ABC MADRID 01-01-1963 página 3
- EdiciónABC, MADRID
- Página3
- Fecha de publicación01/01/1963
- ID0000675964
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D i A R i 0 1. L 0 sT R A D 0 DE 1 N) FcR G. E í A c I 0 N E D I AR I 0 IL ü s. T RAD Ó DE i N F 0 RM CI 0 N A R A Ii FUNDADO EN 1005 POR DON TORCUATO LUCfl DE TENA G E N E RA L abstractismo l f tf I j l f p zar uní contrato con en el Arte es, í i r f I S i l r tsu s u e editor. Dejo aparen estos molr L: V L teatro, en elmentos, un tema de que algo se entiende, actualidad, y no precisamente porque su tico. Ya en iejános tiempos, que quieque es su falta de irigenio a través de un auge siga creciendo, sino porque se anun- nes somos Viejos alcanzamos en pleaburrimiento subterráneo, para citar su cia un descenso: comercial qiie quinase na juventud, apareció en poesía el danovela Pim, pim, pirn en lá que ha producido por saturación. En s, Us co- daísmo, que quizá tuvo una incipiente se expresa con palabras sueltas, y unimienzos pensamos que esta expresión in- iniciación en parte de la poesía de Maldas sin puntos, ni comas, ni sintaxis, en formal de la pintura constituía. uti movi- larmé, sin que, esa poesía llegase á una penosa incoherencia, ese lenguaje miento revolucionario, un esfuerzo expre- los i excesos de lo que habría de realizar subterráneo que será, sin duda, comprensivo buscando, en el fondo del subcons un poeta que creo recordar se llamaT sible para él. Si fuese comprensible para cíente, más que una inspiración, una sub- b, a Larrea. El dadaísmo murió, como los demás, la confusión de las lenguas, en versión, y que con este esfuerzo, en el mueren tantas extra vagancias que crea lá famosa torre de Babilonia, no hubiese que la voluntad creadora apenas conta- la moda, pero dejó en el recuerdp un existido, ba, se trataba de liquidar todo el proceso poso qué, pasando por Joycé, resucita, ya En las artes plásticas, el juego de la histórico de la pintura desde que apa- sin pasión, saltando por todas las fronabstracción como fin, no es posible, sirece en las cuevas prehistóricas hasta teras de los delirios, en Samuel Becket. quiera todos los grandes artistas, más que nuestro tiempo, sin excluir el cubismo, El eminente psiquiatra español López imitar la Naturaleza la han exaltado en que representaba un esfuerzo por resti- Ibor ha. hecho, recientemente 1 un interevirtud de un movimiento de dentro afuetuir el volumen de las cosas, que se ha- sante estudio sobre El lenguaje subtera. A este movimiento se le ha llamado bía ido disolviendo en los últimos exce- rráneo y no desde eí punto de vista! inspiración, y la inspiración es tina for- sos del impresionismo. Así, al surgir. el estético, sino bajo el aspecto, patológico. ma de actuar nuestro subconsciente n llamado arte abstracto aparece un nep- No considera a, Becket como un enfermo torno de. la realidad que nos circimda. impresionismo; es decir, una vuelta atrás, mental, ya que los esquizofrénicos escri- Triste abstracción la que trata de expre- llegando en esta vuelta a los extremos ben con atisbos de lógica, pero de algún sarse cori la luz, el color y la forma, sumás audaces de la iníiguración. modo habrá que clasificar esta absurda miéndonos, más que en una expresión Bien entendido que el arte abstracto comunicación con sus semejantes, que. si hacia fuera, en el caos. en el subconsciente del señor Éecket no, tiene hada que ver con el arte decoraNo. vale 1 la pena de discurrir, y mucho puede existir un substrato, de la incohetivo; ya ¡que su, propósito, estrascender menos de someter a polémica, estas ideas, tal, o intensa serlo, sin que ni los artis- rencia, es asunto que le compete a él ya que los efectos de todo lo que llamatas ni los críticos se hayan puesto de y no a los demás. Desde luego, con ese mos moderno jnq es nunca una realizaacuerdo sobre los fundamentos de, esta j- lenguaje subterráneo, él no podría ni pe- ¡S ción permanente y está sujeto a los vaií trascendencia. No podemos hablar ni de M dir de comer en un restaurante ni reali- venes de lo contemporáneo y, en último unas reglas, ni de unos precep- juicio, á la posteridad. tos, ni de una escuela de plás- ¡I- Lt s que hemósí- vivido rñutico abstracto parque cada ar- f cho j tenemos estas ideas no lista, con mayor o; menor sin- v, por ¡viejos, sirio por la xpe caridad, trata de dejar libre a J rieniia que nos han dad 3 por Por CESAR GONZALEZ- RVAN 0 su subconsciente para produ saltos en el vacío tantos éxpeLus fiestas que pasamos, que vamos a pasar, nos entris- Á rimejntos detonantes. Del princir 16 que salga; y como esto tecen. ¿Por, qué nos entristecen estas fiestas cristiariamenta fcipit del siglo acá se han suno corresponde a un movijubilosas, sóelalmente alegres? Nace el Señor. Nace un año. ceditio tendencias en la literamiento reflexivo, nos. hallamos, frente a frente, con la anar- Están en camino los tres Rey- es de Oriente. ¿A qué esta m- S tura y en el arte qué, en virtud quíá, y. su compañera insepa- sobornable tristeza, esta; tristeza sólida, irremediable? V de ¿us panegeristas, brillaron La, vida entera de la ciudad casi se paraliza. Mejor dicho: a un. rhemento, y rnás tarde fuerabie, la indisciplina. Como no podía ráenos de se paralizan sus movimientos, sus tareas habituales, para ron ¡rechazadas y arrinconadas. ocurrir en un movimiento que J dejar paso á otros movimientos, a otras tareas. El ritmo de Hoy nos hallamos en un mo- V no hallaba su órbita de acción la ciudad es otro. Otro el ritmo de las criaturas. Otros los mehío, con respectó al arte en principios racionales y- se generales. y personales desvelos, otras las esperanzas y meabstracto, en el que aparec. e lancolías, las divei- siones y los propósitos. Pero uno, uno. misapoyaba normas en lá arbi- tras la congelación el deshielo, trariedad, el capricho y las ve- mo, no es otro. Es el mismo con. demasiados fantasmas hosa no ser que, leidades de la rnoda, le: ha He- pedados en la tozuda memoria, con la sensibilidad más heri- juna decadencia, como signo de nuestra socie- gado su 1 declive, y antes dé da, más delicada, más dedicada. Con la sensibilidad- -nos dad se propusiese demoler moatreveríamos a decir- -más sensible. muy poco será una nota de nurrentos artísticos y quemar bajo tono y de retraso el amEn la mesa falta alguien. Traemos nosotros los turrones. museos, para dar por caducaparar tales desafueros, y, lo El besugo está triste. Las campanadas de las doce las- conque es más grave para, el clan tamos mal: once o trece. En la noche loca del tránsito, nps. i dos todos los valores de la plásr tica artística. de pintores insubordinados, el enloqueceremos. Tenemos la razón demasiado firme. Y dejif Es curioso que el comunlsvenderlos. V masiado débil también. Diríamos que enferma de razonss. Los. des sucesos actuales que De sinrazones. No sabérnoslo no queremos o no podemos j. mo, entre las muchas ideas caacusan este declive del arte divertirnos. Si nos quedamos en nuestro sitio, estamos donde í ¡tast óficas que propugna, es la abstracto son: una subasta en no somos. Si ponemos tierra por medio no estamos donde L de prohibir en su territorio, f- con respecto al arte, todo moLondres, en la que las telas de somos. este tipo han descendido de Los Reyes se han puesto ya en camino. Pero nosotros an- f vim iento de abstraccicnl Y ao poraue el. comunismo respete valor, de un modo inusitado, y: damos- -tal vez quietos- -por otras veredas. la condenación de esta tenden- Viveri dulcemente a nuestro costado los muertos; los áusen- fi la espiritualidad ni la tradición. cia, pictórica por la Rusia cotes, Su no presencia casi lá tocamos. Nunca los tuvimos tan f del arte, sino pqrqvie en estas manifestaciones, en las que tanmunista. Y la condena, precicerca. Tan encima. Nos pesan en el corazón. ta parte ha tomado el snobissamente, por representar tal Es un tránsito no por previsto menos brusco. Empezaremo capitalista, ve un signo de pintura la decadencia del munmos a escribir en las cartas 1963. Nos asombra haber llegado decadencia de la que no, quiedo capitalista. Koi olvidemos a 1963: ¿Llegaremos a escribir 1964? Acaso esto nos preocupa re contaminarse, viendo, con que era el. snobismo capitalispoco. -Después de todo ¡es un detalle. -Un número. ¿Y qué gusto, que una sociedad a ía ta quien reyalorizp econóniica- es uno sino un número borroso, confuso, tal vez confundido? que él combate, se sfime ¡én. la mente este género de frivoliNo. fuimos nunca demasiado! cobardes. Pero ahora la cdsima de la indisciplina y lá indad estática. Vi bár. día, nos ahoga como un agua turbia. Nos encontramos coherencia. Él arte abstracto tiene un desvalidos, pobres, de toda irnaiginacióii que no sea nostalgia. origen rrsás literario que plás- -Xo rrié sueltes la mano. Tango frío. 5 Francisco. DE COSSIO