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ABC MADRID 10-07-1992 página 94
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ABC MADRID 10-07-1992 página 94

  • EdiciónABC, MADRID
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En privado Vídeo de la semana El tubo 94 A B C VIERNES 10- 7- 1992 Cómic Labios ardientes TV: La gran Celestina Esto va a rachas. Estamos superando la de los programas de vídeos domésticos, se resiste la de los culebrones; hasta que se acabe el stock seguiremos con la comedia española descatalogada de los años setenta, ya debe de quedar poco; y estamos a punto de entrar en la de los programas- concurso donde se busca pareja. La televisión se ha convertido en una especie de cinta sin fin por las dos caras que se repite constantemente en todos los canales. Lo que ha privado la temporada pasada han sido los programas esos en que la g e n t e cuenta sus intimidades: Su media naranja Queridos padres etcétera, y ahora prepárense para la invasión de concursos en búsqueda de parejas ideales que se nos viene encima. Hasta el momento, y si no se me escapa ninguno, tenemos Vivan los novios en Tele 5, con su versión infantil, Vivan los compis y lo último de la temporada, Amor a primera vista en Telemadrid. La plaga es mundial. Por poner un ejemplo, ahora, en la ciudad de Nueva York, que yo haya localizado (aunque habrá muchos más) se pueden ver cinco shows de parejas, y olvídense de nuestros inocentes programas donde de vez en cuando se dice algo picantillo, como a mí me importa el tamaño de... ya me entiende oído en Vivan los novios o los lugares más extraños en que han hecho el amor los matrimonios españoles, contado en Su media naranja La CBS ofrece Personáis y Night games donde personas totalmente ajenas discuten sobre sus vidas sexuales cara a cara en horario de madrugada. Pero las estrellas son Love connection en el Canal 4, y Studs En éste, las parejas en cuestión tienen algunas citas y luego vuelven y cuentan qué les ha parecido la otra persona y las situaciones que han vivido, por supuesto intentando dejar al enemigo lo peor posible. El éxito de estos programas es considerable, por lo que supongo que los mismos o sucedáneos los tendremos en nuestras pantallas la próxima temporada, y ya no vamos a poder decir eso de los americanos cuentan estas cosas en la tele pero el carácter de los españoles es distinto, tenemos más sentido del ridículo Aprieten su mando por cualquier canal. ¿Lo ven? Ana Rosa QUINTANA Corto Maltes Vicente A. Pineda La obra de Dennis Hopper conoce momentos y expresiones diferentes que saltan de notables hallazgos a manifiestos errores. En cualquier caso hay siempre rasgos interesantes. Labios ardientes es un thriller de perfiles sombríos y ambiguos, de violencia y crispación. Un hombre y dos mujeres agotan sus pasiones y las prolongan hasta la desesperación. Pedir a Dennis Hopper, entregado esta vez exclusivamente a la dirección, mayor equilibrio, sería desconocer su signo de identidad. Labios ardientes es una película descompensada. En alquiler al precio aproximado de 500 pesetas por día. Pablo Carrero Hace un par de temporadas, el artificioso coloreado de algunos títulos clásicos de la historia del cine provocó airadas críticas en una suculenta aunque no muy trascendente polémica. Ahora, la idea ha pasado al mundo del cómic, y el personaje coloreado ha resultado ser Corto Maltes, héroe y aventurero por excelencia del cómic europeo contemporáneo. La cosa es que queda la mar de bonito y además, para compensar posibles susceptibilidades, se han preparado ediciones exquisitas que completan los trabajos originales con notas del propio autor e incluso de Umberto Ecco. Excursión 1 de enero, 2 de febrero, Sin necesidad de alharacas ni de campañas planetarias de publicidad, sin necesidad de tener que ser convocados mediante una llamita que anda dando tumbos por medio mundo, hay algunos que llegado junio se ponen a correr sin mayor motivo ni razón que el verse acosados por la retaguardia. Esta actitud, que usualmente contiene motivos suficientes para echar a correr, sobre todo si el acosador va armado con un palo o arma blanca, cobra especial significado si el perseguidor es la media luna de unos pitones a los que acompañan quinientos y pico kilos de músculo lanzados al galope. Eso no es deporte. A España el mundo no le debe prácticamente otra aportación en lo deportivo que la redacción de los tratados de esgrima de De la Torre, Pons, Valera y Poncio, así como la definición de las reglas de la Escuela Española que hizo Carranza a finales del siglo XVI. Téngase en cuenta, pese a todo, que aunque la esgrima contemporánea haya perdido gran parte de su encanto al entrar dentro de ese esperpento denominado alta competición no deja de ser en lo esencial un juego de caballeros en el que tan importante es el ejecutar correctamente los envites como conservar la mayor apostura y, por supuesto, hacer el menor esfuerzo; por ello es que esta actividad apenas roza la consideración contemporánea del deporte, en el que prima la violencia en el gesto y el sudor, y bien al contrario, debería la esgrima hallarse incluida, como el ajedrez, bajo la denominación más completa y satisfactoria de Arte. En los encierros, la esgrima se hace con el propio cuerpo. En ellos hay una importantísima parte de salvaguarda de la propia vida, que queda expuesta a cualquier percance, junto con una necesidad totalmente gratuita de asumir los riesgos. Se debe correr, puesto que la manada viene acosando, pero es indiferente si un corredor corrió más que otro, ya que lo esencial no es la carrera en sí misma, sino la forma en que aquélla se produce, la ventaja que se da al toro y la apostura con que se burla al bruto. Y como la carrera se produce tan rápidamente, puede decirse que los momentos más intensos del encierro son los minutos previos al chupinazo, aquellos momentos en que la saliva desaparece de la boca y se apura un cigarro con el corazón acelerado y, sobre todo, aquel segundo en que se produce la descarga de adrenalina al oír el ruido del cohete, pues en aquellos momentos aún cabe la posibilidad de retirarse y, sin embargo, por propia voluntad, se opta por el riesgo. Por ello, para efectuar aquel recorrido que es empinado en origen, sinuoso a la mitad y recto en su final no hace falta otra preparación que las propias agallas y, sobre todo, la decisión para asumir el destino frente al toro. Correr es básicamente una cuestión de conocimiento, no de fortaleza física, ni de entrenamiento ni de esas zarandajas deportivas. Basta tan sólo con tener la cabeza despejada, seleccionar el tramo para el desafío y desear que no se rompa la manada. Si se desea vivir de cerca las fiestas de San Fermín, y esto significa asumir que se va a participar en una fiesta que no se interrumpe, hay que ponerse en ruta en dirección a Pamplona. Desde Madrid, para hacer el viaje de la forma más segura, lo ideal es dirigirse a Zaragoza por la recién acabada autovía N- ll y desde allí subir por la autopista A 68 hasta las inmediaciones de Tudela, donde se toma la autopista A- 15 que lleva directamente a Pamplona. Allí, puesto que las fiestas llevan minando la estupenda salud de los participantes desde el pasado día 6, es posible que, dependiendo de la hora a la que se llegue, se halle un espectáculo similar al del campo después de la batalla. En cualquier caso, la fiesta es tan completa como contagiosa: comienza con el encierro de las ocho de la mañana, continúa con los churros y chocolate, sigue con el tapeo en las inmediaciones de la calle Navas de Tolosa, para después ir a los toros y continuar, si no se piensa correr el encierro, mientras el cuerpo aguante bebiendo y comiendo hasta el siguiente chupinazo. Y sin entrenamiento, para que luego hablen de los que corren la maratón. José MÁRQUEZ

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