ABC MADRID 17-11-1988 página 77
- EdiciónABC, MADRID
- Página77
- Fecha de publicación17/11/1988
- ID0001667292
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JUEVES 17- 11- 88 DEPORTES A B C 77 piló al público y terminó entre oles Ficha técnica España: Zubizarreta, Quique Flores (Solana, m. 83) Andrinúa, Górriz, Jiménez, Míchel, Sanchís, Roberto, Martín Vázquez, Manolo (Ramón, m. 67) y Butragueño. tire: Bonner, Morris, McCarthy, Moran, Stauton, Sheridan (O Brian, m. 80) Houghton, O Leary, Galvin, Aldridge (Quinn, ni. 62) y Cascarino. Arbitro: El soviético Yuri Savchenko. Mostró tarjeta amarilla a Houghton. Goles: 1- 0, m. 53: Manolo, tras jugada larga de Roberto y Martín Vázquez, con doble remate del debutante. 2- 0, m. 65: Butragueño, ganando la acción tras jugadón de Quique. miento de Martín Vázquez. Esas fueron todas las ocasiones de la primera mitad. El resto forcejeó en la zona ancha, mayor sentido de la anticipación de los incansables discípulos de Charlton. Cascarino era bien sujetado por Górriz, y Albridge por Sanchís. Los dos laterales españoles subían bastante para ir en busca de Galvin- que arrancaba desde atrás- y del peligroso Houghton, que sacaba demasiado de su sitio a Jiménez. El pobre Manolo era maltratado por la defensa y Butragueño no llegaba ni a eso. Estaba claro que el dominio del balón no interesaba tanto como la eficacia de la velocidad para romper el orden escalonado y presionante de Eire. Esa velocidad fue la Jiménez intenta controlar el balón ante la entrada de Aldridge que apareció en la segunda parte. Las precauciones son buenas, pero no tanto como para conformarse en casa con una parsimonia de cinco defensas, más el apoyo de Míchel, y un resto que le costaba tanto pasar el círculo central. blico que puso todas sus fuerzas para foguear el ambiente de un fútbol que ganó vibración. Es posible también que el genio de Eire, conforme desde el principio con el empate, se despertara en busca del terreno que le había arrebatado el gol de Manolo. Es posible, ya digo, pero eso proporciona sin duda unos espacios que el propio Manolo y Butragueño aprovecharon en seguida para sembrar de- -Así jugó España- peligro las cercanías del área forastera. Con algún sobresalto pequeño Zubizarreta: sobrio y bien coloca- delante de Zubizarreta y un montón de demostraciones bruscas en dedo en todo momento. Notable. Andrinúa: eficaz en los cruces y fensa y delantera irlandesa, el equipo español cogió toda la confianza por alto. Notable. Quique: muy activo y con sentido necesaria para arrollar a su rival. La internada de Quique y el servicio y de la profundidad. Notable. la forma con que lo fue a buscar Górriz: cumplió con decoro en su Butragueño para empalmar hasta la debut. Aprobado. red supusieron la locura en las graSanchís: peleó con su habitual das y la demostración de que el fútentrega. Notable. bol necesita velocidad y garra. Todo Jiménez: lució mucho en la seéso con Ramón, que sustituyó a gunda parte. Notable. Manolo. El equipo de Luis Suárez Míchel: el más continuo en lá ex- entró en escena a medida que Irlancélente dirección del equipo. Sobre- da se desesperaba por mejorar el saliente. marcador y la mejor técnica espaRoberto: muy bien también en el ñola se imponía en un partido que segundo tiempo. Notable. al fin ha proporcionado los dos priMartín Vázquez: su concurso fue meros puntos de una fase de clasififundamental siempre. Notable. cación que durará un año y que tieManolo: trabajó con mucha bra- ne precisamente a Eire como el rival más calificado. Lo de Sevilla, lo vura y eficiacia. Notable. Butragueño: supo romper la de- de este coro de banderas que ha hecho temblar el campo del Betis fensa irlandesa. Notable. Ramón: cumplió en las horas al- es del todo grandioso. tas de la selección. Aprobado. Solana: sin calificar. Luis PRADOS DE LA PLAZA Así, cuando Roberto se decidió a entrar derecho por el centro, servir bien a Martín Vázquez y ver en un abrir y cerrar de ojos cómo la maestría del rubio madridista ponía el balón sin parar para que Manolo en dos tiempos rompiera la muralla de Bonner, la selección española se sacudió las pulgas y demostró que sabe carburar a más revoluciones, bajo él incansable orfeón de un pú- Í t i Wx jsca el balón ante el mareaje de dos defensas de Eire