ABC MADRID 12-06-1956 página 43
- EdiciónABC, MADRID
- Página43
- Fecha de publicación12/06/1956
- ID0000519389
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ABC. M A R T E S 12 D E J U N I O D E 1956. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 45 quia. Acto seguido, se despidió el duelo. La mayoría de los asistentes acompañaron al cementerio de San Isidro los restos mortales del gran caballero y gran escritor que fue D. Agutín González de Amezúa. sido amigo suyo, entrañable, durante muchos años, y he hablado con él de lo divino y de lo humano. Y jamás, ni refiriéndose a nosotros ni a los demás, ha titubeado su tolerancia, su casi automática aptitud para darse cuenta, para entender, para perdonar lo que no compartía. Y en esta hora entrañable se ve que ésta es la única verdad. Por su entendimiento de la historia, por sus bellas formas de vida, por su herencia familiar y literaria de Ramón Nocedal, por esos retratos de Don Carlos que había en su casa y hasta por su talante físico era Hemos solicitado de algunos ilustres académicos de la Len- Don Agustín González de Amezúa un caballero legit ¿mista y un caballero legitimista gua y de la Historia y de otras personas autorizadas su opinión muy cumplido y letrado. acerca de la obra y de la personalidad de D. Agustín González de Había en él, además, una especie de Amezúa. Todos ellos rinden homenaje al gran escritor que acatrascendental legitimismo, por cuanto su ba de morir, y a este homenaje de admiración y de cariño se vida y su obra, en todcs los órdenes, signisuma férvidamente ABC. ficaron de construcción legítima de incremento claro y armonioso. dición y de afán de saber. Porque Amezúa ha trabajado con la ilusión y la tenaLo mucho que él sabía, no se le quedaba cidad de un joven, como los mejores, hasen alarde erudito ni en investigación certa la misma hora de morir. tera. Se le convertía en motivaciones vitaPero en este momento del dolor de la les y de este modc era un gran español por Hoy es el hombre y mañana no apadespedida yo no quiero referirme a su rece dice el viejo texto ascético. Ayer obra, que tendrá siempre un lugar de ho- su patriotismo, un gran escritor por su veíamos a González de Amezúa lleno de prosa límpida y humanísima, temblorosa nor en la historia de la literatura españovida, en las diarias ocupaciones que tenía- la, sino de su persona, perfecta, intachay exacta. mos en común, y hoy no le hallamos. Desble, llena en cada momento de generosa Perfecto hombre de mundo, entrañable aparece cuando desplegaba como nunca capacidad de comprender. Ningún hombre en la amistad hasta la más delicada tersu siempre asidua y bien ordenada acticon ideas tan firmes ha rodeado éstas de nura, sabía ser intransigente y aún durívidad, y no se sabe dónde su falta se hace tanto entendimiento hacia las ajenas. He sentir más lamentable: en la esfera de simo en la defensa de la verdad o de la sus tareas corporativas, siempre atendidas dignidad. Había así grandeza y nobleza en por él con esmero y con acierto; en el su carácter, con un entusiasmo juvenil que campo de sus estudios predilectos, los rele ha durado hasta el final. Pocos días hace, ferentes a nuestros siglos de oro, que él no muchos, le vimos en la Academia de la cultivó en modo magistral. Deja, además, Historia, espigado y elegante, en el unihuella aún más honda en el recuerdo de los muchos que frecuentaban su trato forme académico, sin una vacilación y sin siempre afectivo, caballeroso, inolvidable. un achaque, con una desenvoltura en el gesto, rara a su edad de setenta y cinco años, mientras contestaba con una magnífica oración al marqués de Montesa. No formaba él en la línea de los eruditos profesorales o catedráticos, sino, en aquella otra de los eruditos señoriles- -como Lord MaEn una carta íntima y confidencial, don caulav, como Benedetto Croce, como Carlos Ramón Pérez de Ayála nos dice francaAgustín de Sainte- Beuve- -y por eso, para mente que no acertaría en estos momentos él, por encima y por debajo de la crítica a dar una opinión precipitada y cabal acerhistórica, estaban la alta espiritualidad moca de la personalidad del escritor y del ral, la pureza de la tradición, la ritualidad erudito fallecido. Peres de Ayála estuvo unido con piso inferior por moderna esde las conductas, el íntimo sentido del hoel sábado con Amezúa en un almuerzo que calera en hall, 9 habitaciones, aseo sernor: no sólo la ciencia, sino la conciencia. el embajador de la Argentina dio a varios vicio, 3 baños, cocina 3 servicios, 4 terraDesde que le conocí, y según le fui conoescritores españoles y argentinos. Entre eszas, trastero, ascensor, montacargas. ciendo y queriendo más día a día- -hasta tos últimos figuraba D. Enrique Larreta. Exento 90 contribución, casa esquina, nuestra última conversación del viernes pa Lo cierto es- -nos dice el insigne poetodo fachada. Doctor Castelo, 36. sado- -hallé maravillosa su pulcritud de ta y novelista- -que yo estimaba a Amezúa cuerpo y alma, su- cuidado minucioso de lo íntima y selectamente, aunque no. tuve ocaexacto y limpio que se reflejaba hasta en sión de decírselo sino unas horas antes de la medida leve y escrupulosa de algunos que se fuera de este bajo inundo. Y, en de sus gestos. ¡Dios le dé hoy aquella- etercierto modo, no deja de ser un módico conna pulcritud sobrenatural que él adoraba suelo para mí saber que él se haya enteray que los coros bienaventurados cantan en do de cuánto y cuan alto le estimaba. Uno los cielos! ¡O beata pulchritudo! j O CRt IViA es púdico. Perdónenme. Escribiré, sí, en pulchra beatitudo! ABC sobre Amezúa un poquito más adelante, pero ahora no puedo; o sea, no quiero incurrir en retórica convencional y repetir cosas que los enterados saben. vera, D. Eduardo Carranza, D. Vicente Javier Aleixandre y D. Manuel Sánchez Camargo. Entre las personalidades que figuraban en la presidencia del entierro se hallaba, en representación del ministro de Asuntos Exteriores, el director general de Relaciones Culturales, Sr. Villacieros. Ante la puerta de la Academia Española que da a Felipe IV, fue rezado un responso al paso de la fúnebre comitiva, que siguió después hasta la iglesia de San Jerónimo, delante de cuya fachada principal entonó de nuevo responso el clero de la parro- SENTIMIENTO EN AVILA Avila I I Ha causado profundo dolor en esta ciudad la muerte del presidente de la Real Academia de la Historia, D. Agustín González de Amezúa. Era muy estimado y conocido en los medios culturales abulenses, porque pasaba gran parte del veraneo en su casa o quinta Dehesa del Cid no lejana de Avila. -Cifra. DON RAFAEL SÁNCHEZ MAZAS LA OBRA Y LA PERSONALIDAD DE DON AGUSTÍN G. DE AMEZUA DON RAMÓN MENENDEZ PIDAL DON RAMÓN PÉREZ DE AYALA PRECIOSO ÁTICO llinibcwt DON GREGORIO MARAÑON La obra literaria y erudita de Agustín G. de Amezúa es tan conocida y reconocida por todos, que nada puede añadirse al juicio, ya definitivo, sobre ella. Los que hemos andado por los mismos caminos que él recorrió hemos encontrado a cada paso la huella de su saber y de su pulcritud de investigador. Hace pocos días terminé la lectura de su última olira, inacabada, los Comentarios a las Novelas Cortas de Cervantes, y le escribía toda mi admiración por estas páginas, henchidas de eru- DON EMILIO GARCÍA GÓMEZ PRECISO ALQUILAR Amplios locales afueras d Madrid o pueblos limítrofes. 37 57 81. La muerte de D. Agustín González de Amezúa, que he sabido de escopetazo, me ha causado el más vivo pesar, porque me unía a él un afecto profundo antiguo. Era tan atentj, tan bueno, tan fino, en el sentido- -hoy casi un arcaísmo- -que antes se daba a esta palabra, que no era posible tratarlo sin quererlo. Algunos de sus libros, como el Epistolario de Lope o la gran biografía de Isabel de Valois, para no hablar de sus estudios cervantinos, son de primer orden. Bibliógrafo distinguidísimo, escritor atil-