ABC MADRID 15-09-1981 página 60
- EdiciónABC, MADRID
- Página60
- Fecha de publicación15/09/1981
- ID0001364442
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48 ABC SUCESOS MARTES 15 S- 81 La Policía Municipal se negó a entregar un coche a su dueño, pese a que éste se disponía a pagar incluso multas atrasadas En las cárceles de Valencia y Sevilla Otro escándalo en una calle madrileña a consecuencia de la impopular grúa MADRID. Seis personas fueron retenidas el sábado por la Policía durante once horas por oponerse a que la grúa municipal de Madrid se llevase un coche estacionado en un paso de cebra, según han informado a Europa Press los afectados. El desarrollo del tumulto fue, en síntesis, el siguiente: Sobre las nueve de la noche, la esposa empujar a la gente para que se quede en la del doctor Carlos Prieto ve desde la ventana acera, lo que solivianta los ánimos. Un policía que la grúa se va a llevar el coche de su mamunicipal dice que uno de los presentes, ndo, estacionado en parte sobre un paso de José Luis Infante, ha insultado a un policía peatones; Es un vehículo matrícula Mnacional y éste intenta detenerle. Otras per 916912, El doctor Prieto se persona en el sonas se ponen de parte del testigo presenlugar y dice que quiere pagar la multa, para cial, que niega haber insultado al agente. evitar. que la grúa se lleve el automóvil. Un EL COCHE, AL DEPOSITO. El abogado agenté femenino de la Policía Municipal se niega a dejarle el coche, y alega que tiene y varios agentes sé trasladan a las dependencias de la grúa en Cuatro Caminos, orden de embargo por multas pendientes. El doctor responde que tiene derecho a llevarse donde, al parecer, está la orden judicial. Mientras, el coche es llevado por la grúa al el vehículo si paga la multa y solicita le sea depósito. Allí no estaba tal orden. El abogado presentada la orden judicial. y el doctor se disponen a pagar las multas La agente, en actitud calificada de pendientes, como gesto de buena voluntad, pero se les indica que ya se ha ido el funcio chula por varios testigos, dice al doctor que nario encargado de esa labor y que, por le cierre la puerta de su coche y se marche, a lo tanto, no pueden llevarse el coche. que el señor Prieto se niega. Seguidamente, el doctor se sube sobre el coche. Después el Ante ello se dirigen a la Comisaría de la doctor pregunta a un sargento de la Policía calle Rey Francisco para denunciar a los Municipal, que había llegado al lugar, en qué agentes. En la Comisaría se encuentran con ley se basaba para llevarse el vehículo. seis testigos presenciales que han sido dete ÁNIMOS SOLIVIANTADOS. La agente nidos, acusados de insultos y de solidarizarse continúa en su actitud grosera y comienza a con el doctor. El abogado se dgql ra defensor congregarse gente, que se pone de parte del de todos ellos y además íriáqifCésta su intenpropietaria ¡del coche. El doctor explica a ción de interponer denuncias. Ün inspector todos í) ue- está dispuesto a pagar la multa, manifiesta que no puede denunciar porque él que ncT. hay ley que permita a la Policía Muniha sido ya denunciado. cipal llevarse su coche en ese caso. Y agrega A las tres de ¡a mañana prestan declaraque necesita el vehículo porque. su mujer, lo hicieran los que está presente, se encuentra embarazada ción, después de que son llevados a agentes municipales. Después preseny a punto de dar a luz, lo que puede hacer cia judicial, entre las protestas del abogado. imprescindible el automóvil. En ei Juzgado se permite a todos los deteni Desde el domicilio del doctor se avisa al dos trasladarse a sus domicilios, cuando son ya las seis de la mañana, para que vuelvan a abogado José María Martínez Ferrando, declarar a las nueve y media. amigo del. médico. El abogado pide la orden judicial á la que aludían los policías municipaCONCLUSIÓN. La situación final es: Las les, y explica que no puede haber un solo denuncias siguen su curso por escándalo pújuez qué haya firmado tal mandato, a tenor blico, desacato a la autoridad e insultos. El de las disposiciones del Tribunal Supremo. doctor se quedó sin su coche hasta el día siLlegan más coches municipales y también de guiente y el abogado piensa presentar tres la Policía Nacional. Los agentes comienzan a querellas criminales. Se ahorcan dos presos en sus celdas en el íin de semana MADRID. Curante este fin de semana, dos reclusos de veinte años de edad, internados en las prisiones de Valencia y Savilla, fueron encontrados muertos en sus celdas, colgados de unas sábanas qué pendían de las rejas, según han informado a Europa Press fuentes penitenciarias. Uno de los sucesos ocurrió el sábado, a las doce del mediodía, en la cárcel de Valencia. El recluso Ricardo Espiga Blanco, fue encontrado ahorcado por un funcionario en una de las celdas del departamento de aislamiento, donde estaba recluido. En la celda había una carta manuscrita en la que achacaba su muerte a otro preso, al cual había propinado una paliza dos días antes. A causa de esta pelea, Ricardo Espiga Blanco había sido internado en el departamento de aislamento. El suceso se produjo en el intervalo de tiempo en el que un grupo de intermos salían al patio a pasear, después de que otro grupo, del que formaba parte Ricardo, se introdujera en sus celdas, tras unos minutos de esparcimiento. Ricardo Espiga llevaba en prisión unos dos años y había sido condenado por catorce causas. Todos los delitos, salvo uno de conducción ilegal, habían sido robos. EL CASO DE SEVILLA. El segundo hecho ocurrió en Sevilla a las doce de la noche del domingo. El interno encontrado ahorcado en su celda es Jesús María Rubio, con antecedentes de perturbación mental. Los funcionarios de la prisión acudieron a la celda poco después de que varios internos gritaran dando aviso de que Jesús María Rubio estaba manipulando en las rejas con las sábanas. Cuando los funcionarios llegaron, el interno ya estaba muerto. Jesús María Rubio estaba en prisión en régimen preventivo por cuatro delitos de robo. En dos ocasiones había sido llevado al Hospital Psiquiátrico de Sevilla. Fuentes penitenciarias competentes han señalado que este tipo de muertes, que con cierta frecuencia se están produciendo en las cárceles españolas, se deben a una falta de comunicación entre los funcionarios y los reclusos. Dichas fuentes han precisado que estos sucesos están produciéndose en las prisiones donde hay una excesiva aglomeración de población penal, y la plantilla de funcionarios es escasa. Un caso de flagrante despotismo municipal Si todo ocurrió conforme a la descripción que los afectados han ofrecido a Europa Press, no cabe duda que nos encontramos con un hecho consumado de auténtico despotismo municipal. El caso atenta, por un lado, contra la libertad de toda persona, a no ser desposeída del uso de su propiedad, aunque sea temporalmente, si ésta cumple con las obligaciones contraídas, y, por otro, transgrede las disposiciones legalmente establecidas. En cualquier embargo, de sobra es sabido que el propietario de la cosa embargada puede in extremis levantarlo con tal de satisfacer el daño causado. Y en este caso concreto el doctor- Prieto estaba dispuesto a abonar ia multa correspondiente por el mal aparcamiento más las otras que pudiera tener pendientes por anteriores infracciones. Sólo exigía qué le fuese presentada la orden judicial, como es preceptivo en tales circunstancias. Y no sólo no se la enseñaron, sino que tampoco fue hallada en las dependencias de la grúa, en Cuatro Caminos. Posiblemente el suceso, que lo hubo, dio motivo a una alteración del orden público, máxime cuando tras los vehículos de la Policía Municipal se presentaron, a petición de parte, los de la Policía Nacional. Pero, en cualquier caso, todo surgió por la impopularidad de una grúa que tiene bien merecido y reconocido este calificativo. Con todos nuestros respetos hacia los agentes municipales, una cosa es cumplir con su obligación y otra avasallar al vecindario, sobre todo cuando en esta ocasión había la mejor voluntad de entendimiento por el lado contrario. Aplicar unos resortes apoyados en la coacción y en el abuso de poder no pueden ser nunca rentables. Quizá por ello la grúa sigue encontrando entre los madrileños una animadversión y una repulsa, que debería ser muy tenidas en cuenta por nuestras autoridades municipales. En la autopista de Barajas Madre e hija muertas en accidente de tráfico MADRID. Dos mujeres que ocupaban un Renaul- Ondine, matricula M- 448384, resultaron muertas a últimas horas de la tarde del domingo en un accidente de tráfico ocurrido a la altura del kilómetro 10,200 de la autopista de Barajas, frente al barrio del Aeropuerto. El accidente ocurrió cuando el automóvil en el que viajaban los dos mujeres saltó, por causas desconocidas, el seto de separación de la autopista y fue a estrellarse contra el Seat- 131, matrícula M- 5308- DU, ocupado por un matrimonio y sus hijos, que circulaban en dirección contraria. Los ocupantes de este segundo vehículo resultaron heridos y fueron trasladados a la Ciudad Sanitaria Provincial. Por gestiones posteriores se ha podido saber que las víctimas mortales de este accidente son una madre y una hija, llamadas Trinidad García y África Consgelo López García. vende abrigo visón, 200.000; chaquetón visóh, 100.000. 246 90 61,