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Periódico ABC MADRID 18-03-1925, portada
- EdiciónABC, MADRID
- Páginas40
- Fecha de publicación18/03/1925
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it) f- r ¿i a. j- íl -r- s; i V, i j; f A MADR 1 DD 1 A 18 DE MARZO D E 1 9 2 5 NUMERO SUELTO 10 CENTS. B S iu F U N D A D O E L i. D E J U N I O D E 1905 P O R D. T Q R C U A T O LUCA D E T E N A ABC DIARIO ILUSTRADO. A Ñ O V I G E SIMOPRIMERO. N. 6.929 EL EX MINISTRO D CAKI. OS CORTEZO (x) TOMANDO POSESIÓN DE LA PRESIDENCTA DEL ALTO CUERPO. (F O T O l! ¡li: ii; i! DUQUE) llU. OlIllf bre nos gustaría, como el de Teología natusobre una colección de objetos, un cuadro GLOSAS ral, en Sibinde- -ofrece a nuestros ojos una clasificatorio tan imparcial que no contuvieLA OTRA G E O M E T R Í A -T r a e la feantigüedad veneratble. Siempre, en efecto, ra a la vez, siquiera fuese implícitamente, cha de 1913 una tesis nuestra, donde, tras la teoría de la música se ha considerado una manera o sospecha de tabla estimade una revisión de las aporías o argumencomo una especie de geometría de los fe- tiva. Así, en la clasificación de las cientos famosísimos de Cenón Eleata, viene a nómenos acústicos. Pitágoras, a su modo, cias, nuestro intento, más o menos secreconckiirse en ja pos- bilidad de aceptar, por lo sabía. Hubo de tenerlo en cuenta, más to, ha establecido siempre algún orden jeio menos hipotéticamente, la existencia fí- tarde, aquella actitud intelectual que se trarárquico. Una ciencia pura se presentaba, sica del punto Mucho nos engañamos duce en la organizac ón pedagógica del dentro de é por encima de una ciencia aplisi esta afirmación no puede abrir una perstrivio y cuadrivio medievales. Ni lo han cada. Difícil resultaba evitar, si se obedejícctiva an. iplia. Desde luego, dentro de la olvidado, en general, cuantos insistieron en cía a aquel instinto, que la música aparemisma quedan inclusos algunos ensayos más el vínculo lógico y didascálico que une mú- ciese como ciencia aplicada si la matemárecientes, realizados con designio de presica con matemáticas. Es pos ble, sin emtica había aparecido como ciencia pura, y sentir y ediñcar, al lado de la geometría bargo, que cierta desviación de criterio la relación entre una y otra, como perteabstracta- -dolada de los caracteres que tra- haya impedido hasta ahora percatarse de la neciente a tipo análogo, a la que une, por dicionalmente se atribuyen a este orden del verdadera calidad de este vínculo, entrando ejemplo, la terapéutica con la botánica. saber, dentro del cuadro general de las con ello en el corazón del problema. La actitud moderna, después de la inciencias- dotada de los caracteres que traHa podido parecer que se trataba en la vención de la otra Geometría, ha de ver dicionalmente se atribuyen a este orden del coyuntura de un simple caso de aplicación; las cosas de d stinto modo. Ha de ver las aber, dentro del cuadro general de las cienen el sentido de entenderse que la mús ca figuras con que se presentan a nuestra concias- ma geometría cosmológica, cuya funaplicaba los principios propios de otro sa- templación los fenómenos acústicos, no como ción cabria caracterizar- de un modo grober, único al cual debiera entonces reseraplicaciones, sino como casos particulares sero, pero eminentemente sugestivo, defivarse la consideración de teorético. En reade una disposición arquitectural que ofrece niéndole como estudio sisteniático de las lidad, nadie veía, ni siqu era en el esquemaobjetivamente en sus elementos la naturelaciones figurativas existentes en el muntismo de la enseñanza, que de las construcraleza; es decir, el contenido general de do sensible. ciones empleadas en la medida ideal del nuestra experiencia sensible. Ha de consiNo estará de más advertir que uno de espado se dedujeran reglas utilizables a la derar, aparte de los puntos, de las líneas, los temas de este segundo saber- -novedad medida estética del t empo. Pero es fatal de los círculos, de los planos, de las esfecientífica, en su conjunto, y no de las de que nuestro entendimiento, órgano de disras abstractas, entidades conceptuales, nocriminación, sea a la vez un órgano de va- ciones- límites manejados por una geomemenor cal bre- que una de las- secciones loración. Y jamás ha podido presentarse, Oe semejante Geometría natural- -el nom, tría, que aspiró a manciparse todo lo po-