ABC MADRID 23-02-1968 página 15

EN MEDIO MlLON L miércoles pasado la secretaria del conssjero- delegado de A B C me dijo que una señora quería verme. Se había negado a dar más detalles. Señalo: -Diga al señor Amores aue una madrileña de principios de siglo ouiere verle. P a s a r o n tres días. Vino a buscarme a A B C. No estaba yo. Me dejó otro recado. En mi oficina había una nota recordándome aue una madrileña de principios de siglo quería verme Ayer me llamó por teléfono. Dije qus estaría en A B C a las siete de la tarde. Pero no podía ser. A las ocho, sí. Llegué a las echo. Y me reuní con fray Serafín Madrid y con los hermanos Murülo y Juan José en el despacho del consejero- delegado, don Guillermo Luca de Tena. Este estaba presente, así como el administrador general, don Andrés Fagalde. Charlábamos de lo de todos los días a todas horas: la distribución y venta de la Edición esp: cia ¡l de A B C a beneficio de la Ciudad de San Juan de Dios para niños subnormales de toda España que se alzará en Sevilla. A las ocho treinta, la secretaria de don Guillermo me avisaba. -La señora que desea verle... S a l í a saludarla. Agradable, sencilla, amabilísima. -Verá usted. Yo no tengo televisor ni E ecche. Pero sí unas pesetas. Y quisiera hacer una obra buena. Tenga este medio millón de pesetas para la Ciudad de San Juan de Dios Ah! pero me tiene que entregar un número especial. -Oiga, verá, espere... -Nada, nada. Tenga el dinero y venga el periódico. ¡Ah! y quiero un recibo. A nombre de -De u n a madrileña de principio de siglo. ¿Nada más? -Nada más. ¿Su dirección? -De ninguna manera. -Sacaremos una foto... -Ni hablar. Pasé con el medio millón- ¡medio millón, Dios mío! -y lo puse sobre la mesa en torno a la cual estaban los señores citados. Sorpresa, incredulidad, a s o m b r o Pasó la señora. Saludos. Siguió negándose a dar su nombre. No, no quería foto. Nada de nada. Si acaso que los frailes recen por ella. Nos dio la mano y se fue. Kl señor Fagalde le extendió el recibo. Cuando escribo estas lineas aún no he salido de mi asombro. Lo único que sé es que, sin duda, Dios está con la Ciudad de San Juan de Dios y con estos buenisimos frailes que ss están dejando jirones de su vida en pro de unos niños que todo lo merecen... -AMORES. Sanz Bermejo