- Precio
Periódico ABC MADRID 29-11-1977, portada
- EdiciónABC, MADRID
- Páginas128
- Fecha de publicación29/11/1977
Ver también:
MADRID, MARTES 29 DE NOVIEMBRE DE 1977 SOLO ESTA DE LOTO EDITORIAL a no hay palabras. Las hemos ido gastando en! a glosa del rosario de asesinatos que pretendían enloquecer a! país que buscaban abortar la democracia y que ahora, ya no hay duda, tratan de destruir la esperanza de todos. Cada vez hemos condenado la atroz violencia seleccionando las palabras Vanamente hemos tratado de encontrar las de consuelo para los familiares de las víctimas, que a! cabo éramos todos os españoles. Y vanamente también procuramos buscar aquéllas que acertaran a expresar mayor desprecio, mayor acusación y mayor condena para los autores. Reiteradamente hemos preguntado hasta cuándo, otras más nos interrogamos sobre los porqués que animaban a! os asesinos. Y siempre acabamos pidiéndonos serenidad y firmeza en! a respuesta, porque era siempre la sociedad entera quien sufría el ataque. La sociedad a quienes representaban agentes y autoridades; la sociedad toda, porque a todos nosotros nos compete y nos importa el mantenimiento del orden ciudadano, la seguridad y garantía de nuestras recién inauguradas libertades. Pero ya no hay palabras. Los adjetivos se han recubierto de la rutina que sólo eí uso repetido produce. Ya no cabe calificar el asesinato de! comandante jefe de la Policía Armada de Pamplona, porque todos sabemos cómo y por qué se ha producido el triste y sangriento deceso. E! atentado lo ha sido no ya contra un jefe de las Fuerzas de! Orden, sino contra el ansia de vivir de todo un pueb? o, contra su más cara ilusión de presente, contra su inmediato futuro. ¿Valdrá de algo condenar! o que no tiene defensa alguna? ¿Lo valdrá soücitar de nuevo lo que el Gobierno, el Ministerio del Interior y cada policía y cada guardia civil desean reahzar fervientemente? ¿Habremos de aludir otra vez a! a repugnancia que al pueblo vasco producen las acciones de ía E. T. A. Sólo, sí, como ayer, como siempre, pedimos que esa imagen, yacente y acribillada, y este nombre, comandante Imaz, sean el cierre de la lista luctuosa de las víctimas de unos criminal- es con coartada política que no merecen haber nacido ni llamarse humanos. Hoy, esta honda tristeza viene a resumirlo todo en unas líneas que no quisiéramos acabasen constituyendo una lápida.