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ABC MADRID 04-09-1986 página 48
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ABC MADRID 04-09-1986 página 48

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48 A B c CINCUENTA AÑOS DE LA MUERTE DE VÍCTOR PRADERA JUEVES 4- 9- 86 apreciar la globalidad ECIENTEMENde su proyecto. No se TE, con motivo limitó a hacer retoques de escribir para al Estado concebido la revista Verbo sopor la Revolución; prePor Miguel AYUSO TORRES bre García Morente, en tendió ambiciosamente ocasión del centenario de su nacimiento, reflexioné sobre la prolife- Dios y acepta el orden natural como límite a sustituirlo por otro. Pero al llegar a su término- cuenta en la última página deL libro- le ración de conmemoraciones como fenómeno la libre decisión de los hombres. La Política, curioso del presente intelectual y literario. En ciencia independiente en lo que afecta a su ocurrió algo parecido a! o que aconteció a su raíz, qué duda cabe, hay algo de cronola- órbita propia, se halla subordinada a las que Chesterton. Se compara éste en Ortodoxia a tría: los temas que merecen la dedicación del le son superiores por sus objetos formales: a un piloto inglés que, calculando mal su derroescritor son los de actualidad, caracterizados la Teología, a la Filosofía, a la Moral. La polí- tero, descubriera nada menos que la antigua incluso como acuciantes apenas hay vi- tica- -escribe- -sin principios rectores que la Inglaterra, bajo la impresión de que era una gencias que recordar sino apresuradamente y dirijan es agitación epiléptica. Si dijo Goethe ignorada isla del mar del sur. En este estudio a través de las solicitaciones de los aniversa- que en el principio estaba la acción, proclamó sobre el Estado nuevo- concluía don Víctor Pradera- nos ha ocurrido exactamente igual: San Juan que en el principio era el Verbo. rios. En cualquier caso, los temas que evoca la Concluyendo con palabras que vivió con pa- hemos descubierto que el nuevo Estado no efeméride- cincuentenario- -del fusilamiento sión toda una estirpe de escritores a la que es otro que el Estado español de los Reyes de Víctor Pradera demandan reflexión por ra- don Víctor se adscribió: Son las ideas las Católicos. zones que exceden del recuerdo piadoso de que conducen al mundo: a su prosperidad si En tercer lugar, en esta panorámica que de una señera figura de nuestra tradición política son verdaderas; a la catástrofe si son falsas. su pensamiento estoy trazando, no podía faly cultural. Las cuestiones a que prestó su Pero la política no es simplemente ética. La tar una mención a su lucha contra el nacionaatención Pradera, lejos de resultar incom- política es el ejercicio de la razón humana lismo vasco, de cuya primera expansión fue prensibles para las actuales generaciones, le- mediante juicios concretos en todas las face- él testigo. jos de parecer sin sentido o superadas, apa- tas de la vida social. Por eso, es también existencia, que se realiza en el tiempo y coNo es preciso encarecer la legitimidad- y recen a nuestros ojos igualmente operantes. aun la trascendencia- de su crítica. Navarro ¿Quién dudará que la cuestión de la ley bra vida en el espacio. de nacimiento y ascendencia, guipuzcoano natural, como límite a que ha de adaptarse Aquí enlazamos con otra- l a segunda- de de arraigo y residencia, fue- por carlista- fosumisamente la dictada por el hombre, persus grandes motivaciones. Encuentra, en ralista. Su alegato polémico, Fernando el Camanece levantada, cuando aún no se ha apaesas coordenadas espacio- temporales, con- tólico y los falsarios de la historia, otro de sus gado el eco trágico de protestas que siguió a cretas, una gran decadencia de España. Y, libros claves, desvela parte del enigma que la despenalización del aborto? ¿Quién querrá hombre de fe, quiere un Estado nuevo. Así esconde la evolución que va desde la defencreer que carece de importancia el rechazo se llama uno de sus libros principales, sin lu- sa de los Fueros en las guerras carlistas al de toda pretensión de poder político absoluto gar a dudas el más conocido de los que dio a separatismo vasco. -sea autocrático, sea democrático, pues la la estampa. forma de concretarse la voluntad no interesa Hoy, sobre Pradera pesa un injusto silena este respecto- cuando no hay día en que Pradera se pone manos a la obra de sacar cio. Una condena que se extiende a la mayor el rodillo socialista no manifieste su odiosa a España de la fosa en que yacen su proyec- parte de quienes alimentaron los mismos prepotencia? ¿Quién dirá que no es necesa- to y vocación históricos, víctimas de la per- ideales. De las dos líneas que, en trazos ria la meditación sobre las causas que han manente agresión republicana. Y coincide en gruesos, componen el catolicismo político el afán con un grupo de escritores, políticos, -los que tienen por primer cuidado el mantehecho posible la tragedia del País Vasco? Estos problemas son los que ocuparon de historiadores, filósofos, teólogos... Que com- nimiento de los derechos de la Iglesia en la modo preferente su actividad de orador, es- parten la misma preocupación por él estado sociedad cristiana y los que invitan a la Iglecritor y polemista. Problemas que hoy subsis- de la patria e idéntica convicción respecto de sia a reducirse a la dosis tie cristianismo que ten, quizá porque el correr de los años no los los remedios que pueden devolverla el pulso. el mundo moderno puede soportar- nuestro enfrentó con el talante defendido por Pradera, Pradera se convierte así, con Maeztu, Calvo tiempo sólo ha conocido- y con abundanfirmemente asentado en los sillares de la tra- Sotelo o Pemán, en uno de los valladares cia- -el linaje de los segundos. La estirpe de dición religiosa y política a que consagró su más inconmovibles de Acción Española los primeros ha sido declarada maldita alCon Eugenio Vegas como celosísimo cancervida y ofreció su muerte. bero vuelve a hacerse presente una vez más, guna vez he llamado a sus integrantes los Víctor Pradera Larumbe, carlista y navarro, por si falta hiciera, la verdad que afirma que otros católicos. Víctor Pradera fue uno de nació en Pamplona en 1873. Ingeniero y abo- el equipo, en cuanto es una de las formas ellos. Rechazó con violencia el complejo gado, científico y humanista, se ha podido más privilegiadas de la convivencia humana, táctico- doctrinal de la democracia cristiana y decir de él que su verbo tuvo la brillantez del es una permanente invitación a que desplie- buscó tozudamente un régimen de Cristianforo y su actuación el rigor y la responsabili- guen su personalidad quienes son capaces dad. Osó enfrentarse con la idolatría de la dad del técnico que conoce la realidad y se de hacerlo con signo inequívocamente positi- democracia. aplica sobre ella. Diputado por Tolosa con la vo. Como escribió Fernández de la Mora Al recordar a Pradera quiero extender su edad mínima para ser elegido, fue una de las hace más de treinta años, si la convivencia grandes figuras doctrinales del Alzamiento fuera un enemigo de la propia autenticidad, recuerdo a quienes, hasta nuestros días, han prolongado esa otra línea de pensamiento Nacional. desembocaríamos en Tarzán como paradig- y conducta, de la que hoy estamos casi huérPradera quizá no pueda ser considerado ma. Pero lo cierto es precisamente lo contra- fanos cuando es imprescindible para mantecomo el más puro de los tradicionalistas, rio. Y dentro de equipos tan cohesionados ner viva la llama de nuestra identidad históripero, a cambio, puede tenérsele como el más como Acción Española hubo formidables ca y cultural. Hombres como Eugenio Vegas sintético e incluso sistemático. El sistema po- individualidades. Latapié- -desgraciadamente desaparecido va lítico tradicional alcanza con él su teorización para un año, pero que tan honda impresión En la construcción del Estado nuevo que ha dejado en quienes tuvimos el privilegio de más iotable- heredera de la de su maestro Vázquez de Mella- lejanos ya los tiempos todos sueñan, Pradera se distingue como ar- conocerle y tratarle- hombres como los tamquitecto. No en vano se ha visto su recia pro- bién desaparecidos Leopoldo Eulogio Palade su vivencia. sa como arquitectónica. Y para levantar el cios o Francisco Elias dé Tejada; hombres Aquí no es posible desarrollar un mínimo edificio, ¿qué mejor plano que la Tradición como Vicente Marrero o Francisco Cañáis; análisis de su obra, por lo que me limitaré a española, unión hipostática de la Ciencia y de hombres como Rafael Gambra o Alvaro destacar, según lo ya dicho, algunas de sus la Historia? D Ors; hombres como Juan Vallet de Goytisopreocupaciones y aportaciones principales. Basta atender a sus tesis sobre la sobera- lo. Catedráticos, académicos y escritores que En primer lugar, Pradera se muestra como un heredero de la filosofía cristiana. Este nía- falso dogma llamó a la soberanía na- han hecho llegar hasta nuestros días el depópunto de partida no deja de condicionar tanto cional del liberalismo- las formas de gobier- sito venerable por el que murió don Víctor ia m o n a r q u í a t r a d i c i o n a l o la Pradera, asesinado el cuatro de septiembre su especulación como su quehacer. Pradera no, elige fundar la sociedad en la voluntad de representación orgánica de la sociedad para de 1936. VÍCTOR PRADERA Y LA TRADICIÓN ESPAÑOLA

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