ABC MADRID 21-07-1954 página 40

PLA 2 A I TOBOS DB l JSETO i g SANTA Xá IA CON PERMISO t S i A AimiBIBAll, Y Si Ki. TtKMÍT No l ¿í IMi üiK. SU UDiARAS S (Ji I) K! í DlfOCTntlUí W l í SEIS HERMOSOS BUEYES BRAVOS U la m- retüUd g n rá 1 Sr, 0 late Fernandas ftiot, unta de VAKRI. A, t eí limitan, -Ti iaggaar E S I A n B T U E O fPepete) yllamón Leotóm ¡argollo) í ff b Tiz ki, K A J -Í ÍKVI Í. tfto í i z. Íi- Aif v. -Vi! y Cantal. -is. i 10 DE PRUEBA Hiíiiv íf io H Í- J -h l l a j l r: r. -i. r. WIW, rwiII. e n t e l a -I -i TOROS EN EL PUERTO Novillada en el. Puerto la tarde del 2 de octubre de 1887. Reses de D. José Fernández Ríos, antes Várela, pava José Rodríguez, Pepete de San Femando, y Ramón Leonisio ¿o Leonicio? Oargollo del Puerto de Santa María. Así reza el cartel que comentamos, Pepete torero de algunas cualidades, fino de gesto, como lo presenta el cono- cldo dibujo de Perea- -propiedad de una colección particular- habría de morir trágicamente, como su homónimo Pepete víctima de una cornada. La tragedia sucedió dos años después de celebrada la corrida a que sé refiere este cartel del Puerto, y el hecho sucedió toreando José Rodríguez un novillo de; Zalduendo en la plaza de Fifcero (Navarra) el 12 de septiembre de 1899. En cuanto a Qargollo no llegó a alcanzar nombradla y relieve, hundiéndose pronto en el olvido de la afición... SI cartel anuncia, como era costumbre de aquellos tiempos, le. lidia de un toro de prueba que habría de lidiarse a las ocho de la mañana, mediante abono de ¡un real! por entrada, con el aliciente del sorteo de dos pañuelos de talle, bordados Pero el cartel en cuestión ofrece dos detalles más. muy sugestivos ambos para cualquier ánima curiosa: así, por ejemplo, esa anotación a cargo de la empresa que, al referirse a los espadas adelanta al público que Pepete y Garfeollo han de hacer más de lo que les permiten los conocimientos que en tan expuesto arte tienen adquiridos por el corto tiempo que llevan de afición La otfa- nota es un detalle paradójico, que refleja no se sabe qué optimismo singular: Seis hermosos bueyes bravos. No quedaría muy contento el ganadero propietario de la divisa, puesto eme se elogiaba y se condenaba a priori mitad por mitad. Porque st son bravos, ¿i ra qué bueyes? Si son bueyes, ¿para qué bravos? ¡Deliciosas ingenuidades de tos viejos tiempos, lector! i AZOR- tteina, 25 Madrid