ABC MADRID 04-07-1920 página 5
- EdiciónABC, MADRID
- Página5
- Fecha de publicación04/07/1920
- ID0000101788
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t i K MADRID. EL GUARDA MAYOR DEL COTO REAL DE GREDOS ISIDORO BLAZQUEZ, QUE HA PERDIDO UNA MANO A CONSECUENCIA DEL ESTALLIDO DE UN COHETE. (FOTOGRAFÍA OBTENIDA EN EL LABORATORIO DE TAXIDERMIA DEL MUSEO DE CIENCIAS NATURAL ES POR D. J. BENEDITO) Las dificultades que ese particular ofrecía habían llegado a una fase que daba esperanzas a un arreglo, merced a la labor del cardenal Amette, que, por, estar más en contacto con el Gobierno de Millerand y compenetrado de la política de transigencia de Benedicto XV, llevaba sus gestiones con piadoso acierto y loable actividad. Bero la política de Pío X resurgía ante la poco meditada actitud de la Alta Cámara francesa, y haciéndose paladín de ella el cardenal Andrieux, de Burdeos, agrupábase bajo esa bandera el episcopado de Francia con sus 72 prelados. Negóse entonces en el Vaticano la existencia de un espíritu transigente respecto al reconocimiento en Francia de las Asociaciones ele otros cultos, y claro es que esa negativa implicaba un forzoso paréntesis en las negociaciones, -que se estrellaban contra, mutuas intransigencias. Los buenos propósitos de Millerand, reflejando, indudablemente, el sentimiento del pueblo francés, se manifestaron como esperanza de nuevas tentativas de arreglo al ver que inducía a Noblemaire a pedir a la Cámara créditos para el restablecimiento de la Embajada de Francia cerca del Soberano Pontífice: y es lo cierto que Dulcet, tras de un alto en sus trabajos y en sus entrevistas en la secretaría de Estado con el cardenal- Gasparri, torna a su labor, y lo que en los días en que interrogué a Hanotaux se daba por pleito perdido por ahora y quizá por un nuevo y largo plazo, vuelve a- considerarse en vías de satisfactoria solución. Otra vez se habla de una próxima visita del presidente de la República trance- sa a Roma; y decir a Roma es decir al Papa Benedicto XV y al Rey Víctor. Manuel. Nadie imaginará que ese paso se ha de dar irreflexivamente; esto es, sin que sea a cosa hecha en su doble aspecto político de reanudar las relaciones con el Papa y no debilitar las existentes con la Monarquía. La buena amistad con Francia implicará probablemente la modificación de las relaciones con el Quirinal, y en este sentido el feliz éxito sería una satisfacción para el mundo católico, una gloria para Benedicto XV y un triunfo para el secre- tario de Estado, cardenal Gasparri. I En qué forma ha de realizarse la visita del presidente a Roma? Será huésped de la Embajada de Francia, que es como instalarse en territorio francés. Pero, ¿a quién rendirá su primera visita oficial, al Pontífice o al Rey, sin que se considere postergado el visitado en segundo lugar? Detalles son éstos que resultan pequeños ante la magnitud y trascendencia que encierra el! viaje presidencial. Es seguro que la habilidad diplomática hallará una fórmula que salve lo que, en resumidas cuentas, y una vez resueltos los importantes problemas cuya solución impone la suprema necesidad, resultaría una secundaria cuestión de amor propio. DR. FRANCO FRANCHI. A B C EN LONDRES IRLANDA: LAS DERIVACIONES Hace poco decía un periódico inglés que los yanquis, en ocasiones, hablan del problema de Irlanda recordando la guerra con España. Para algunos yanquis, el caso de Cuba es muy semejante al de Irlanda. Para que el- lector pueda formarse idea de la gravedad de esa analogía, es preciso que recuerde que en ios Estados Unidos viven cerca de 18 millones de irlandeses emigrados e hijos de emigrados; qué entre los- irlandeses, por su capacidad oratoria, por su talento para la elocuencia y la política, se reclutan la mayor parte de los hombres públicos de la gran Yanquilandia. ¿Es necesario recalcar, subrayar la importancia y la fuerza de ese elemento en la opinión pública de los Estados Unidos? Claro e s que Irlanda no forma parte de América, y no está incluida, por tanto, en el estrecho concepto monroísta; pero hay otro factor tan digno de respeto como ése: los acorazados ingleses, los acorazados que, cuando lo de Cuba, no tenía España. Sin embargo, los Estados Unidos se desentienden cada día menos de los negocios de Irlanda, Juiz, según expresión de los unionistas ingleses, no son. asunto de ellos. Aunque quisieran desentenderse de Irlanda, ahí están los millones de irían- deses, los millones de norteamericanos de Roma. Junio de 1920.