ABC MADRID 13-06-1948 página 9
- EdiciónABC, MADRID
- Página9
- Fecha de publicación13/06/1948
- ID0000414767
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Una isla española en Francia L A antiquísima villa española llama- 1 da Lliyia es tina isla de tierra naciocíal, olvidada más atllá de loa Pirirsécis a varios kilómetros de la frontera española. Un pasillo internacional, algo más inocente que e ¡l. de Dantzig, une esta curiosísima y anómala, región española con el resto de la patria. Líivia es la capital más septentrional de las comarcas nacionales, una de te más ilustres y awi tiguas, y, por desgracia, una de las más descom ocidas. Isla de tierra, faro de España en Europa. reLtca r! 0 ¡de tradicic n e s, ha supervivido a Tratados y Convenciones, colgándose de la provincia de Xjerona como un náufrago a la rama salivadora que no se desgajó nunca del tronco nacional. La villa, según una leyenda, local muy extendida, fue fundada nada menos que por Hércules. El fabuloso semidiós, originario de la Libia africana, lió el nombre de u tierra, natal al castillo que f u n d ó en iá vertiente francesa de los Pirineos. Libia se transfornia en Livia, el año 836, y eh 1420 ya se la denomina Líivia, como en nuestros días. A 1.200 metros sobre el nivel del mar, situada sobre una fértilísima vega, cruzada por Jas nacientes aguas Jel S egre, del Err y del Estahuja, la actual Líivia duerme- protegida del viertto Norte como antaño de las invasiones, por un ce- rro en cuya cumbre se dibujan, doradas del sol o encanecidas por las nieves, las ruinas del castillo, que fue en otro tiempo el más poderoso y mejor fortificado del condado de Cerdajia. A su alrededor, cuando la nieve abre paso a la primavera, crecen los pastos, por los que trepan los ganados y se alinean los famosos perales, que, como un arco iris de. sabor, producen doce de variedades de fruto. Los llivienses tienen una espina clavada en su orgullo doimaroal. La más famosa pera de la p r o v i n c i a solicitada por los gourtnets de Barcelona y a veces por los de Francia, a pesar de ser en su mayor parte originaria de LHvia: se llama ¡pera de Púigeerdá! Unos ¡pclñien el mérito y otros recogen la fama a cambio del agua bautismal. Puigcerdá esVel Amérieo- Vespució de las peras de Líivia. El término mun icipal- de esta villa tierra 1.200 hectáreas de extensión 1, sin coaltar con los térretwxs de su propiedad adentrados en territorio francés. El monte y los pastos de Carlitt, par ejemplo, con sus rios y lagos florecientes de truchas salmonadas, son terrenos franceses que, por una serie de Convenciones, Tratados, rectificación de fronr ¿eras y algún que otro embrollo de delimitación, pertenece al término rminiciu W ¡Minería bn España e traslado de los trancos cortados se realiza por arraftire- -tro- neo por tronco, unidad por unidad- -de ¡burros y mulo Los troncos avanzan asi lentamente, día a día. pasaindo las noches abandonado- en Jos caminos, que bajan de las alturas, hasta que después de semanas de este lento avanzar, llegan a la carretera d anide pueden ser recogidos por los camiones que, cargándolos, no por má ¿de- pequeñas en Visía parcial de Llívu. Llivia. Calí Mayor. pal cíe Llivia Los pastos de Canlítt son disfrutados desde tiempo inmemorial por ¡oís llivienses, así como lo derechos de paso de los ganados a través de las Communes francesas. Estos derechos de paso, que unen él montf Carlitt con Llivia, son en lo municipal cerno la carretera. que 11 De a Llivia con la provincia de Gerona en lo internacional Por ellos van y vienen los ganados que, junto con las peras, constituyen un ¡legítimo- orgullo, dei ios naturales, ya que los llivienses han consesruido repetidas veces el primer precio en los concursos comarcales dé ganado caballar y vacuno. Tiene además lá villa que da origen a este somero reportaje una inexplotada riqueza que? puede tener un gran porvenir si pudieran vencerse las ingente. dificultades que para ello existen. Me refiero no a uno. sino a varios bosques extensos, viejos y densos de abeais y de pinos, enclavados en territorio írámicés y perteneciente- a Llivia. La dificultad fundamenta! con que tropiezan los llivienses para la explotación de esta riqueza son los medios de comunicación. En Canadá, Australia y Vos países Es can? dinavos, los mejores bosque; están en ías ínmecliaeioaes de grandes- ríos de curso tumultuoso, que arrastran en sus aguas los troncos cortados hav ta las carreteras, las peejueñas. cantidades, los trasladar! a! interior. En Llivia, unen a estas miismas dificultaides el estar enclavaidos los bos- ques ern territorio francés, siendo propiedad de un término municipal español que a su vez se halla situado varios kilómetros más allá de nuestra frontera. Llivia en todo tiempo ha gozado de una afluencia turística considerable, que hubiese podido constituir una buena fuente de riqueza para, le población. El alcalde de la villa, señor Meya, es. un entusiasta propagandista de las bellezais, de los tesoros a. rtísticos? y de las tradiciones de esta antiquísima población! pero po- r desgracia sus esfuerzos río 1 011- sufici- entes, ya que lo complejos problemas del turismo exceden del ámbito de una modesta labor municipal. El fomento del turismo es algo que a todos por igual interesa. Si el turismo s de extranjerois, por el ingreso dé divisas que ¡representa, y i lo es de nacionales, -por la importancia, incluso política, que tiene el hecho de que los españoles se interesen por conocer las costumbres y ios pensamientos de sus. hermanos, más distantes geográficamente. El turis- mp evitaría que Jas regiones fueran compartimentos estanco? y las convertiría e n vasos comunicantes de energía, Valares e intens. se- s. TORCUATO LUCA DE TENA