ABC MADRID 04-07-1993 página 109

DOMINGO 4- 7- 1993 ESPECTÁCULOS ABC Póg. 109 La semana La Orquesta Nacional de España se reencontró con el público en el Palacio Carlos V del festival granadino. La orquesta que dirige Aldo Ceccato, hizo esperar por razones técnicas más de media hora, sin embargo, a la finalización del recital, la ovación fue de gala. Celia Cruz y B. B. King son algunos de los nombres que participarán en el Johnny Music Festival que comenzó el pasado martes dentro de los veranos musicales de la capital, y que, bajo los auspicios de la Comunidad de Madrid, pretende rellenar las pocas sombras que nos ofrece el estío con una serie de conciertos de diversa catadura, ya que además de los mencionados, también participarán Wynton Marsalis, Al Jarreau o Santana. Andrés Segovia recibió un emotivo homenaje en el Festival de Música y Danza de Granada. Fue un encuentro brillante, al que respondieron centenares de granadinos y al que no faltaron ni la propia voz del artista, ni la amistad y el buen decir de Antonio Fernández- Cid, ni el buen hacer de las guitarras de Manolo Sanlucar e Isidro Muñoz. Paco de Lucía y Julio Bocea fueron las figuras del gigantesco espectáculo de la Plaza Mayor de Madrid. Aunque conviene desconfiar de los espectáculos repletos de estrellas, no fue el caso de Los divinos el macroespectáculo presentado ayer en la Plaza Mayor: es brillante y ágil, aunque tenga la frialdad propia de los productos televisivos. En definitiva, todo un lujo, que contó hasta con la voz herrumbosa de Francisco Rabal, que recitó poemas de Lorca y Machado. Comediants inauguró el pasado jueves la XXXIX edición del Festival de Teatro de Mérida con el espectáculo Dimonis que constituye en palabras de su director, un auténtico ritual que el público se encarga de transformar con sus reacciones. Bob Dylan comenzó el pasado jueves su gira española en Barcelona, en la que es su gira europea del 93 y después de haber tocado en países como Francia, Italia, Grecia e Israel. Acompañado por un cuarteto compuesto por guitarra, bajo, batería y un multiinstrumentista que tocaba básicamente el pedal steel guitar se dedicó a recuperar clásicos de su extensa discografía, tanto en clave roquera como acústica, la gira española de Dyían ffnaíízará eí próximo día 12 en Mérida. Gala dela Ópera: gran éxito de Ruggero Raimondi en la Zarzuela Lieder melodías y romanzas de ópera en el variado recital Madrid Como Gala de la Ópera, un recital, en el Teatro de la Zarzuela. Bien... Lo que importa es que el recital fue bueno, que lo interpretó un cantante de ópera prestigioso y que el público reunido Ruggero Raimondi es un bajo cantante de voz grande, con clase en la materia y también por la forma de emplearla y con una actitud simpática, lejos de la petulancia, que incluso parece mostrarse contenido sin buscar reacciones provocadas por efectimos baratos. Puede ser que en algún momento se le desearía más libre de la aparente sujección que supone el empleo de partitura en atril. Pudo advertirse cuando vivió con gracia, expresividad e intención, por una vez sin ese apoyo- tan legítimo, en todo caso- el ya citado fragmento de El barbero de Sevilla su triunfo mayor de la noche, en la que abundaron los contrastes y las ocasiones tanto para el brillo poderoso en toda la extensión del registro, como para fraseos a media voz y delicadezas de signo expresivo, más meritorias cuando se realizan por un cantante de esta cuerda. Flexible, además, como comprobamos en su versión de la Barcarola de Gounod. Una bella melodía de Antonio Caldara, compositor a caballo entre los siglos XVII y XVIII, Como raggio di sol abrió el camino que se cerraba con un aria de otro grande italiano, un Giuseppe Verdi muy de primera época, de 1843, cuando, reciente el triunfo de Nabuco presenta I Lombardi, alia Prima Crociata Aria no habitual y de indudable atractivo. En medio, en las Zarzuela premió con tanto calor su actuación que el artista no sólo fue generoso en los regalos, sino que alcanzó, quizá, en los dos último, el aria de la calumnia del Barbero y La pulga de Moussorgsky, su acierto máximo. Por lo que se refiere a las páginas de concierto, In questa tomba oscura de inconfundible autoría beethoveniana, ya no sólo por la firma sino por el carácter, pide exactamente una voz como la de Raimondi: grave, llena, manejada con sobria emoción. Un fragmento de Bellini, tres de Charles Gounod, pocos frecuentes, precioso Venise cantada la Serenada con virtuosismo y maleabilidad; dos de Franz Liszt, entre ellos Enfant, si j etais roi por algo predilecto entre sus lieder dieron paso a los especialistas franceses del género. Henri Duparc y Gabril Fauré. La sensibilidad del primero en L invitation au voyage toda la poesía y encanto armónicos del segundo en esas joyas que son Tristesse y Aprés un revé de tan original curva melódica esta última, nos centraron en el mundo puro del recital con piano, en el que Edelmiro Arnaltes, sin duda, colaboró con mayor acierto y siempre con la atención por la que tantos cantantes le distinguen y reclaman su concurso. Y, después de I Lombaerdi llegó el momento de los regalos, pedidos con unánime insistencia por un público en el que no había impaciencias ni deserciones. La verdad es que el primero, El camino del amor de Francis Poulenc, en el fondo una página que bien podría pertenecer a cualquier comedia musical parisiense y de hecho dentro del más ligero e intrascendente legado del gran músico, nos hizo suponer que Raimondi trataba de saldar del modo más corto y sin responsabilidad el compromiso. No fue así. Con largo paréntesis cubiertos por ovaciones que iban, quizá, encendiendo más y más al artista e impulsándole a continuar, vinieron, gozosamente recibidos y premiados, una estrofa de la napolitana Core ingrato el aria de Rossini, la creación moussorgskiana. Y lo que había comenzado en calurosa ovación de saludo concluyó en clima de gran éxito, partícipe de él, con Raimondi, Amalles. Antonio FERNÁNDEZ- CID Ruggero Raimondi una oferta variada, cambiante: Beethoven, Bellini, Gounod, Liszt, Duparc, Fauré, en este orden. De canciones, melodías y romanzas operísticas. De este último género, la serenata de M e f i s t ó f e l e s del Fausto de Gounod, con cierta desigualdad pianística- ¡qué difícil siempre el reemplazo suficiente de la orquesta por el teclado! -y excelente vocal; Vi ravviso, o luoghi ameni aria de La sonámbula de gran jerarquía melódica, en la que habría sido deseable una mayor serenidad y reposo en el tempo en beneficio de la noble expresión y Cinta di rose de I puritani también de Bellini, donde pudo admirarse el calor logrado en la media voz. Homenaje a Alonso Millán Madrid. S. E. En reconocimiento a su espléndida labor al frente de la Sociedad General de Autores y como homenaje a sus reiterados éxitos en la escena como autor teatral, un grupo de admiradores de Juan José Alonso Millán han decidido testimoniarle su admiración en una cena que se celebrará en Mayte Commodore el próximo día 8 a las diez de la noche. Firman la convocatoria Luis Aguado; Manuel Alejandro; Justo Alonso; José Luis Alonso de Santos; José María Alvarez del Manzano; Luis María Anson; Antonio Buero Vallejo; Luis Cobos; Matías Colsada; Enrique Cornejo; Analía Gadé; Luis García Berlanga; Ángel García Moreno; José Manuel Garrido; Antonio Guirau; Julia Gutiérrez Caba; Alfredo Landa; Florentino López Negrín; Lorenzo López Sancho; José Luis López Vázquez; Gustavo Pérez Puig; Francisco Rabal; Joaquín Rodrigo; Emilio Romero; Alfonso Sastre; Francisco Umbral, Rosa Valenti y Concha Velasco.