ABC MADRID 03-02-1952 página 15
- EdiciónABC, MADRID
- Página15
- Fecha de publicación03/02/1952
- ID0000449567
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LB FE FÉMUR Por et Dr. Ángel Pulido Martín E L cólera, en 1885, se extiende a Valencia; las autoridades y los médicos de la ciudad, alentados por los éxitos de Fe. rrán en Barcelona, solicitan su ayuda. y a Valencia va Ferran. En Alcira. la fe de la población es tan grande y el trabajo del sabio tan intenso, que Alcira pasará a la Historia de la Medicina por el bien que se dedujo de esta fusión de una ciudad y de un hombre, encendidos por el mismo entusiasmo... El cólera s i g u e a p o d erándose del pata, donde aólo se habla de Ferrán y de su descubrimiento. El doctor Pulido, que tiene fama como escritor médico, es llamado desde Valencia, y alié va c o m o colaborador del periódico político de mayor tirada y como director del periódico médico de m a y o r autoridad. Pulido es un mozo de treinta y d o s años, que acaba de ser elegido académico de la Real de Medicina. Llega a Levante con ánimos de aprender y déseoso de comunicar cuanto ve. En Alcira se convence de la- eficacia, de la vacuna anticolérica de Ferrán, y se convierte en apóstol su doctrina, Se d vacuna él, vacuna a sus hijos, a sus amigos, y por la doctrina de Ferrán, lucha en la Real Academia de Medicina, donde la discusión es correcta; -lucha en la Sociedad de Higiene, donde la discusión es apa Monada; lucha en el Ateneo, donde la controversia es todavía más acre... En la Memoria que contiene los discursos pronunciadas en ei Ateneo (tomados taquic; afleamente i, Memoria que consta de 495 páginas, las intervenciones del doctor Pu Lo doctoree Parran, CHmeno l uM, en Torteen Í 188 S) lido llenan 91 páginas; las de almeno. 76; las de Santero, enemigo de la doctrina de Ferrán, 83: las de Sünarro, también ¡enemigo, 48; San Martín, Tous, Quintana Grinda, Fernández Caro y Cortera (unos en pro y otros en contra) llenan las páginas restantes. Aquí vemos frente a frente, ¡enemigos encarnizados, al doctor Cortezo y al doctor Pulido, los dos, propietarios de El Siglo Médico Mi padre se inyectó una porción de veces aquel caldo de cultivos de bacilos virgula, vivos y virulentos, que era te vacuna de Ferrán contra el cólera... En cuanto había que reforzar, ante un auditorio escéptico la doctrina de Ferrán, llevando la (persuasión de su inocuidad, la jeringuilla de cristal ponía bajo la piel de mi padre unos cuantos, centímetros cúbicos de un caldo rebosante de microbios colerígenos. Un buen día tuvo mi padre una reacción grande, con fiebre altísima, gran hematurla e Irritación vesical tan norme, que decidió... retrasar algunos días la próxima inyección. Todo el mundo sabe cómo acabó aquello. El Gobierno prohibió la vacunación contra el cólera, que siguió causando víctimas en España hasta producir una mortalidad de 150.000 defunciones. Si se hubiera dejado a Ferrán vacunar como él lo hacia, los muertos no debieran haber pasado de