- Precio
Periódico ABC MADRID 09-07-1926, portada
- EdiciónABC, MADRID
- Páginas32
- Fecha de publicación09/07/1926
Ver también:
MADRID D Í A 9 DE 1 U L l O D E 1926 NUMERO SUELTO 10 CENTS. iS iS iS FUNDADO EL i. DE JUNIO DE 1905 POR D. TORCUATO LUCA DE TENA i. ii I LlllüLllurniMii! niiilm l iii nLii ilLlllimiimiliiuuium i.i. ABC DIARIO ILUSTRADO A Ñ O VIGÉSIMOSEGUNDO N, 7.339 iS LOS REYES DE ESPAÑA EN INGLATERRA s u MAJESTAD D. ALFONSO X I I I (l) CON EL LORD CANCILLER, LORD CAVE (2) AL SALIR DE LA UNIVERSIDAD DE OXFORD, DESPUÉS DE R E C I B I R LA INVESTIDURA DE DOCTOR H O N O R I S C A U S A (F O T O CENTRAL NEWS) III i EL ARTE DE PEDRO SALÍ ÑAS El libro, de Pedro Sal inas, Víspera del gozo ha merecido elogios sinceros de algunos camaradas; me adhiero a cllus de todo corazón. Pedro Salinas, entre la gente nueva, entre los nuevos escritores, es un valor real, positivo. Ajusta la práctica a la doctrina- -cosa que no suele acontecer, tratándose de los escritores nuevos- Y tiene, claro está, talento, ingeaio, habilidad, inspiración para crear obras, en verso y en prosa, ajustadas a la novísima doctrina que sustenta. Y, ¿qué es el libro Víspera del gozo? El volumen es j n conjunto dé visiones novelescas del mundo; no se puede decir que estos fragmentos son cuentos o novelitas; no se puede aficmar tampoco que son ensayos filosóficos. El autor ve el mundo, observa la realidad, estudia cosas y personas, y luego, en prosa ckra, limpia, exacta- -deliciosa, verdaderamente deliciosa prosa, sin pulanlería- nos va ofreciendo, con riuienidad, el fruto de su estudio, de sus observaciones. Me sumo de buen grado a los elogios que ha merecido el librito Víspera id gozo; pero disiento de la explicación ciada por los compañeros aludidos. Pedro Salinas ha traducido a Proust; lo ha comentado; ha sido en España uno de los más fervientes propagadores del nombre de ese novelista. Y ahora, al publicar ima colección de cuentos, se ha proclamado que el arte de Salinas procede de Proust. Y se lia insistido mucho, vehementemente, en este parentesco. Disiento de este punto de vista. Veamos, primero, cómo procede Proust; veremos, después, cómo escribe Salinas. Nada más opuesto, más antagónico, que estas dos maneras de novelar, la de Proust y la de Salinas. Proust se halla frente a la realidad; frente a la realidad se ha de colocar todo escritor que desee novelar. Los novehstas anteriores a Proust aceptaban la realidad tal como había llegado hasta ellos; el lente con que los demás novelistas veían la realidad era el mismo usado trádicionalmente, desde hace siglos. Lo aue variaba era la ca- lidad del cristal, su mayor o menor limpidez. En Proust no varía sólo la calidad del cristal; varía su potencia para hacer, ver al novelista las particularidades de la realidad. De un golpe, el mundo exterior se agranda para Proust. Surge en eso mundo una muchedumbre de pormenores, de detalles, de accidentes que antes no existía. Y, al hacerse más fina, más menuda la trama de la realidad, aparecen en ella también conflictos, problemas, drarnas que antes no se veían. Todo es más ceñido, más circunstanciado, más exacto, más minucio- so. y, naturalmente, al acercarnos a ese, tejido menudísimo, nos percatamos de que existen en él pasiones, mtereses, tragedias tan interesantes como los otros grandes dramas de la vida; pero que no conocía- mos. El autor no ha empleado un proce- dimiento distinto de observación del empleado por otros novelistas; no nos cuenta tampoco sus experie ncias por procedimien- tos diversos de los conocidos. Lo que ha hecho es ensanchar formidablemente, ii mensamente, el caj ipo de la experiencia novelística. Todo un mundo que no sospechábamos ha aparecido bajo su pluma. En