ABC MADRID 12-07-1983 página 85

f Crítica La última arbitrariedad de Calviño Los sanfermines José Luis Balbín y José María Calviño Encierro en los sanfermines Prado del Rey era ayer un hervi- llermo Galeote en RTVE después dero de rumores, mientras el nivel del verano poniendo fin a la era de malestar en los profesionales de Calviño. los Informativos alcanzaba cotas muy agudas. El director general, José María Calviño, había decidido ai parecer hacer de plantilla a Mario Rodríguez Aragón y confírA pesar de las fundamentamale como jefe de Información Inles discrepancias ideológicas ternacional de Televisión Española. que se producen en su seno Como se recordará, el nombra- -en razón de la composición miento de Rodríguez Aragón, antirepresentativa y la naturaleza guo militante del PTE (Partido de política de esas mismas reprelos Trabajadores) y miembro de la sentaciones- -el Consejo del platajunta en París, había provoEnte está dando pruebas de cado un enfrentamiento muy duro realismo y capacidad de resentre Antonio López, director de puesta. Primero- -incluso maTVE, y José Luis Balbín, director tizando la parte socialista su de los Informativos. El primero se apoyo a Calviño- congelando negó a firmar el nombramiento, y las maniobras envolventes con fue apoyado en su actitud por los presupuestos que el direcmiembros de la oposición en el tor general realizó para que Consejo de Administración de éstos fueran aprobados. Es RTVE. verdad que su aprobación no condiciona su presentador? ya La tensión se hizo intolerable a tramitada, al Gobierno, pero si consecuencia de la inclusión de el Consejo los hubiera avalado Mario Rodríguez Aragón en la decon su aquiescencia, el reslegación de los informativos de paldo político a la actuación TVE que fueron recibidos en augerencial calviñana se converdiencia en el Palacio de la Zartiría en un cheque en blanco zuela. Cuando todo parecía indicar para, seguramente, mayores que le sería dada la razón a Antodesaciertos. No han pasado nio López, Calviño ha sorprendido por ello los consejeros, j Los ayer haciendo fijo del Ente- -según presupuestos del señor Calse nos informa- -a Rodríguez Araviño son insuficientes, técnicagón y enviándole en Comisión de mente deplorables, adolecen servicio a TVE en el cargo antes de falta de concepción global, aludido, destituyendo en el mismo yuxtaponen, sencillamente! las a un profesional de tan reconocida partidas financieras; no cualificompetencia como Ricardo Díaz can la dinámica del medio, caManresa. recen, en resumen, de cobertura de futuro. Ni lo aprueba La arbitrariedad de José María ni lo desaprueba señaló; una Calviño sólo es comparable con su voz socialista ante el dictamen vanidad, y este nombramiento, hainhibitorio. Bueno, en este; tipo ciendo causa común con José Luis de gestiones, ni aprobar n; i deBalbín, va a enfrentarte decisivasaprobar significa... loj semente con Antonio López, el único gundo. Porque para ser aprode los tres que es militante del bados, y no para j dar PSOE. La opinión más generalizada es que Antonio López no susimplemente el enterado 4, los frirá inmóvil esta afrenta, y que presentó el máximo responsacada vez está más claro un deble del Ente. El es ahora el sembarco de hombres de GuiMARTES 12- 7- 83 TVE nos ha presentado, un año más, esa incopiable explosión de alegría, fraternidad y coraje derro- Detrás de la pantalla único responsable. Y el Gobierno, a través de su instancia económica correspondiente, tendrá ahora, a su vez, que asumir su propia responsabilidad. Calviño se va a ganar otro no. Uno más en su larga biografía de fallos y contratiempos. La otra decisión- -que ha sido recogida con satisfacción por la mayoría de los profesionales de la Casa, al pareceres la decisión de apoyar- -también, lógicamente matizada- -al director de Televisión, señor López, en el pulso que con él, en relación con la soberanía administrativa, intenta mantener Balbín, celoso de que nadie ni nada escape a su autocratismo. El argumento del Consejo es que se debe respetar la subordinación funcional Exacto. Sin ella- -subordinación, interdependencias, dependencias taxativas y razonadas en el Estatuto, la Ordenanza, etcétera- -no funcionaría ninguna empresa en sus niveles orgánicos. Balbín- -que acumula, ¿cuántas veces hay que decirlo? funciones dobles- -pretende convertir los Informativos en un programa de La clave en el que él sea juez, parte y demandante. Él Consejo pone con su decisión, institucionalmente, a cada cual en su lugar operativo dentro del organigrama. Ahora, que se imponga la consecuencia lógica. Ya saben ustedes cuál es: que se vaya Balbín. SPECTATOR DOS DECISIONES DEL CONSEJO chados en las fiestas patronales de Pamplona. Y hemos dicho incopiable porque, generalmente, fracasan los intentos de imitar las peculiares solemnidades de los pamplónicas en honor de San Fermín y, sobre todo, los encierros de los toros que se van a lidiar en su plaza, en un ambiente que también es imposible copiar. Sólo son responsables y simpáticos los encierros en aquellos lugares o lugarejos que mantienen viva esa tradición, pero la tele no pudo evitar que en su reportaje se trasluciera algo que nos entristece a todos los que conocemos lo que representa Navarra en nuestra Historia y lo que puede influir en el desarrollo del proceso político español. Estábamos habituados a contemplar en Pamplona, durante los sanfermines a un pueblo tan estrechamente unido que esos brotes de ¡nsolidaridad que en los últimos años, y en éste, se han producido revelan el empeño que tienen algunos grupos políticos, rojos blancos o verdes o rojos, blancos y verdes de descasar a los navarros y de impedir que Navarra vuelva a ser un venero de sabios, de mártires, de héroes, de artistas, de misioneros, de aventureros de su fe tradicional... que inclinaban sus banderas- -la carlista, la liberal, la monárquica, la republicana, la falangista, la socialista... sin que nadie se lo pidiera, ante la que nos ampara a todos, la de España. Y por eso era tan fácil que la solidaridad navarra se manifestara, tan gozosamente, durante los sanfermines sin que nadie se atreviese a empañarla, como este año, con minúsculas e inoportunas disidencias, o algún ¡Gora Navarra! que seguramente obligó a San Fermín a preguntar: ¿Y qué es eso? Si el Estado de las autonomías no tiene el mismo corazón y la misma sangre, aunque sus musculaturas sean diversas, difícilmente podrá sobrevivir. A B C 85