ABC MADRID 26-10-1986 página 33
- EdiciónABC, MADRID
- Página33
- Fecha de publicación26/10/1986
- ID0001570938
DOMINGO 26- 10- 86 NACIONAL A B C 33 Don Juan de Borbón: La unidad nacional representó siempre el deber de la Corona El Conde de Barcelona recibió la medalla de oro de Segovia y el título de hjjo adoptivo de la ciudad Fue el de ayer un día inolvidable para Don Juan de Borbón y para Segovia toda. Desde primeras horas de la mañana se notaba en la ciudad castellana un trajín inusitado. Se celebraba la fiesta de su Santo Patrono, San Frutos, y se rendía, públicamente, homenaje a su hijo más preclaro, Su Alteza Real Don Juan de Borbón y Battenberg, Conde de Barcelona. El pueblo segoviano, sensible siempre, supo responder a la llamada de su alcalde y acudió en Llegó Don Juan a Segovia pasadas las diez y media de la mañana. En la plaza Mayor la animación era extraordinaria. Si durante las últimas horas había llovido insistentemente en Castilla, ayer hasta el sol quiso sumarse a los actos de homenaje y lució en ia mañana de otoño con nubes altas y álamos dorados. El Rey padre venía acompañado por el jefe de su Casa, duque de Alburquerque, y su ayudante, el capitán de fragata don Francisco Fernández Núñez. Fue recibido por el alcalde, don Emilio Zamarriego Monedero, y los concejales del Ayuntamiento, que le acompañaron hasta la casa del marqués del Arco, frontera a la catedral. Mientras la comitiva regia se dirigía a pie por los aledaños de la plaza Mayor, la Banda Municipal de música interpretaba el pasacalle de la Banderita y centenares de personas aclamaban a Don Juan. En la puerta del palacio fue saludado por el marqués de Quintanar, decano de los caballeros de la Junta de Nobles Linajes, y por el decano de honor, marqués del Arco. Don Juan saludó a los miembros de la Junta para, seguidamente, a las once de la mañana, trasladarse a pie a la catedral. La calle estaba a rebosar. Don Juan fue recibido en el templo por el Cabildo Catedralicio, que le acompañó hasta el altar mayor, donde el obispo de la diócesis, monseñor Antonio Palenzuela, le dio a besar la cruz y se organizó la procesión por e! interior de la catedral hasta llegar al Trascoro, en cuyo altar se veneran los restos de San Frutos. Allí ocuparon sitiales Don Juan y el obispo de la diócesis, mientras una orquesta de viento y cuerda, dirigida por José Ramón Masegosa y con un coro de ochenta voces, interpretaba un tradicional villancico en el que cantó como solista el niño Juan Manuel Conde Sánchez. A continuación la procesión regresó al altar mayor, donde el obispo ofició una solemne misa concelebrada con seis sacerdotes. El magnífico altar mayor de Sabatini estaba artísticamente adornado. A la derecha del altar, Don Juan de Borbón ocupó el sitial de honor. Monseñor Palenzuela en su homilía destacó la honra que suponía para Segovia que Don Juan fuese declarado hijo predilecto La iglesia catedral estaba rebosante de segovianos. Varios sacerdotes hubieron de repartir la sagrada comunión a los centenares de fieles que se acercaron a comulgar mientras el coro entonaba deliciosos motetes. Terminada la solemne función religiosa se organizó otra vez la procesión y Don Juan pasó al interior de la catedral, visitando el claustro y la capilla del Sagrario. Millares de personas aclamaron con vítores y aplausos a Don Juan en su recorrido por las calles segovianas Segovia. Santiago Casteio, enviado especial masa a los actos, correspondiendo con cariño popular a la emoción de un hombre que puso el bien de España por encima de toda tendencia contraria. Por eso, en el discurso improvisado que dio en el Ayuntamiento, Don Juan, uniendo su título de Conde de Barcelona con las distinciones que le otorgaba ayer Segovia y Castilla, proclamó que el homenaje era un símbolo de la unidad nacional que representó siempre el deber de la Corona pal en pleno, las primeras autoridades civiles y militares de Segovia y los parlamentarios regionales y nacionales de la provincia. Acto en el Ayuntamiento El secretario del Ayuntamiento leyó el acuerdo unánime del Pleno por el que se conceden a Don Juan de Borbón las distinciones, destacándose el ejemplo de abnegación, generosidad y entrega que a lo largo de su vida ha hecho en bien de España y de los españoles. Don Juan se hallaba visiblemente emocionado. Luego, el alcalde, Emilio Zamarriego, pronunció un magnífico discurso, que, por su interés, publicamos íntegro en la página 48 de este número. A continuación entregó a Don Juan la medalla de oro de Segovia y un artístico pergamino con el título de hijo adoptivo de la ciudad. 1 Don Juan de Borbón, en medio de una salva de aplausos, improvisó un discurso en el que agradeció al alcalde y a los miembros de la Corporación municipal la distinción otorgada. Pasadas las doce y media se abrió el Capítulo de la Junta de Nobles Linajes de Segovia, de la que Don Juan es Regidor Mayor. Ocupó Don Juan un asiento principal, junto al obispo de la diócesis y el Cabildo y a los caballeros de la Junta. El diputado decano, marqués de Quintanar, pronunció unas palabras en honor de Don Juan, y el marqués de la Floresta fue nombrando a los nuevos caballeros, que recibieron el título de manos del Conde de Barcelona, mientras el marqués de Quintanar les entregaba los distintivos. A continuación fueron llamadas las señoras que ostentarán los lazos de damas de la Junta. El decano hizo entrega a Don Juan de un lazo de honor para su esposa, Doña María de las Mercedes de Borbón, Condesa de Barcelona. Antes de terminar el Capítulo, el capellán de honor rezó un responso por los caballeros fallecidos y, escoltado por los miembros de la Junta y los Cabildos de Segovia y Avila, Don Juan de Borbón, acompañado de su séquito y del obispo de Segovia, abandonó la catedral. Palabras de Don Juan Estos títulos- -dijo Don Juan- los llevaré con la mayor satisfacción, pues en definitiva soy un segoviano que vuelvg a ía tierra de su nacimiento, una tierra que siempre se distinguió por su lealtad a la Monarquía. Don Juan subrayó: Como Conde de Barcelona, esta distinción castellana y segoviana, que en el día de hoy me otorgáis, es, para mí, como un símbolo de la unidad nacional que representó siempre el deber de la Corona. Sus palabras fueron acogidas con una cerrada ovación. Luego, Don Juan y las autoridades provinciales y municipales pasaron a la llamada Sala Blanca del Ayuntamiento, donde ei Rey padre recibió el homenaje y saludo de todos los asistentes. Ante ios vítores de los congregados en la plaza, Don Juan, acompañado del alcalde de Segovia, salió al balcón principal, donde presenció una serie de bailes regionales segovianos a los sones de dulzaina y tamboril. Ha sido un día inolvidable repetiría Don Juan a todos. Lo triste fue cuando tuvimos que comunicarle el brutal atentado terrorista que costó la vida al gobernador militar de Guipúzcoa y a su familia. Don Juan quedó profundamente conmovido. ¡Qué- pena más grande! ETA se ha empeñado en tener siempre a España cubierta de luto y de sangre. Fue la nota amarga de un día irrepetible que ni Don Juan ni Segovia olvidarán fácilmente. (Artículo del alcalde de Segovia en página 48. Vítores a Don Juan En la puerta del templo esperaban al Rey padre el alcalde y los portavoces de los grupos políticos del Ayuntamiento, que, bajo mazas, se dirigieron entre los centenares de personas hacia el Ayuntamiento. La presencia de Don Juan en las calles segovianas fue acogida con vítores y aplausos, a los que Don Juan correspondía emocionado, con su mano. Minutos más tarde, la comitiva hacía su entrada en el Ayuntamiento. El público asistente iba, en tanto, llenando la Plaza Mayor. Subió Don Juan al primer piso, donde se encuentra el salón de sesiones. Don Juan ocupó la presidencia de honor. A este acto asistieron, además de la Corporación munici-