ABC MADRID 16-08-1986 página 3
- EdiciónABC, MADRID
- Página3
- Fecha de publicación16/08/1986
- ID0001562926
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EDITADO POR PRENSA ESPAÑOLA SOCIEDAD ANÓNIMA 16 DE AGOSTO DE 1986 FUNDADO EN 1905 POR DON TORCUATO LUCA DE TENA I ACE cincuenta años era vilmente asesin a d o uno d e l o s mayores poetas de todos los tiempos: Federico García Lorca. Aquella muerte bárbara conmovió al mundo, y el nombre y la obra del escritor granadino llegó a los rincones más apartados. Se iniciaba así la expansión universal de una creación literaria marcada por la impronta del genio, que hoy dista de haberse detenido para gloria del idioma y de nuestra cultura. García Lorca era un poeta genial que habría acabado siendo mundialmente conocido, aunque de modo más pausado y sereno, de no haber mediado la trágica circunstancia de su asesinato. Fue incalculable el daño que sufrió la cultura española con su muerte. Poeta cultísimo, poseyó también el secreto, insólito en el arte moderno, de conectar con las más hondas tradiciones populares. E! idioma se rindió a su magia de inspirado, que alumbró imágenes inolvidabies, intuiciones simbólicas abismales, versos de sonoridad sin par, dramas y personajes trágicos imborrables. A su memoria dedicamos nuestro dominical, como ya hicimos el 6 de noviembre de 1966, en circunstancias bien distintas de las actuales. Lorca fue una víctima inocente de! a maldición que en forma de guerra civil se abatió sobre nuestro suelo. En la trágica dialéctica de las dos Españas, su nombre fue utilizado por una de ellas hasta convertir al cantor en héroe según escribió el gran poeta Luis Cernuda. Pero su obra, hoy, es ya patrimonio de todos los españoles, que deben sentirse honrados porque español sea uno de los mayores poetas del siglo. Nadie tiene derecho al monopolio de su palabra estremecida y profunda. Pensamos que la cultura debe servir para integrar a los hombres, no, ciertamente, en la unanimidad, sí en la grandeza y refinamiento de los mejores logros del espíritu humano, porque su frecuentación nos vuelve más propicios a! diálogo, a la confrontación civilizada de las ideas, al disentimiento encauzado y liberal. Sería estéril rem o v e r las c e n i z a s d e L o r c a p a r a apropiárselas. Desde otras posiciones podría hacerse mención de otros muertos, de otras muertes. No se trata, empero, de desconocer que las simpatías políticas de García Lorca estaban con ¡a República; sí de señalar que fue siempre un hombre de concordia y que su concepción de la cultura estaba alejada de todo sectarismo, y en su ancho corazón de poeta había sitio para San Juan de la Cruz y para Víctor Hugo, para Santa Teresa y Pérez Galdós, para Pablo Neruda y T. S. Eliot. Nadie lo utilice contra nadie y sí a favor de la reconciliación y la concordia definitivas entre los españoles. ABC Editorial los escritores su rostro cainita. En zona nacional cayeron asesinados García Lorca y Manuel Ciges Aparicio; en zona republicana fueron asesinados, entre otros, Ramiro de Maeztu, Manuel Bueno, José María Hinojosa y Pedro Muñoz Seca. Para todos ellos tiene este periódico su más emocionado recuerdo y, en su momento, les dedicará páginas especiales. Todos eran españoles; todos pertenecen a nuestra memoria histórica; todos, como sus compatriotas caídos en las trincheras o en la retaguardia, merecían un destino mejor del que les cupo trágicamente en suerte. Fueron víctimas de aquella terrible lucha fratricida que no distinguió en su tarea destructora y se llevó por deiante a algunos de nuestros mejores espíritus. Nunca más la guerra civil hemos proclamado reiteradamente desde este periódico, en línea con lo que exige la racionalidad de la historia y lo que ha sido, y es, la más legítima y gloriosa bandera levantada por la Monarquía de todos los españoles. Pero este lema quedaría incompleto si no le agregamos la voluntad de integrar en el más sabio eclecticismo toda la mejor cultura producida por esta vieja nación, desde la izquierda y desde la derecha. La grandeza de Menéndez Pelayo no debe excluir la del pensamiento institucionista; la magnitud liberal de Ortega en nada ha de atentar contra las más nobles expresiones del socialismo democrático, del primer Unamuno a Juiián Besteiro, personalidad esta última a la que ABC dedicó un número monográfico en enero pasado, al abrirse el año del cincuentenario de la guerra civil. Un río de lúcidas reflexiones y pasiones profundas corre bajo los puentes de nuestra historia: es el mejor caudal de la España eterna, lo que hace de ella una gran nac i ó n por e n c i m a de s u s d o l o r e s y desastres, también por encima de una actualidad demasiado iluminada a menudo por el falso brillo del oropel. Deberemos REDACCIÓN ADMINISTRACIÓN TALLERES- SERRANO, 61 28006- MADRID H CINCUENTA ANOS DEL ASESINATO DE LORCA ser, sin duda, ese país de científicos en el que Ramón y Caja! no constituya la excepción y que se coloque en punta de la nueva revolución técnica en marcha. Somos los creadores de una de las grandes culturas universales. García Lorca es una de las últimas expresiones gloriosas de esta cultura. Que no guarda con nosotros la misma relación que el Egipto antiguo con el actual o la Grecia clásica con la moderna, valga la precisión porque resulta necesaria: es creación de España y de los españoles; son los frutos más altos y más nobles alumbrados por el espíritu en este viejo solar ibérico. La efeméride que conmemoramos debe servir para tomar, una vez más, conciencia de la vasta y compleja realidad de nuestra cultura, y para deplorar también el hecho, que nos parece muy grave, de que todavía hoy- según los estudios más solventesun tercio de la población no lee nunca y otro tanto no ejercita la lectura como práctica habitual. Se trata de segmentos cuantitativamente muy considerables, que obligan a pensar en la necesidad de intensificar los esfuerzos para ir reduciéndolos, pues constituyen una pesada hipoteca para la madurez y consolidación del sistema democrático. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio del Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social dejó escrito Federico García Lorca. Síntoma alentador de un cambio de esta situación lo representa la creciente demanda de bienes culturales que se registra entre nuestros jóvenes. No cabe duda de que se han dado pasos importantes en el aspecto cultural desde el establecimiento del régimen democrático. La cultura está pasando a ocupar el puesto central que le corresponde en toda sociedad civilizada. Pero queda mucho por hacer. A corto plazo debieran adoptarse medidas concretas para la protección del libro, como el tipo cero en el IVA. A medio plazo tendría que hacerse realidad la prometida red de bibliotecas que el Gobierno anunció en su programa del 82. Una nación, un mundo de espaldas al espíritu, acabarían en poco tiempo transformados en colmenas de individuos sumisos y acríticos, nunca en personas dispuestas a ejercer cada día el derecho y el riesgo de ser libres. A los cincuenta años del horrible amanecer de Víznar nos inclinamos con emoción y respeto ante la nobilísima figura del poeta asesinado. La gracia del Señor se derramó en sus labios cantó el salmista de Israel. Son palabras sagradas para honrar el alto nombre A Tg de Federico García Lorca. jí- i C EDICIÓN INTERNACIONAL Un medio publicitario único para transmisión de mensajes comerciales a ciento sesenta naciones La guerra de España enseñó también a