ABC MADRID 15-02-1986 página 52
- EdiciónABC, MADRID
- Página52
- Fecha de publicación15/02/1986
- ID0001541227
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X ABC SÁBADO CULTURAL 15- febrero- 1986 Poesía Incesante fuga Acacia Domínguez Col Adonais, num 426 Ediciones Rialp S A Madrid, 1985 74 paginas neamente ilimitada e infinita Todo lo cual no le exige ninguna clase de agonismo o de existencialismo alienante Al contrario, Acacia Domínguez es existencialista, secumdum quid en cuanto cree en la capacidad para elegir por si misma, para construir su emoción y su finalidad de vida Porque Acacia cree en una finalidad, por sobre otras teorías Asi en Incesante fuga hay mucho mas que pasión inútil Por el libro corre un fluido metafisico que alimenta el deseo de libertad precisamente lograda en la perspectiva de la historia Vale por lo tanto este libro como un espejo donde aparecen las refracciones esenciales y existenciales de la autora Inocente y pura- parafraseo uno de sus poemas- posee la terrible soledad de los dioses Sus poemas son la forma de esa soledad En la primera parte, Viaje al conocimiento va edificando las formas de su existencia y de sus sueños, las formas habitadas, los circuios y símbolos de un orbe que no se detiene en si misma, sino que extiende una ventana al cosmos pasea por en medio del vértigo, a través de los siglos mas que de una realidad concreta, siempre con una perspectiva en la que no se desecha la esperanza Tan es asi que, en la segunda parte, Huida al presente Acacia Domínguez encuentra ya ese segundo irrepetible de la existencia Vive y es, admitiendo ya la colaboración con la Naturaleza- e l paisaje urbano preferentemente al fondo- que en tactos y pasmos le asciende por las venas En esa arquitectura tan bien trataba de su ideal poético Acacia Domínguez consigue la pasión de vivir Y todavía algo mas el instante feliz como la columna donde reposa el día Ya en el retorno a la ternura se ha sentado la luz a la mesa a la espera de una existencia armónica El viaje de la vida ha comenzado, pero ya con la presencia inexorable de la realidad física, del regreso a los objetos Hay, efectivamente, en estos poemas, un espejo estético que le devuelve la forma, es decir, el tamaño de una personalidad que encuentra en la soledad el principio de decisión de su inquietante parábola poética Entre tanto, Acacia Domínguez apresa el transito y la contingente belleza de una historia intima que se multiplica en un lenguaje polivalente Acacia Domínguez ha escapado, a ultima hora y por motivos mas o menos instrumentales, de la reserva acotada por Ramón Buenaventura de la joven poesía española escrita por mujeres No figura por lo tanto entre las diosas blancas Pero f que conste que con solo dos libros Como el viento en la empalizada (El Toro de Barro Cuenca 1982) e Incesante fuga pub l i c a d o con el numero 426 en la colección Adonais, cumple con c r e c e s lo que puede dar patente legitima a una poetisa el- 1 planteamiento radical Acacia Domínguez de su escritura Hasta cierto punto, Acacia Oominguez se desmarca, de ese guirigay batido entre la promoción editorial y el feminismo subliminal, para levantar, casi con rigor constructivista una poesía de nueva planta, escrita desde las aristas de la palabra misma Incesante fuga confirma los grandes augurios con que la critica recibió a Como el viento en la empalizada Gana en complejidad lo que esconde en esquematismo Y bien se ve que Acacia Domínguez es una poetisa no solo dotada de lenguaje, sino magníficamente preparada para dar al impulso poético toda su fenomenología En este sentido, su nuevo libro es muy diferente al tono usual de la poesía femenina viviente Esta sencillamente al margen de los resabios culturalistas como tales Tan segura esta en su propuesta que este libro es un nuevo viaje al conocimiento con su huida- o trascendentalización- del presente y su retorno a la ternura En su primer libro, Como el viento en la empalizada adelantaba su fe de vida, la realidad de su existencia en el tiempo Y esto que parece ser un lugar común en la poesía actual, atenida a una rehumanizacion mas o menos explícita, exige ante la linca de Acacia Domínguez muy firmes matizaciones, muy claras premisas Con Incesante fuga abre un catalogo espacio- temporal muy amplio Y se instala en las esferas armilares de una cosmogonía poética en la que frente a otros líricos- desde Unamuno a Rilke- -profesa un sentido heideggenano de la existencia ser en el mundo Bien que eso no le cierra las ven tanas a la imaginación El hecho de partir de una forma conceptual casi tirada a plomada, ley dorada para lograr la proporción de la belleza a la vez que el impulso del vuelo poético, demuestra que Acacia Domínguez anula un tanto los limites entre lo temporal y la intimidad Hablar de una voz fundamentalmente filosófica es extremar las tintas Acacia se produce siempre per modus poeticus dejando en libertad su capacidad de sugerencia Asi su realidad en principio limitada es, simultá- La flauta de caña Miguel Alvarez Morales Ediciones Riaip, S A Colección Adormís Madrid 1985 Miguel Alvarez Morales poeta medito pero maduro, a la espera de un lugar en la generación del 50, a la que por edad pertenece, ha hecho lo que los indios del altiplano cuando les ataca la melancolía sonar su quena- e n este caso su flauta de cañapara atizar sus recuerdos Periodista en toda la dimensión profesional, profesor universita no y corresponsal de TVE en Londres y Nueva York, se ha doblado sobre si mismo, para ofrecernos lo mas intimo de su historia La flauta de caña exige ya un seguimiento por parte de críticos y comentaristas de este lineo que ha espumado las esencias de la poesía de la segunda generación de la posguerra, a la vez que se libró de sus testimonialismos ocasionales Echa a la mar con estos versos algo más que un barquito de papel A bordo lleva una experiencia y desde luego una biografía mas accesible y gratificante que aquella que se atiene a los simples datos cronológicos Porque, efectivamente, lo que suena en esta flauta de caña, ademas de limpio, es valido estéticamente La vida no le ha dejado desgarraduras, sino emociones Y bien se ve en estos poemas un cierto tono frayluisiano del hombre que sin huir del mundanal ruido si sabe, en cambio, encontrar su momento sosegado para registrar el latido del mundo en su yo Por otra parte, este mundo gozoso, creadoramente instalado tanto en la música callada y en la soledad sonora, le sube alma arriba y se le derrama en estrofas exactas, sin ringorrangos barrocos ni deletéreos anhelos El poeta domina la factura del verso rotundo, la alada gracia del verso corto, la asonancia de la canción, la andadura del alejandrino, acaso porque antes, en el fondo de su intimidad, ha puesto en orden las sensaciones y ha dominado su melancolía Si tuviese una espada os la daría- -con ese mismo gesto con que se da la sangre- que se que es necesario defenderse, pues la guerra esta en pie y nos rodea, nos llega y hasta nos surge desde dentro La flauta de caña se despliega en tres partes sin solución de continuidad Libro antologico, por eso el dolorido flujo del poeta es único, pero eso no uniforma los poemas Miguel Alvarez tiene el oficio de saber mirar y recoger en su pupila los mil y una sensacioAcaso haya que resaltar un dato mas Y es nes del ancho mundo el secreto del pino, el el refrendo que su oficio riguroso ofrece a su prodigioso vuelo de Manhattan, su propia iluteoría poética Acacia escapa en incesante minación genésica, su presencia en el Unifuga a los grilletes de una locución exacta y verso, la madre como una música en la que normativa Porque el esplendor de su lirismo, todo se narra o la muerte del padre Se trata en vez de refrenarse esplende con fuerza en de un poeta no solo bien habitado sino poemas como A través de la historia mejor expresado Con una linea linca en la Fuga en el pub Sucesión de miradas que el sentimiento jamas estorba- por el Viaje Autobús 16 etcétera La poesía contrario, lo engrandece- el iluminador misde Acacia Domínguez, desde su tiempo de terio de la expresión poética Sabe que en la silencio, va uniendo Continentes y mundos y linca todo es posible en el amor del mar, en edifica otra ciudad paralela en la que es pola fuerza del pino, en la belleza pura, en el sible el suave caminar de la ternura simple y elemental paisaje ardiente del poema Florencio MARTÍNEZ RUIZ F. M. R.