ABC MADRID 27-01-1981 página 20
- EdiciónABC, MADRID
- Página20
- Fecha de publicación27/01/1981
- ID0001343028
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12 ABC INTERNACIONAL El proceso de Pekín dicta sentencia MARTES 27- 1- 81 Durante ese tiempo será sometida a reeducación La pena de muerte contra Jiang Qing se aplaza durante dos años 1 MADRID Fernando Pastrano) Jiang Qing, la viuda de Mao Zedong, ha sido condenada por el Tribunal especial que la juzgaba a la pena de muerte. No obstante, la sentencia se aplaza durante un período de dos años en los que será sometida a un proceso de reeducación En caso de que transcurrido ese plazo dé muestras de arrepentimiento, ia pena podría ser reducida, según es costumbre en China, a ia inmediatamente inferior de cadena perpetua. Los otros nueve acusados en el Proceso de Pekín han sido condenados a diversas penas de reclusión. un dios, Mao ha caído- -se dicen a sí mismos los jóvenes de la China actual- entonces, ¿a quién adorar, a quién seguir? La alternativa de Hua Guofeng cada vez se ve menos clara, sobre todo ahora que la propia caída del gran timonel ha facilitado la suya propia. La modernización, esa palabra mágica que engloba todas las esperanzas del pueblo chino de aquí a veinte años, cada vez se ve más lejos. La inestabilidad, el confusionismo, es la tónica general. La juventud china sólo ha sacado una consecuencia clara de todo este proceso, que se traduce en una crisis de fe y confianza en las generaciones que les precedieron. Crisis que Hasta el mismísimo partido reconoce estar sufriendo. Es peligroso personalizar en cuatro, cinco o diez personas todos los errores del pasado y, de repente, de un plumazo, eliminarlos. A partir de ahora, ¿quiénes cargarán con las culpas de las equivocaciones que, presumiblemente, se cometerán en la ardua tarea de convertir a China en un país moderno? Desde luego, maoístas quedan. Más o menos agazapados en sus cargos medios del Poder o en sus viejos despachos de los cuarteles, pero quedan. Siempre se podrá recurrir a ellos como chivo expiatorio en caso de neceUña vieja creencia china asegura que los terremotos sé producen cuando desde el más allá se nos quiere avisar a los pobres mortales de que algo extraordinario va a suceder aquí abajo. Naturalmente, se trata de una superstición que ya muy pocos comparten y a ningún occidental culto se le ocurriría tenerlo en cuenta. Sin embargo, en 1976 la tierra tembló con fuerza en Tangshan, y poco después Mao Zedong moría. El sábado pasado un seísmo de mediana potencia se registró en Sichuan; al día siguiente, Jiang Qing era condenada a muerte. Simples coincidencias. CAMPAÑA OFICIAL Un mes exacto han tardado en dar su veredicto los jueces de esta farsa legal que ellos mismos han bautizado como juicio del siglo Treinta y un días para ponerse de acuerdo en una decisión tan delicada como lo es la actual situación del país. Los jueces, sin duda, tenían miedo a equivocarse no tanto de cara a la estricta Justicia como ante esa otra corte inapelable que es la opinión pública. Y lo que ellos a lo mejor ignoraban es que su decisión, fuese la que fuese, tenía que estar necesariamente equivocada ya que equivocado ha sido el planteamiento mismo del juicio donde todo ha sido un gran error. Desde el comienzo del proceso, e Incluso antes, se sabía que los acusados, por el mero hecho de serlo, eran culpables. No se explica si no la virulenta campaña oficial que bajo consignas tales como aplastar a ia Banda de los Cuatro o muerte a la emperatriz viuda Jiang se venía desarrollando desde hace más de cuatro años. La sentencia estaba prevista de antemano, lo único que había que calibrar era su magnitud. Al parecer, los partidarios de Mao, que pese a todo aún quedan, han presionado lo suficiente para conseguir que no se dictase ninguna pena de. muerte inmediata y que la inevitable de Jiang Qing fuese aplazada, de momento, durante dos años. La defensa brilló por su ausencia, representada en unos abogados de oficio cuya actuación en favor de sus clientes -si la hube- -no traspasó los muros del Juzgado. Y cuando los propios acusados tomaron Ta palabra para defenderse (ver recuadro día 12 de diciembre) fueron expulsados violentamente de la sala. Incluso las normas seguidas han caído en el gravísimo error de aplicar leyes de reciente aprobación para juzgar delitos cometidos hace bastantes años. DESMITIFICAR A MAO ¿Qué se ha conseguido con este juicio? cabe preguntarse ahora. Pues bien, poco. Es cierto que se ha logrado- ¡y de qué manera! -desmitificar la imagen de Mao. Este era el principal motivo q 1 J Deng Xiaoping, el actual hombre fuerte de Pekín, ha tenido para mover lentamente los hilos hasta colocar a sus marionetas en el escenario del Tribunal Supremo. Pero la desmitificación de un ídolo exige la rápida erección de otro. Mao no era La única mujer que; supo ¡legar hasta el mismo centro de! poder chino sidad, y aunque Hüa caiga definitivamente, aunque el desterrado libro rojo de Mao sea sustituido algún día por un libro rosa de Deng, el precedente establecido en el Proceso de Pekín podrá ser empleado por alguien que recuerde eso de que otros con más importancia cayeron antes. Lo peor de toda esta bufonada es que su torpeza contribuye en gran medida a la desaparición de la disciplina y el espíritu de sacrificio que lograron situar al país donde hoy está y que caracterizaron a las tres generaciones chinas de los últimos cuarenta y cinco años. El jüieie a la MADRID. (F. P. El proceso de la banda de los cuatro que finalizó el domingo en Pekín, fue también un juicio contra la revolución cultural que durante diez años- -noviembre 1966 a octubre 1976- -protagonizó la vida política china. Los momentos más significativos de este largo proceso de dos meses y cinco días son los siguientes: 1980: 20 de noviembre. Primera audiencia íntegramente dedicada a la lectura de la voluminosa acta de acusación. La televisión china trasmitió unos diez minutos de la sesión en la ue comparecieron los diez acusados. Jiang üng aparecía con un audífono en su oreja izquierda. Tanto Chen Boda (setenta y seis años) como ü Zuopeng (sesenta y seis) tuvieron que ser asistidos por un médico que les suministró oxígeno. 24 de noviembre. Se examinó el tema de la conspiración organizada por la banda de los cuatro para perseguir al primer ministro Zhou Enlai y a Deng Xiaoping con fines de usurpar el poder y el Gobierno e 25 de noviembre. Interrogatorio de los generales Huan Yongsheng, Li Zuopeng y Jiang Tengjiao acerca del intento de golpe de Estado de 1971 y que se conoce como Proyecto 571 Los tres admitieron su participación en él. 26 de noviembre. Primera declaración de Jiang Qing que negó todos los cargos. No sé nada fue su repetida contestación. En otra ocasión dijo aludiendo a su dependencia jerárquica de Mao que los jueces querían pegar al perro olvidándose de su dueño 27 de noviembre. Compareció Zhang Chunqiao que se negó a pronunciar una sola palabra durante todo el interrogatorio. Según uno de los miembros del tribunal conteste o no, existen suficientes pruebas que hablan en su lugar 28 de noviembre. Primera comparecencia del secretario de Mao, Chen Boda, quien acudió a la sala en silla de ruedas. Se le acusó de haber apoyado a la banda de los cuatro en contra del presidente Liu Shaoqi. Durante la sesión de nuevo los médicos tuvieron que suministrarle oxígeno. S 21 de noviembre. La Prensa china destaca la actitud rebelde de Jiang Qing, Zhang Chunqiao y Yao Wenyuan. Radio Pekín y el Diario del Pueblo coinciden en comentar el aire afectado de Jiang Qing y su sonrisa de desprecio 23 de noviembre. Segunda audiencia. Se dedicó a la declaración del general Wu Faxian, que admitió haber colaborado en el intento de golpe de Estado de 1971 por orden de Lin Biao.