resistencia es vencida ante la obstinación de la editora: en 1981 se publica esa novela oculta y escrita tantos años atrás, Perorata del apestado memorial de los años del ventenio fascista, de la guerra y la posguerra vistos por un tísico recluido en un hospital. La primera obra del escritor obtiene ese mismo año el célebre premio Campiello. Bufalino enfila la rampa de lanzamiento hacia la historia de la hteratura. Más tarde pubUcará Las mentiras de la noche sobre cuatro condenados a muerte que relatan sus peripecias el día antes de su ejecución. A esas obras siguieron en esta década Qui pro quo un divertimento en clave policial en un ambiente de clases ricas, y Calendas griegas un repaso desapasionado al contenido del corazón en la última estación de la vida. Su obra narrativa fue publicada en España por Anagrama. Qué sello cruel

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.