ABC MADRID 24-09-1992 página 93
- EdiciónABC, MADRID
- Página93
- Fecha de publicación24/09/1992
- ID0001851798
Ver también:
JUEVES 24- 9- 92 ESPECTÁCULOS- El último sueño de Mary Santpere A 6 C 93 Una risa tan alta como la luna Madrid. Informes Rubia, con sus 176 centímetros de humanidad, y un tanto desgarbada, supo provocar las carcajadas a varias generaciones de españoles. La estatura no me Ha hecho ser actriz cómica; lo que pasa es que yo me he aprovechado de ella, pero creo que si hubiera sido más chiquita hubiera triunfado igual afirmaba esta popular mujer, dotada de una notable vis cómica María Santpere nació en Barcelona un 1 de septiembre. Del año nada se sabe pues guardaba celosamente el dato como si se tratara de un secreto muy íntimo. Hija de los actores José Santpere, llamado el Rey del Paralelo y de Rosita Hernáez, vivió su infancia rodeada d- e gente del espectáculo. Sus primeros trabajos en la escena coincidieron con la Guerra Civil española, una época especialmente difícil para el mundo del teatro en Cataluña, pues todos los espectáculos fueron socializados por orden del gobierno de la República. Mary hizo papeles cómicos en obras donde todos cobraban igual, tres duros. En sus esporádicas apariciones sobre las tablas llegó a representar el papel de Doña Inés con su padre, pero su gran aparición en el mundo artístico se produjo en el cine, acompañando a Paco Martínez Soria en Paquete, el fotógrafo público numero 1 rodada en 1938. Muy afectada por la muerte de su padre al poco tiempo de acabar la contienda, abandonó momentáneamente el mundo del espectáculo para trabajar de modista y sombrerera. Sin embargo, el director Ignacio Ferres Iquino la convenció para que siguiera su carrera artística y la actriz, que llevaba el oficio en la sangre, hizo Los cuatro robinsones de Eduardo G. Maroto. Luego participó en un sin fin de rodajes, compartiendo el estréllate bien con Martínez Soria, bien con Roberto Font. Algunas de sus películas de esta época son: Miss Cuplé (1959) Detective con faldas (1962) La viudita ye- yé (1969) o más recientemente Patrimonio Nacional (1980) No regresó al teatro hasta 1948, en el Borras de Barcelona, con Iquino como director y Martínez Soria como compañero en el reparto. Estrenaron una obra que se llamaba Las siete mujeres de Adán de la que dieron 700 representaciones. En el año 1950 fue contratada por el empresario del Teatro Cómico, Joaquín Gasa, con quien permaneció veinte años. Su primera obra con el nuevo empresario fue la revista de Antonio Losada Marque seis cifras Fue Joaquín Gasa quien en 1956 presentó en Madrid una revista de Mary Santpere en el teatro Calderón, y la simpática actriz se ganó al público de la capital, como luego hizo en otras provincias, gracias a su peculiar gracejo. Su primer viaje a América fue en 1957 y Mary conquistó a los públicos de Venezuela, Argentina, México, Perú y Chile. En otra gira, Portugal también se rindió a la evidencia de su humor. Polifacética donde las hubiera, Mary Santpere trabajó en Radio Barcelona con un programa llamado La hora de Mary Santpere participó en espacios de TVE y de TV 3. Sus mayores éxitos en el teatro fueron Arriverderci, Roma El pleito del último cuplé y Las luces de Madrid Medalla del Círculo de Bellas Artes de Madrid 1958 y Premio Ondas, aprovechó desinteresadamente su popularidad en festivales benéficos. Nada acomplejada por su físico, indicaba con buen humor que le hubiera gustado tener el tipo de Mary Santpere Sofía Loren y el rostro de Liz Taylor. En octubre de 1940, contrajo matrimonio con el industrial Francesc Pigrau, propietario de un fábrica de esmaltes: Fruto de este matrimonio nacieron dos hijos. El 27 de julio de 1987, Francesc Pigrau, que contaba a la sazón 74 años, se arrojó al mar cuando viajaba hacia Mallorca a bordo del buque Ciudad de Badajoz Antes había escrito una carta de despedida a su mujer en la que explicaba su trágica decisión ya que no podía soportar la vejez. El duro golpe provocó, en un primer momento, una retirada gradual de los esce- narios de Mary Santpere, quien poco a poco se rehizo. Participó activamente en un programa de Tele- 5. De Madrid al cielo Querida Mary: Nunca me hubiera creído capaz de escribir estas líneas ni tengo, en verdad, fuerzas para hacerlo. Pero hay algo que me empuja a ello. De un lado el sagrado deber que Dios nos concede a los vivos. De otro mi gratitud y respeto hacia tu persona. Hace apenas un par de días que hemos conversado juntos en el Palacio de los Deportes de Barcelona, con motivo de la presentación del espectáculo sobre hielo que he llevado allí. Tu presencia no pasó inadvertida por el público. Fue acogida como siempre con verdadera admiración y cariño, pero lo que más me emocionó fue ver a los niños como se acercaban a ti para pedirte un autógrafo. Fue entonces cuando al lado de mi esposa- -tu hermana como la llamabas- recordamos nuestros viejos tiempos. Tus éxitos en el Price madrileño, con Luces de Madrid uno de los primeros musicales que en 1963 tuve la dicha de producir para ti, conociendo tus magníficos dotes de interpretación pero principalmente tu amplio sentido del humor, recuerdo que el célebre empresario Joaquín Gasa, cuando lo vio, nos pidió llevarlo a su teatro Victoria de Barcelona. Pero como en aquel tiempo se decía que los éxitos de Madrid fracasaban en la Ciudad Condal, yo propuse el cambio de título. Tu te negaste a ello. No hay que cambiar absolutamente nada, -afirmaste- esto tiene que gustar a mis paisanos porque es bueno Y no te equivocaste Mary. Nunca escuché mayores ovaciones en Barcelona. El éxito fue tal, que hubo que prorrogarlo seis meses. Pero ahora puedo decirte que aquellas Luces de Madrid sin ti, no hubieran alcanzado aquel suceso. Luego te propuse hacer circo. Sí, también en Price y no te arredraste. Era el último programa del año setenta y Pinito del Oro decía adiós al trapecio. Era una nueva faceta para ti desconocida, pero ¡vive el cielo! que parecías llevar el circo dentro. Mary clown Mary domadora Mary la rápida cowboy Mary presentadora Los niños hacían largas colas en la pista para darte un beso al final de la función. Luego seguiste con nosotros bajo la carpa del Price. Recorriste aldeas, pueblos y ciudades. ¡Cuánta felicidad rebosaban tus palabras! Te sentías como en mundo nuevo... tus mejillas sonrosadas? tus ojos alegres y despiertos... tu sonrisa siempre permanente... Y los niños de las escuelas pidiendo verte, como aquellos del pueblecito tinerfeño que no podían ir a la ciudad porque no tenían medios de transporte y tu les pusiste a su alcance los autobuses necesarios. Páginas blancas de la historia de una gran artista que probó a ser payaso y se enamoró del circo. Historias tiernas de las que nunca te serviste para tu propaganda personal. Porque tu corazón era así de generoso, lleno de amor hacia los niños, hacia el público, hacia el prójimo. Pasaste las mayores amarguras de tu vida en silencio, y tuviste el valor de llorar a escondidas ia terrible tragedia familiar que hizo tambalear tu corazón. Dicen que esta mañana cuando venías en avión a Madrid, pediste a la azafata una almohada y recostaste sobre ella tu cabeza para descansar. Nadie supo hasta tu llegada que aquel descanso iba a ser eterno. ¡Qué muerte más dulce y serena querida Mary! Te has ido de nosotros sin una queja. En un dulce sueño. No has molestado a nadie- como tu siempre lo quisiste- ni siquiera a esas revistas del corazón que andan a la caza de vuestro infortunio. Has viajado entre nubes blancas, aferrada a las páginas blancas de tu historia. Nunca has estado más cerca de tu amado esposo. Puede hasta que hayas escuchado su voz. ¿Por qué no te quedas conmigo ahora que casi estamos juntos... Querida Mary, no sabemos si querías ascender al cielo o bajar a la tierra. Pero estamos seguros de que a estas horas ya estarás rodeada de niños pidiéndote un autógrafo, en un libro de páginas blancas como los rostros de los payasos inteligentes. Arturo CASTILLA f