ABC MADRID 27-11-1941 página 3
- EdiciónABC, MADRID
- Página3
- Fecha de publicación27/11/1941
- ID0000361512
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DO DE INFORMACIÓN GENERAL. 25 CÉNTIMOS estar tranquilo; el pulso está, sí, un poquito intercadente; llegarás a Madrid y allí encontrarás tranquilidad. Tú has dicho que tu casa es antigua y lóbrega en esa penum. IGUEL: vienes de, Esquivias y te enca- bra rebosará mejor tu espíritu. De tarde en minas a Madrid; hago contigo el mis- tatrde, para tu seguridad, -vendrá de Toledo, mo viaje; nos hemos encontrado hace enviado por el arzobispo y cardenal don Berpoco en un olivar; descansamos ahora unos nardo de Samdoval y Rojas, un recadero a momentos en esta casa de un labrador. La visitarte... No insisto, Miguel, sobre esta casa es blanca y limpia; tú estás, sentado parte de tu vida: es el lado doloroso de todos junto a una cama de bancos y cuatro anchas los artistas. De los artistas puros, desinteresatablas; como ésta has descrito tú alguna en dos, como los que trabajan para formar el. la primera parte de tu libro, de tu gran libro; ambiente moral en que una nación ha de estás sentado en un sillón de moscovia- -el des envolverse. ¡Y si fuera sólo la pobreza, labrador es rico- -y en una mesa, al alcance Miguel! No quiero dejar de decirte que he de tú mano, reposa un cántaro rojizo, de leído recientemente- leído una 1 vez niás- -que líneas sencillas y puras, y a su. lado, un vaso. tu libro es un libro de decadencia, un libro Ni Miguel Ángel, ni Berruguete, ni Roditi, enervador. ¿Aafco saben lo que es tu libro, con todo su genio, podrían variar, embelle- lo que es una gran obra de arte, los que tal ciéndola, la forma de estó cántaro humilde. dicen? En todo gran libro hay dos cosas: el Tienes sed, Miguel; tienes mucha sed; toda texto y el ambiente que se ha ido formando el agua del Henares, tu río nativo, el río de en torno a ese texto; el arte puro es cosa tu ciudad nativa, no bastaría para aplacar tan peregrina, que uno puede ser el texto y tu sed. (Digo estas cosas entre mí; nos une otro el ambiente. Lo que realmente nos hea Miguel y a mí larga y cordial amistad; digo chiza en un libro es esa atmósfera que lectoentre mí estas cosas, -en tanto que le tomo res y vlector: es, generaciones y generaciones, el pulso y que ríos, miramos de hito en hito sensibilidades y sensibilidades han creado en atentamente; soy el médico de la casa; pero torno al libro. Y el ambienté moral de tu libro- no ando en muía con gualdrapa por las calles, Miguel, yo lo afirmo rotundamente, es de. ni entro en los zaguanes a orinar cuando dé humanidad, de honda humanidad, de conforello siento gana, ni llevo- en el índice un sor- tación anímica, de esperanza y de consuelo. tijon con topacio, o esmeralda, ni, en suma, Guando; estando afligidos, combatidos por ¿já; soy un facultativo. de los que pintan Tirso de adversidad, rendidos por el dolor, leemos unás; Molina, Quevedo y compañía. Estás, Mi- páginas de tu libro nos sentimos al punto; guel, un poco pensativo, absorto. ¿En qué fortalecidos y alentados. ¿Y es todo eso dé- piensas? ¿Acaso es 1 la fatiga del camino? qadencia y enervación? Has trabajado y sentido tatito, que te rinde Vamos, Miguel; nos están llamando; ha un cansancio profundo. No alargues la manó tantas veces al vaso; haz un esfuerzo para llegado el momento de reanudar nuestro viareprimir tu sed. Lo que a ti te ha rendido je, el viaje a Madrid y el viaje de la vida. es, más que el trabajo, la emioción. ¡Cuántas, En marcha; pues! AZORIN y cuan variadas, y cuan hondas tus sensaciones a lo largo de tu. vida! Tú, Miguel, has pasado la vida en los caminos; conoces las ventas solitarias. y los mesones de los pue blos. Has estado en Italia, en el mar, en ADA más difícil que comprimir en una Argel y. en La Mancha, que es otro mar. La fórmula grandes conceptos, vastos emoción- -fíjate en lo que te digo, Miguel- -la asuntos, cuestiones complicadas. ¿Qué emoción, la intensa emoción en que se condensa prodigiosamente, el tiempo, tú la has es- -por ejemplo- -España? ¿Cómo definirla? sentido como no la ha sentido Lope, ni la (En Budapest se ha publicado un libro con ha sentido nadie. ¿Cómo no ha. de estar ti- el título: ¿Qué es lo magiar? ¿Qué es la tubeante ahora tu corazón? Una vida de in- literatura española? ¿En qué se diferencia tensas emociones se paga al. cabo; es como de otras literaturas y qué la caracteriza pórf una factura que hay que saldar, y tú la estás encima de todo? Si existiese una literatura saildando ahora. ¡Qué lejanos los días felices universal, ¿con qué elementos entraría en. de Italia, y los de Lepañto, y los angustiosos de Argel! Deja que te ponga cariñosamente La sección de Anuncios, por la mano en el hombro- -soy tu médico- -y que palabras en A B C, se publite diga despacio, con voz solemne: Quien ha ca a diario. Para insertar un hecho lo que tú en Lepante, y quien ha tenido como tú en Argel, para el prójimo, la anuncio el día que usted desee abnegación que tú tuviste, abnegación pelibastará solamente llevarlo el grosísima, larga y constante, ha escrito en anterior a cualquiera de los si 3 a Historia de la Humanidad la más bella página. Bello es tu libro, Miguel. Pero ¿tú tios que se indican en dicha crees- -ni podrá creer nadie- -que es más sección o a esta Administrabello que tu propia vida? DO DE INFORMACIÓN GENERAL. 25 CÉNTIMOS g. jA ella la española? ¿Qué obras podrían consr derarse imprescindibles, para completar la universalidad de ésa literatura ideal? Es cosa aceptada que las letras españolas, se caracterizan por lo épico dramático. Sin el. Cantar, de mío Cid, los romances, el Quijote, los dramas y los místicos, la literatura universal sería incompleta. La literatura española es, ante todo, épica y dramática, y sólo en segundo término lírica. En Portugal ocurre lo oontrario. Lo que falta en la literatura española- -dice Carlos Vossler, en cuyos libros armonizan las cualidades del erudito con las del- artista- -es la duda. Los grandes escritores se identifican con el Estado y la Iglesia; aceptan al mundo tal como se presenta a ellos, sin el menor átomo de rebeldía interior. No existe en España una Divina Comedia, un. Hamlet, un Fausto. Siete siglos de luoha por. la Reconquista, tres siglos de ca. tequización de las Indias borraron el concepto del hombre aislado, solo con su conciencia, cuyo valor interno está en contradicción con el mundo que le rodea. Y en la fecha en que Vossler; redactó su Capítulo Los grandes poetas de España (en Aus der romaniscketu Welt) España estaba haciendo otra guerra de religión contra Iá ideología de la extrema izquierda. Un pueblo que vivie durante siglos en lucha, -se siente amenazado y tiene que seguir vigilante, la- conciencia individual noi puede separarse de los intereses ni las doctrinas de la comunidad. No hay lugar, para las llamadas naturalezas problemáticas, n ¡para las dudas, los análisis matizados. No debe existir sino la- certidumbre de tina sola y eterna verdad, que liga al- individuo a la nación á que pertenece. El honor, concepto emnentemente castellano, no puede existir sino en un mundo sólidamente establecido sobre bases inconmovibles. Los romances expresan la opinión de todos; los dramas, del Siglo dé Oro que surgen de los romances son verdaderamente nacionales porque reflejan el parecer, el gusto, el concepto de la nación entera. La superioridad del poeta consiste en la expresión artística, mas no en la creación de un mundo individual, distanciado de aquel que, el resto de los españoles reconoce corrió suyo. La literatura- es nacional y católica. El que duda, como el ermitaño Paulo, es condenado por desconfiado Y no sólo los personajes del drama y de la novela son así, sino también sus creadores. Ni por la duda, ni por la apostasía, ni por conversiones iii ninguna otra clase de crisis psíquicas o espirituales pasó Lope nunca observa Vossler en su magnífica obra sobre el Fénix. Y añade: Todas sus opiniones y convicciones más íntimas iban de tal modo acordes con la época y el pueblo a que pertenecía, que lo más llegó a tener enemigos personales y algunos envidiosos literarios en su larga vida de creador, pero, ningún verdadero adversario objetivo. Los grandes poetas de España no quieren actuar de rebeldes, ni siquiera de reformadores violentos; no quieren demoler, sino seguir construyendo el edificio nacional sobre ¡a sagrada roca de la tradición. f ANDRÉS REVESZ JMPREC A C 1O N MI GU EL VOSSLER Y LA LITERATURA ESPAÑOLA M Dejo tu mano, Miguel, despu és de haberte temado el pulso y te aseguro que puedes ción, Serrano, 61, hasta las ocho de la noche.