ABC MADRID 02-04-1953 página 3
- EdiciónABC, MADRID
- Página3
- Fecha de publicación02/04/1953
- ID0000464735
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MADRID, DÍA 2 DE A B R I L DE 1953. NUMERO SUELTO 70 CENTS. 8 S D I A RI O ÍLjiJST R A D O D E ÍNFOF ÍM A C I ON G E N ER A L tt i f EL RASGO SOBRESALIENTE EN LAS CEREMONIAS DE LA BASÍLICA ES LA FtEL INTERPRETACIÓN DE LA LITURGIA TRADICIONAL a Remana en Jyíontserrat ONASTERIO de Montserrat, l de abril (por teléfono) La Liturgia- -dice Guardini- -ha acertado a realizar ese esfuerzo supremo, ese arte maravilloso que psrmite a la criatura humana expresar en toda su plenitud lo más íntimo de la vida espiritual, y al mismo tiempo, celar sus más recónditos secretos: Secretum meum mihi El alma puede expansionarse libre y jubilosamente sin el riesgo de que se profanen, en peligrosa exhibición, sus misteriosas y no publicables intimidades. ¿Podríamos con esa senten cia explicarrfos la emotividad, la subjetí- vidad que, en el monasterio de Montserrat, habitado por monjes de clausura, todos ellos cultos y entregados vitaliciamente a la oración y a las más austeras disciplinas intelectuales, adquieren los Oficios de Tinieblas, los Responsorios y los Salmos, y entre éstos el Miserere de Semana Santa? Los más expertos conocedores de la Liturgia católica dicen que el coro monástico de Montserrat y su capilla polifónica n a la imaginación de los fieles nue- TIENEN SUS OfIClOS LA ORIGINALIDAD DE N O SER ORIGINALES Y DE ESTAR DESPOJADOS DE IMPUREZAS POPULAj ES Y FOLKLÓRICAS Los ¡monjes dé Montserrat cultivan desde hace muchos siglos la Liturgia romana y el canto gregoriano el más precioso de los Sacramentos, al llegar la Santa Misa. Y la aflicción vuelve cuando se despojan los altares y se musitan las palabras que habían profetizado el expolio de Jesús. El duelo llegará a su cumbre el viernes, en la Adoración de la Cruz: tres veces se postrarán los fieles antes de besar el signo de la Redención, como tres veces caía Jesús cuando le llevaban al Calvario. Los Oficios de Tinieblas, entre tanto, tienen el carácter de íntimas meditaciones en torno al drama que gradualmente va desarrollándose. La serenidad de la salmodia se armoniza con la melodía plañidera de las Lamentaciones y con la dulzura de los Responsorios, de Victoria, o del Christus factus est obediens de Lassus. Mas la muerte de Cristo está, asimismo, enlazada con su gloria; seguirán, pues, la Vigilia Pascual, la bendición de un fuego nuevo, de una nueva luz, la renovación de las promesas bautismales, el canto del Aleluya y los anuncios de la Resurre ión. La Liturgia ha de interpretar sobriamen- M vos matices dramáticos en las conmemoraciones de estos días. ¿Pox- qué? Un sacerdote forastero, que es, como yo, huésped del monasterio, dice que la originalidad verdadera de la Semana Mayor de Montserrat y la razón de su belleza y de las emociones que en los fieles despierta residen en la falta de originalidad, es decir, en su severa acomodación a la antigua Liturgia de la Iglesia. La Semana Mayor católica empieza subrayando, en el Domingo de Ramos, el contraste entre las aclamaciones de triunfo- Gloria, laus et honor tibi sit, Rex Christe Redemptor -al Mesías que entra en la Ciudad Santa, y los angustiosos cantos que preceden al relato dé la Pasión. Este contraste sigu e cinto días, hasta la Pascua, y hay que buscar su razón en los hechos mismos que conmemora. Pues la institución de la Eucaristía y la de la Pasión no pueden desenlazarse, y si la primera es gozosa, la segunda es aflictiva. En pleno Jueves Santo aflictivo, desborda el alegre reconocimiento de los cristianos por