ABC MADRID 08-05-1982 página 43
- EdiciónABC, MADRID
- Página43
- Fecha de publicación08/05/1982
- ID0001387287
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SÁBADO 8- 5- 82 CULTURA Y SOCIEDAD A B C 43 Está dotado con un millón de pesetas una escultura de Joan Miró Oviedo: El premio de las Arfes a Pablo Serrano, otorgado por unanimidad OVIEDO (Antonio Palíelo, corresponsal) El escultor aragonés Pablo Serrano ha sido el ganador del premio Príncipe Asturias 1982 de las Artes, en su segunda edición. Un Jurado presidido por Domingo Garcfa Sabell e integrado por Jesús Aguirre, Plácido Arango, Ricardo Bofill, José Renáu, Federico Sopeña, Paulino Vicente, Javier Tusell y Román Suárez Blanco decidió conceder, por unanimidad, el galardón al escultor. Al premio concurrían diversas candidaturas provenientes de los países sudamericanos, Estados Unidos y de casi todas las provincias españolas. Tras establecer los criterios de selección, el Jurado pasó a examinar los méritos de los candidatos propuestos y de las disciplinas que representaban. La trayectoria de Pablo Serrano ha sido la que al final ha decidido al Jurado frente a Antonio López, el pintor manchegó en torno al que se centraban todos los rumores sobre la concesión del premio. El galardonado fue propuesto por Domingo García Sabell y por Jesús Aguirre, duque de Alba, quines defendieron la candidatura de Serrano desde el principio, siendo, al final, aceptada unánimemente por todos; Jos Jurados. Si el pasado año había sido el músico Jesús López Cobos, en esta ocasión un escultor es- el galardonado. En el acto del Jurado se señala textualmente: Se concede el premio Príncipe de Asturias de las Artes 1982 a don Pablo Serrano, escultor, por la trascendencia universal de su obra, así como por la dimensión creadora y humanista de la misma. El Jurado consideró, además, su capacidad para poner al alcance del pueblo las más nobles esencias del arte. Al final, José Renau valoró a Serrano como uno de los artistas más universales del siglo actual, y dijo: Su obra es una obra espacial y humana, situada en el espacio natural hasta el extremó de que sus esculturas vieron aparecer objetos naturales. Por su parte, Domingo García Sabell, presidente del Jurado, señaló: La obra de Serrano es de una gran originalidad, creadora de un nuevo espacio plástico y, ai propio tiempo, transcendiendo a valores humanos en 7 SA VV SP m el sentido- de la comunicación con el prójimo desde las mismas raíces de sus obras. Por último, el hasta hace poco director general de Bellas Artes, Javier Tusell, afirmó: Para mí es una de las figuras indiscutidas de las artes plásticas, tanto en España como en el extranjero; aunque yo había propuesto otros candidatos, he de reconocer que, al final, también me incliné por Serrano, al que considero un escultor muy importante. Un escultor humanisfa Pablo Serrano nació en Crivillen (Teruel) el 10 de febrero de 1910. Realizó sus primeros estudios en Zaragoza, ciudad en la que residía su abuela. Más tarde marchó a Barcelona al trasladársela la Ciudad Condal sus padres, donde estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Jorge. En 1929 marchó a América. Estuvo primeramente en Argentina durante año y medio, creando una escuela de escultura en Rosario. En 1930 marcha a Montevideo y dirige la escuela de escultura de los Talleres de Artes y Oficios de Don Bosco. Vivió en América durante veinte años, en los cuales su obra siguió una línea expresionista que posteriormente se reflejó en los retratos de personajes y a la que siguió una etapa de tendencia constructiva. En 1954 regresa a España y se inicia entonces su época más creadora. Dos años más tarde funda con otros artistas el grupo El Paso y participa de las primeras exposiciones colectivas del mismo. Luego sigue solo su propio camino. Su obra, concretada en alambres, bronce, escayola o mármol, se convierte en la exteriorización de sus inquietudes y especialmente de su concepción del hombre y de su lucha ante sus problemas, que dan un paso cualitativo al trascender al plano del arte. En su primera etapa de 1956 realiza obras con elementos de chatarra. Después investiga sobre el vacío. Un cubo de madera, como elemento central de su obra, es quemado y su entorno queda configurado de tal manera que se combinan, equilibrados, su interior y su exterior. A esto siguen las Bóvedas para el hombre hechas en bronce, en las que refleja la preocupación constante del ser humano por construir su propio espacio. Estas bóvedas se asientan sobre una amplia base, como simbolizando el constante contacto con la tierra, pero, al mismo tiempo, se elevan hacia el espacio, en busca de lo trascendente. Después Pablo Serrano, en su serie de Lumínicas de formas esféricas o cilindricas, consigue que la parte externa, de aspecto oscuro y opaco, se abra para descubrir una cavidad pulimentada y brillante que, expuesta a la luz natural, o complementada con la luz artificial, í recoja una luz interior casi mística Hacia 1965 su ¡preocupación por el amor y la comunicación trasciende también el arte. Con sus obras Hombres- compuerta de dramático aspepto exterior, hecha de miembros descoyuntados y muñones, descubre, sin embargo, una interioridad de gran belleza. En sus qbra Un ¡dades- yunta iniciadas en 1966, estás ideas ya no son expuestas por figuras aisladas, sino por parejas que si se separan resultan incompletas. En ellas aparecen símbolos externos de sexualidad o erotismo. Edificio fircindsco CfefVQ 15 Semiesquina c Orense, detrás HotelJVIeliá Castilla. Superapartamentos de lujo Locales comerciales Plazas de garaje Información: propio edificio, todos los días incluso festivos. Tels. 207 04 8 5- 2 0 7 04 86 VISITEN PISO PILOTO Junto a estas series fundamentales, el artista ha hecho otras obras menores, como Los fajaditos pequeñas figuras de miembros y cabezas vendadas. Pablo Serrano, que ha realizado gran número de exposiciones en las principales capitales europeas y americanas y cuyas obras se exhiben en los más importantes museos, posee numerosos premios, entre los que resaltan el Gran Premio de la II Bienal de Montevideo y el Gran Premio de la III Bienal Hispanoamericana de Barcelona. En 1958 representó a España en la exposición internacional de Arte del Siglo XXI, que tuvo lugar en Charleroi (Bélgica) Es, desde 1980, miembro de la Real Academia de- Bellas Artes de San Fernando; antes, en 1977, fue nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de Francia y, en 1969, miembro de la Real Academia de Artes de Flandes. En enero de 1981 tuvo lugar en Lisboa, en la Fundación Gulbenkian, una exposición an tológica de su obra, que fue considerada por la crítica como un gran acontecimiento en las artes plásticas. Una cabeza en bronce de Antonio Machado, que el artista modeló en 1964 para ser colocada en Baeza, fue el obsequio del artista cómo recuerdo de su ingreso en la Real Academia. Entre sus obras, además de las ya citadas, se cuentan las series Ritmos en el espacio Presencia de una ausencia Para el hombre y El Crucificado en bronce de cuatro metros, para la iglesia de San Ignacio de Loyola de México. Son, asimismo, relevantes sus estatuas- monumentos de Isabel de Castilla (Puerto Rico) Miguel de Unamuno (Salamanca) Benito Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria) Gregorio Marañón (Madrid) Ponce de León (Palencia) y La Piedad en Amberes (Bélgica) Trabajador infatigable, continúa su labor escultórica en la actualidad procediendo una dilatada actividad artística profundamente enraizada en el pueblo.