ABC MADRID 02-10-1928 página 34
- EdiciónABC, MADRID
- Página34
- Fecha de publicación02/10/1928
- ID0000204429
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f A B C. MARrES 2 DE OCTUBRE DE 1928. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 34. a los rigurosos erectos de la clasificación del campeonato. A modo de película. -El arbitro, Navaz, que supo hacer de su cometido la función enérgica indispensable para mantener su autoridad, alineó así los equipos: Racing: Martínez II, Castilla, Calvo, Moreno, Reverter, Ateca, Menéndez, Gonzalo, Carrasco, Pérez, Rubiera. Nacional: Palacios, Merino, Zusázaga, Barquín, Lázaro, Barrot, Benegas, Sánchez, Palacios (J. Gómez, Ontoria. En los breves minutos de asedio inicial, bien llevados por Gonzalo, los magníficos disparos de éste sirvieron para llamar la atención hacia el portero, Palacios, que hizo varias admirables paradas. No así su compañero y rival, Martínez, que en un despeje poco rápido a un balón lanzado por el delantero centro contrario dejó llegar a éste tan cerca de él, que la pelota, rebotada, tomó el camino de la red. iT asi so apuntó el Nacional el goal inaugural. Monótono el juego, a los veiiuiírés minutos Gonzalo interrumpió el tedio con un hábil remate a un centro de Rubiera, enviando un disparo cruzado a un ángulo, que trajo el equilibrio a uno. Y antes de que terminara el tiempo, luego de varias intervenciones acertadas, el portero del Nacional dejóse entrar en un córner la pelota, rematada con la cabeza por Carrasco. Total, dos- uno a favor del Racing, al concluir la primera mitad. En la repetición, el entusiasmo del Nacional se impuso al principio tan eficazmente, que a los cuatro minutos llegó un goal de Benegas- -remate raso desde muy cerca a un centro de Ontoria- que fue el empate a dos. Luego el juego brilló por su ausencia, y en los como en los saltos de altura, como en el round de boxeo a cargo de Moreno y Ontoria, la ventaja fue con más frecuencia del Nacional que del Racing. Pero eso no puede satisfacerles a ninguno de los dos bandos, que al terminar el partido puede que recordasen que no se trataba de una. manifestación atlética propiamente dicha, sino más bien de un partido de fútbol. En pleno error de interpretación, no es de extrañar que el goal determinante del triunfo resultase de un fallo. Lo peor es que vino a ser responsable el guardameta, que hasta entonces se había librado de toda tacha. Fue un centro lanzado por Rubiera en dirección a la puerta, que Palacios se adelantó holgadamente a recoger; pero que, en el momento de hacerlo, se le fue de las manos, concluyendo Gonzalo de adentrarlo hasta la red: Así fue como el Racing decidió su triunfo por tres tantos a dos. Detalles y méritos. -Antes de comenzar el partido un sacerdote bendijo solemnemente la pista de juego que el Deportivo Nacional ha creado a costa de tantos desvelos. Resultó un deslucido encuentro, donde el aquilatar méritos sería tan ingrata tarea como formar ahora un buen equipo nacional. Reinó la vulgaridad, con excepciones que no se prolongaron muchos segundos, E l n T! a n o c h e d esta misma jornada, el Club Deportivo Nacional obsequió a sus jugadores, representaciones deportivas de otros Clubs, autoridades federativas y periodistas deportivos, con una comida que- fue gratísima fiesta de cordialidad y camaradería- -J u a n Deportista. regional entre estos equipos, que se alinearon del modo siguiente: Arenas: Jáuregui, Llanlada. Careaga, Laña, Urrestc, Muguruza, Saro, Rivero, Yermo, Fidel, Robus. Alavés: Beristain, Ciríaco, Pachi, Urqitíri, Antero, Azpeitia, Modesto, San Martín, Olivares, Albéniz, Cacho. El primer tiempo terminó con empate a un tanto. El del Arenas fue logrado, a los dos minutos, de un remate de Fidel, y el empate lo consiguió Cacho, terminando hábilmente una buena combinación con Albéniz, fusilando el tanto. Los alaveses jugaron mejor en esta parte, durante la que la defensa arenera se mostró segurísima, al contrario del resto del equipo, en el que falló su codicia peculiar. En ia segiiRda parte flojeó Anlero y se lesionó Azpeitia, quedando, por ello, muy debilitada la línea media deportiva, circunstancia que aprovecharon los areneros para marcar dos tantos más, de ellos el primero muy dudoso. El último fue un soberbio tiro de Rivero, preparado el pase por Yermo, que resultó imparable. El encuentro resultó soso, abucheando el público a Yermo, que se dedicó a dialogar con los espectadores. Arbitró Escurdia, que estuvo, en general, acertado. De los alaveses, el mejor, Azpeitia; luego, Albéniz y Urquiri. De los vencedores, Jáuregui, los defensas, Rivero y Fidel. entender, se juega con demasiada audacia el valor pugilístico de Ino precisamente cuando está a las puertas del campeonato de España, tiene, sin embargo, el interés de poder contrastar de una manera definitiva el valor del madrileño, pues Ben Diousu e. -í un hombre de c ase internacional, como lo demuestra el haber cruzado sus guantes con hombres como Alf Ros, Pegazano, Romerio, Lafineur, Bosissio y el campeón de Europa, Darton, y no sólo hizo con lodos ellos un lucido papel, sino que resultó vencedor en la mayoría de los encuentros. La dura y precisa llegada de Ben Diougu le hacen en estos momentos el hombre más temible de Europa, y una idea de su valor os la ofrece ol ser designado por los promotores catalanes como uno de los hombres que debe encontrar Jim Moran en breve. Reunión pugslística Valencia. En la plaza de toros se ceIebr 6 una velada pugilística, cuyos resultados fueron los siguientes: Prieto y Barberán hicieron match nulo. Samber y Viana, también hicieron combate nulo; los dos encuentros de la categoría posos moscas. En el tercer combate, Miralles venció a Gonzalo, por interiotidad, al tercer asalto. En el cuarto encuentro, el madrileño Moreno venció por puntos al valenciano Villar, después de un combate en el que ambos hicieron gala de sus recursos técnicos. El último combate, entre el ex campeón Víctor Ferrand, y el madrileño Pedro Ruiz, demostró la superioridad absoluta del primero, que íué declarado vencedor por puntos. Asistió escaso público. Encuentro accidentado. Empatan a dos tantos Pasayako y Unión, de Eibar San Sebastián. En el campo de Martutone se jugó el primer partido de promoción para designar el equipo que ha de ocupar el quinto lugar en el campeonato de primera categoría serie A. Jugaron los equipos del Pasayako y de la Unión Deportiva Eibarresa. Asistió escaso público. El partido resultó mediocre. Hubo en él poco fútbol y algunas violencias. Terminó con empate a dos goals dando el arbitro por terminado el partido unos minutos antes de la hora reglamentaria, a causa de un intento do agresión por parte de uno de los jugadores, y de otro, después, por algunos del público. El intento de agresión fue contra el referee El arbitro, Sr. Barrena, salió custodiado por la Guardia civil. FÚTBOL Un mal partido. El Racing Ciub vence al Deportivo Nacional por tres tantos a dos Un nuevo campo. -El terreno que antes fue de un modesto Club de segunda categoría, arreglado y recompuesto, figura desde el domingo incorporado a la lista de los de primera serie. Sin embargo, el Club Deportivo Nacional, por tantos motivos digno de estima, no ha hecho sino poner la primera piedra de su domicilio propio. Corresponde el nuevo terreno a lo que se puede llamar hondonada curiosamente encuadrada. Aquí la preocupación lia sido, el público, y éste disfruta de un amplio graderío de tierra natural, que en los cuatro lados del rectángulo se eleva hasta formar diez o doce filas. Pero el terreno propiamente dicho, falto de un desa. güe fácil, está sujeto a estancamientos que pueden convertirle en laguna o barrizal. Lo del domingo, a pesar de las horas transcurridas desde la última lluvia y la visita del sol, fue barrizal que tuvo suspendido el encuentro a la hora de comenzar precisamente. Pero entonces también comprendieron la responsabilidad de tamaña resolución, y, con veinte minutos de retraso, salieron los jugadores del Raeing y el arbitro al campo. Responsabilidad concreta de éste, que está obligado, desde que acepta la designación, a reconocer el terreno tres horas antes del match así se disfrute del más espléndido tiempo. Un mal partido. -Curioso el público, tanto por la novedad inaugural como por el deseo de contrastar la forma de los riva- les, acudió en número de cinco a seis mil espectadores. Los deseos de ver jugar buen fútbol resultaron defraudados. I os equipos no acerxaron nunca a soldar esa armónica disposición que produce brillantez y da eficacia. Rasgos aislados y, sobre todo, destellos personales de tal cual muchacho. Mayores bríos en el Nacional, frente a más astuta interpretación del juego por parte del Racing. Empujones y fauts a granel; algün lance pugilístieo; revelación parcial de un guardameta- -que es causa, sin embargo, a última hora, de la derrota de los suyos y... nada más. ¡Ah! Si los partidos estuvieran sujetos a una puntuación de méritos, éste sería un encuentro más de los en que la victoria correspondería, con plena justicia, a loa qtic el marcador señalaba como vencidos Racing, de Santander, tres tantos; Sporting, de Gijón, dos Primitiva, nueve tantos; Arenas, cero En el campo del Unión se jugó este partido, correspondiente al campeonato del grupo de promoción. Poco interés ofreció la lucha, porque, dada la gran diferencia de equipos, la Primitiva fue muy superior al Arenas en todo momento. Sin embargo, la voluntad de los areneros y algunas buenas jugadas de los adversarios dieron cierta animación al partido, en el que destacaron Castelar y Mirayo, de los vencedores. Arbitró con acierto el Sr. Romo Sierra Gijón. En el campo del Molinón contendieron amistosamente el Racing, de Santander, y el Sportig local. Fue un encuentro interesante y movido, que terminó con el triunfo de los santanderinos por tres tantos a dos, a pesar del dominio que el Sporting ejerció la mayor parte del tiempo. En el equipo local reapareció el internacional Meana, que hizo gala de sus grandes conocimientos; pero se mostró muy desentrenado. Los tantos del Racing fueron hechos, dos, por Laredo, y el tercero, por Larrinaga. Los del Sporting los mareó Pin. El mejor de los 22 fue el portero santanderino, Raba. Los equipos se alinearon así: Raeing: Raba, Santiuste, Gacituaga, Her nández, Baragaño, Larrinoa, Santi, Laredo, Osear, Larrinaga y Amos. Sporting: Moran, Cuesta, Prida, Tronchín, Pena, Cluns, Domingo, Meana, Campanares, Pin y Nani. El arbitro estuvo poco acertado. Arenas de Bilbao, tres tantos; Deportivo Alavés, uno Vitoria. En el campo de Mendizorroza se celebró el primer partido de campeonato Valencia. Para comienzo del torneo regional Sfe celebró el partido de la emoción entre los más fuertes rivales locales, en el campo del Camino hondo, propiedad de los levantinos. El encuentro se deslizó coi- rectamente, terminando el primer tiempo con dos tantos a cero, a favor del Valencia. En la segunda parte reacciono el Levante, que consiguió marcar el tanto del honor. Arbitró el madrileño Escartín, qtre estuvo muy justo y acertado. Valencia F. C dos tantos; Levante, uno