ABC MADRID 27-10-1922 página 3
- EdiciónABC, MADRID
- Página3
- Fecha de publicación27/10/1922
- ID0000125333
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MADRID DÍA 27 DE OCTUBRE DE 1922 NUMERO SUELTO DIARIO J L I I S f RAP O AÑO DÉCIMO- OCTAVO. -N. 6.181 io CENTS. 10 CENTS, tólíf rota por. dentro. Y a MATICES ¡pie, Alemania está los. días se verán más medida que pasen de esa D EL MOMENTO numerosas y claras las muestras la ropa rotura interior. Tiéntense mucho FUNDADO EN EL AÑO 1905 POR D. TORCUATO LUCA DE TENA A los dos meses toda aquella íntima civilización de que estaba Europa saturada se transformó en guerra, odio, destruccio- nes. Tal como en las, -coinedias de magia hay una repentina mutación en el escenario y las bambalinas, que deja al público perplejo, estupefacto. JOSÉ M. a SALAVERRIA. Son tan sensibles en este momento los- las naciones antes de aventurar una guenervios de Europa, que el menor accidente rra, porque se ha visto que la derrota tiepone trémulas y agitadas a las naciones. ne cada vez una importancia- mayor, más ¡Una crisis cualquiera de los. Gobiernos bas- definitiva y. trágica para los pueblos. ta para que la palpitación de alarma recoEsta como enfermiza sensibilidad de. la rra todo el sistema sensorial del continen- Europa, actual hace que el continente vite. EÍ cambio dé Ministerio en Inglaterra; bre más que nunca al choque dé las más que en otro período histórico más sosega- pequeñas impresiones. Con sus climas disdo únicamente hubiera producido una senr pares y sus razas- diferentes, Europa es cilla curiosidad, hoy despierta una expec- hoy un continente muy unido; forma un tación profunda. En efecto, ia conciencia gran sistema nervioso, un cuerpo sensible o. el instinto de los modernos europeos sabe y vibrátil que responde, trémulo, a la meque de un cambio, de una nueva orienta- nor incitación. Las modas, los matices de ción, de una torpeza de alguien puede so- la moral social, el sentido de la vida, todo brevenir la tempestad que eche a rodar todo pasa de un pueblo a otro con una gran, raeste andamiaje tari artificialmente, tan. pre- pidez. canamente concertado. Sin embargo de esto, Europa está como Pocas veces. un continente entero habrá- nunca dividida por fronteras enormemente dado una sensación de inestabilidad tan crí- hostiles. Los nacionalismos excitados y exaltados hacen de cada pueblo una fábri- tica como la Europa actual. Todo está prendido con alfileres; todo se muestra pre- cá de odios y de recelos. La palabra excario y contingente. Apenas se observa unos tranjero es hoy cuando toma, un sentido pocos valores sólidos; el resto es vacilan- trascendental. Algunas naciones aspiran te, intranquilo, provisional. ¿Cree nadie a nacionalizar, además del arte, la ciencia que, la presente geografía europea tiene se- m i s m a Dos, meses antes de que estallara la guerias probabilidades de sostenerse ni siquie- ra- el plazo de una generación? i Puede rra, en la primavera de 1914, emprendí tampoco creerse que ciertas formas políti- yo un viaje de yacación. por Europa. Iba cas, impuestas por, la derrota o la revo- solo, con escaso dinero y. sin grandes colución, de algunos pueblos, llegarán a ha- nocimientos idiomáticos. Atravesé numerocerse fijas? sas fronteras, monté en todos los trenes El valor político y social más firme que recorrí populosas metrópolis: crucé Italia, hoy cuenta Europa es Francia, y. la ven- Trieste, Austria, Alemania, Francia; por cedora, sagaz e imperante. Francia tiene todas partes hallaba fácil el tránsito; Ensu moneda desprestigiada su economía in- tonces no era uno el español, o el francés, segura. Su éxito político en Oriente, con- o el alemán; uno era un viajero, un euro seguido sobre, la misma Inglaterra, es algo peo, un hombre. Pero lo singular de aquel tiempo; en opo como una. confirmación, como una- acentuación de la victoria sobre Alemania. Sin em- j sición al actual, es que una persona. regubargo, en totlos hay la sospecha de que cual- larmente educada e Instruida podía transiquier descuido puede provocar un choque, tar por todos los sitios de Europa, fiándouna confabulación, una catástrofe. Y to- se en la amabilidad de las gentes. Así yo dos sabemos porque la experiencia está re- realizaba las más complicadas maniobras ciente, de qué manera son inesperadas y te- del viaje, en los cruces de tren o en los rribles las- soluciones que dicta una catas- cambios de frontera, valiéndome nada más qué de ese lenguaje sutil que podríamos trbfe en nuestros tiempos. Ni los caracteres tradicionales de las na- considerar como el propio de una; gran barciones permanecen firmes en la actualidad. barie y de una gran, civilización: las señas, Las características francesas, por. ejemplo, los gestos. Con señas, sonrisas y ünabuehan variado mucho y. están variando rápi- na voluntad recorrí la ciudad de Viena, damente ante nosotros; el aire, el tono, visité la gran feria internacional! de Leipel trató, el ademán y el sentimiento de la zig y penetré, por último, en Francia, la Francia de ahora se parecen bien poco a del idioma hermano. Era el tiempo eir que los de, diez años, atrás. Alemania no es que en Europa había propiamente una civili varíe a nuestros ojos; es que verdadera- zación. mente se precipita con una celeridad dra- Recuerdo que, al atravesar los campos mática hacia abismos de, descomposición. de. Bohemia- un viajero, un bondadoso y Su posición de vencida y de intervenida la comunicativo burgués de nacionalidad húnesta corrompiendo y deshonrando en el sen- gara que iba sentado eii mi mismo depar tidp político, y su hecatombe financiera la tamento, quiso, curioso y amable (en toempuja hasta las. formas más indignas de das partes los hombres son iguales) trala- inmoralidad económica. La transforma- bar conmigo conversación. Me habló en ción sufrida por Alemania eri los últimos alemán, en húngaro, en checo. Viendo el años llega a los últimos registros de la vida fracaso, y obstinándose el hombre en conme habló por. en nacional; todo en ella está en, crisis, todo versar conmigo, yo desconocía, último del pero arruinado y convulso; y el argumento de un idioma, que cual, por las raíces latinas, que Alemania había, salido deja guerra sin muchas palabras. Aquel buen pude entender burgués húnlos destrozos que una invasión comporta garo me estaba hablando en esperanto... Y nos parece cada día o más ingenuo o más yo. ignoraba el con una fala. Kj porque con todos sus edificios ente- aunque buena intención esperanto, conversar mutua pudimos JOJ; y todas sus fábricas- y poblaciones- en- p i n t o r e s c a y l a r g a m e n t e CARTAS DESDE GIN EB. RA. LA O F I C I N A I NTERNAC 1O NAL DEL TRABAJO Lo primero que uno se pregunta al entrar en contacto con la Oficina internacional que. dirige Albert. Thomas es esto: ¿Cuáles la eficiencia de este organismo? Y luego: ¿Cuál es el objetivo propuesto? Respecto de la organización nacida del Tratado de Versalles, la opinión del mundo se divide en entusiasta o demasiado optimista, escéptica e indiferente. Los entusiastas, hemos de. confesarlo, forman el menor número; los escépticos. abundan más y la cifra de indiferentes es infinita. De los primeros son los idealistas, los que creen y esperan eti la posibilidad de alianzas entre fuerzas antagónicas. Entre los segundos encontramos a los hombres de gobierno de casi todas las naciones, los que consideran como una inútil obligación protocolar el sostenimiento de sus respectivas representaciones en la. Oficina. Los indiferentes son la gran masa, ignorante de la labor y del propósito del organismo. A nuestro, juicio, tanto peca el optimismo exagerado como la negación rotunda. Y el error más grave seria pensar que la Oficina del Trabajo, puede desemlpeñar otro, papel que el de mentor ó consejero. Apresurémonos a decir que en ningún momento sus decisiones tuvieron otro alcance, y bien lo demuestra el hecho de que estas decisiones las emitió en forma de proyecto s de convenio o recomendaciones. No podían pignorar los hombres que intervinieron en su elaboración la diversidad de circunstancias y de condiciones peculiarisimas en cada país, las que rechazan o por lo me, nos oponen seria resistencia a una homogeneidad de procedimientos. De ahí el proyecto de convenio 0 la recomendación que deja en libertad a los Poderes públicos ¿e. cada nación para incluir- la medida de carácter general en sus respectivas legislaciones o acoplarla según las modalidades de cada Estado. El país miembro de la Oficina puede rechazar o aplazar la adopción- de las decisiones de la Asamblea internacional aduciendo ¡as razones que se oponen a lá admisión inmediata. Entonces la Oficina obra como mudo fiscalizador, porque mediante sus informaciones, sabe si los motivos aducidos por el país recalcitrante son de naturaleza lícita. Así, pues, la eficiencia del organismo in. ternaeional no ouede, ser otra que la de. señalaí: las medidas posibles y recomendables conducentes a establecer la armonía, entre los dos elementos que. integran la prpduc eién éíf Cualquiera de sus manifestaciones,