Periódico ABC MADRID 09-12-1987, portada

LAS DOS EUROPAS, SACRIFICADAS EN LA CUMBRE Europa occidental y su seguridad aparecen qomo ios grandes sacrificados del acuerdo de desarme que firmaron ayer en Washington el presidente norteamericano, Ronald Reagan, y el dictador soviético, Mijail Gorbachov. El tratado par destruir los misiles de alcance intermedio de Europa supone la desaparición del paraguas nuclear que contrarrestaba la abrumadora superioridad del Pacto de Varsovia en armas convencionales. Desaparecida esa cobertura nuclear con el acuerdo de Washington, Europa occidental vuelve a quedar a merced del Pacto de Varsovia en caso de una posible acción militar. Francia y Alemania han reaccionado ya, anunciando su propósito de poner en marcha una defensa nuclear autónoma, lo que supondrá un i considerable sacrificio económico. El tratado sobre misiles intermedios y otros que pgtédárt f sucederse se nr; narcan en el esfuerzo de, Gorbachov para recortar gastos militares y concentrar todos sus recursos en su gran desafío y mayor amenaza: no quedar fuera de la lyolución industrial en cur so. La renovación teqnológica y económica de la URSS es hoy, más que el miieva C desarme supone el ¿Ierre airoso para la historia de un mandato que llega a su final empañado por el escáriqalo Irán- contras y el erífirentamiento con el Congreso. Su feroz anticomunismo y sus exigencias por los derechos humanos en los países comunistas no han sido obstáculo para un acuerdo que deja, por ün lado, desarmada a Europa occidental y, por el otro, a EaTo Da oriental bajo dictaduras totalitarias. Reagan parece haber olvidado, según subrayan cualificados sectores liberales en todo el mundo, las declaraciones en las que señaló su determinación de que, desaparecidas de Europa las dictaduras de derechas, había que terminar pon los regímenes totalitarios de izquierda hasta conseguir que la libertad brillara de Madrid a Moscú. Sin negar los aspectos positivos del acuerdo firmado ayer, sectores de su propio partido acusan a Reagan de ser el tonto útil y de favorecer la política soviética de neutralizar a Europa occidental conforme al espíritu oculto ij de la Declaración de Helsinki. (Editorial e información en páginas interiores)