ABC MADRID 21-07-1918 página 2

I ¿N. v. -iíH EL VERANEO DE LA FAMILIA REAL S. M. LA REINA DOÑA MARTA CRISTINA (x) ACOMPASADA DE L S AUTORIDADES DE SAN SEBASTIAN, VISITANDO LOS TERRENOS EN QVZ HAN DE CONSTRUIRSE LOS PABELLONES DE LA CRUZ ROJA. (FOTO NORTON) DE NUESTRA CORRESPONSAL A B C EÑ RUSIA Cuando estalló la revolución rusa, y la soldadesca- se vengaba de sus sufrimiento (impuestos por la disciplina íeudal) desarmando y matando a los jefes y oficiales, ocurrió uno de los encuentros terribles entre aquéllos en el Quai des Angiais, ía espléndida orilla del Neva donde impera la mole bermeja de cierta Embajada Imperial. Un húsar de alta alcurnia defendía su espada bravamente, cercado de bárbarosTranseúnte apiadado, pidió auxilio para el oficial en la casa bermeja; pidió asilo y protección inmediata para el joven, que, herido, se batía e iba a morir en poder de sus asesinos. Fue inútil la demanda; la casa no se abrió... Pudieron más las turb u furiosas que el oficial aristócrata: quedó despedazado en la calle el cuerpo del que no recibió asilo en el solar extranjero porque, según dijo su alto habitante, la revolución necesita víctimas Muchísimas veces ha venido esa frase a mi memoria durante el período de vichas internas aquí, y ahora también con motivo del proceso de uno de los tigres del maximalismo: el marino D bienko. Krylenko, su acusador en el Tribunal revolucionario, es el ex generalísimo de los Ejércitos de Lenin, y autor, entre otros mandamientos famosos, de aquél que crdenaba matar a cada legionario polaco donde se le halle Kr enko, que es en el Gobierno de Moscou comisario del departamento destinado a la persecución de los anturevolucionarios, secundado por su mujer, fiscaliza, acusa y condena, y llevó al Tribunal- -establecido por el régimen de- la; República socialista- -a Dybienko. el feroz marino, íefe del departamento de Kronstadt y ex ministro de Marina. Pasa- rá este hombre a la historia tan o por la crueldad en los cargos que le confió í Gobierno, como por haberse casado hace poco tiempo- -revolucionariamente, como es natural- -con la ciudadana Kolloutay (divorciada de un general ruso y muy bella, cu ta y elegante cincuentona) Dybienko so ha defendido de las catorce acusaciones que se le hacían, acusando a los demás, y vale la pena de transcribir lo más característico de la última sesión de la vista de la causa: La acusación más inesperada en labios del ex generalísimo Krylenko es la de que Dybienko abusó del terror: de un terror que es desprecio le las vidas humanas, común a los seres incultos ¿Sabéis- -dice el acusador- -cómo piensa Djbienko y cuál era el lema de su conducta? Oídlo: Todo el mundo se dob egará ante mí, o aniquilaré a todos. No os opongáis a los instintos de mi natura eza. Camaradas, -no obedezcáis ningún mandato. Pobre de la revolución si ella no se muestra sin perdón ni misericordia para sus enem gos Xo se puede negar que ese autp- retrato da t: po mor; del m? rino. Veamos ahora cómo lo defende su abogado: Parece que la mayor inculpación que se hace al procesado es la de los fusilamientos, v de ellos no es él el cu pabie. Leccrdad el decreto de la autoridad sovieíista ordenando el fusilamiento, sin p ech- i sin juic o previo, de los contranevo iorarios. de os espías y ladrones, inc 1 nvcr o Hieeo en es -a lis a de los delinci. entes a los hiie qp a b s ps ecuhdore v los minima istas, además de os ricos campes; nos. Desde el instante de publ cado tal decreto se han descargado cañones y fusiles sobre gentes, indefensa? Ayer mismo, en Moscou, se ha fusilado a dos personas por disposición de la comuión. anturevolucionaria. Y no ignoráis que existen Tribunales para juzgar toda clase de delitos. El decreto concerniente a los fusilamientos ha dejado libres y ha pu: sto en actividad las manos de todos los aficionados al asesinato. La frase del personaje de la mansión bermeja en el Quai des Anglais es real ante esas y tantas otras visiones sangrientas. La revolución necesita víctimas. ¡Oh, abundan en el terremoto social de Rusia! Dybienko ha sido absuelto, porque todos, como él, los que ejercieron cargos en la Marina y el Ejército han cometido horrores; pero el comisario Krylecko- -artualmente espíritu y arma de la comisión especial cazadora de los contrarrevolucionarios- -no perdona al marinero su acf Uíi de diira crítica a quienes firmaron la vergonzosa paz de Brest Litowrk, ni su empeÜD de organizar armadas y otros poderosos medios guerrero para echar de Rusia a los alemanes... SoriA CASAKOVA. San Petersburgo, Mayo 19: 8. ABCH SAK SEBASTIAN CAPITANES DE AMÉRICA Por vez primera desde que existe el mundo, sobre la ilustre tierra de Europa se han reutvdo y concertado, en tren de guerra, hombres de las cinco partes del globo. Es la primera vez que los Ejércitos de Amér ca combaten en nuestro continente. Este suceso cuva importancia histórica no es preciso resaltar; h a. brá producido en las gentes distintas v cüriosas sugericiones; mi impresión nérsonál ha sido completamente recordatoria. En efecto, ante los sc da